Día 28, 4 de septiembre
No queríamos irnos de Miami sin ver la salida del sol. No estuvimos muy afortunados, ya que estaba bastante nublado, pero aún así la vista mereció el madrugón.
Tras el desayuno en el hotel recogemos las cosas y nos vamos a darnos nuestro último baño de las vacaciones. ¡Qué chulas son las casetas de la playa!
Después de baño rápido al hotel a acabar de recoger para ir pitando al aeropuerto, devolver el coche y coger el vuelo a Nueva Orleans.
El aeropuerto de Miami es enorme. Tiene una zona separada en la que sólo se retiran y dejan los coches de alquiler y desde aquí en tren te desplazas a la terminal.
Una vez en Nueva Orleans hemos cogido un taxi. Tiene tarifa plana de 33 $ desde el aeropuerto al Barrio Francés, que era donde estaba nuestro hotel, el Richelieu Hotel , en el que uno no puede olvidarse de que está en Nueva Orleans, porque tienen unos cortinones tremendos y recargados y el típico balcón de la cuidad.
El aeropuerto de Miami es enorme. Tiene una zona separada en la que sólo se retiran y dejan los coches de alquiler y desde aquí en tren te desplazas a la terminal.
Una vez en Nueva Orleans hemos cogido un taxi. Tiene tarifa plana de 33 $ desde el aeropuerto al Barrio Francés, que era donde estaba nuestro hotel, el Richelieu Hotel , en el que uno no puede olvidarse de que está en Nueva Orleans, porque tienen unos cortinones tremendos y recargados y el típico balcón de la cuidad.
Tras dejar el equipaje nos fuimos a pasear por la cuidad, que algo de historia española tiene, aunque solo tenga reflejo en la actualidad en el nombre de algunas de sus calles.
Los primeros europeos que llegaron a esta zona fueron españoles, pero no le pusimos mucho interés al no haber oro, así que los conquistadores se marcharon a zonas más rentables. Luego vinieron los franceses, a los que les interesó bastante más, tanto que se quedaron y dejaron su impronta en muchas de las ciudades de Lousiana. En el reparto tras la Guerra de los Siete Años, a España “le toca” parte de Lousiana, que luego le vendió de nuevo a Francia, si bien el imperio americano de Napoleón fracasó, con lo que esta zona se convirtió en la Lousiana americana.
Los primeros europeos que llegaron a esta zona fueron españoles, pero no le pusimos mucho interés al no haber oro, así que los conquistadores se marcharon a zonas más rentables. Luego vinieron los franceses, a los que les interesó bastante más, tanto que se quedaron y dejaron su impronta en muchas de las ciudades de Lousiana. En el reparto tras la Guerra de los Siete Años, a España “le toca” parte de Lousiana, que luego le vendió de nuevo a Francia, si bien el imperio americano de Napoleón fracasó, con lo que esta zona se convirtió en la Lousiana americana.
Las terrazas del barrio francés están llenas de flores y de mucho ambiente. Pero nosotros hoy queríamos llegar hasta el río Mississipi, donde está el Natchez, uno de los típicos barcos de vapor del Mississipi.
De nuevo al barrio Francés a cenar, a un sitio que nos ha recomendado la recepcionista del hotel: Coop’s. Cenamos gambas rebozadas, muy típicas de aquí. Pero antes otro paseo por el barrio francés.
Después hicimos lo que yo creo que se debe hacer cada noche que uno pase en Nueva Orleans y es ir a escuchar música en directo. Este día decidimos ir a Preservation Hall, donde se interpreta jazz clásico. Hay dos opciones para ir, reservando entrada por internet o hacer cola para entrar en cada una de las dos sesiones que tienen por la tarde-noche. Nosotros hicimos un ratito de cola, unos diez minutos y nos sentamos (hay gente que se queda de pie). Es barato, 15 $ por cabeza y nos gustó mucho. Es jazz tipo la peli “Cotton Club”.
Una vez que entra la banda no se pueden hacer ni fotos ni video, pero para que os hagáis una idea esto es exactamente lo que se ve. Es un video de su canal.
La música en Nueva Orleans está siempre presente: en la calle, en bares en los que es gratis entrar, en otros en los que hay que pagar, pero la variedad es mucha.
Después del estupendo rato de música nos fuimos a la cama, el día había sido muy largo: por la mañana en la playa de Miami y por la noche escuchando jazz en Nueva Orleans.
Además, aquí había una hora menos que en Miami, por lo que nuestro cuerpo llevaba una hora más de día.
La música en Nueva Orleans está siempre presente: en la calle, en bares en los que es gratis entrar, en otros en los que hay que pagar, pero la variedad es mucha.
Después del estupendo rato de música nos fuimos a la cama, el día había sido muy largo: por la mañana en la playa de Miami y por la noche escuchando jazz en Nueva Orleans.
Además, aquí había una hora menos que en Miami, por lo que nuestro cuerpo llevaba una hora más de día.
ALOJAMIENTO NUEVA ORLEANS:
RICHELIEU HOTEL:
http://www.lerichelieuhotel.com/