VIERNES 21 DE JULIO
Como he comentado en la etapa anterior, al final no me desvío hasta Debrecen, decidiendo coger ya camino hacia Eslovaquia.
El viaje hasta Eger lo hago en un autobús cómodo, otra vez mediovacío y, como siempre, puntual: 12:30 - 16:25.
Me alojo un par de noches en un albergue muy parecido al de Veszprem. Se trata de una habitación doble, de uso individual, en un megahostel que tiene la pinta de la típica residencia de estudiantes. Al igual que el Magister (Veszprem), está genial y baratísimo (11€/noche). También cuenta con microondas y frigorífico
Respecto a la ubicación, está bastante mejor que aquél. Se encuentra junto al Castillo de Eger, una de sus principales atracciones. Así que lo primero que he hecho (Después de acercarme a la oficina de información turística) ha sido acercarme al castillo.
Supuestamente la entrada cuesta al rededor de 800 HUF, pero tal vez por la hora que era, yo he entrado sin más. No sólo yo, vamos,... todo el mundo. Eso sí, a las 18:00 cerraban las galerías, museos y atracciones del castillo (se pagan aparte), así que me he limitado a deambular y disfrutar de las vistas.
La ciudad histórica es más bien pequeñita, pudiendo recorrerse en una mañana tranquilamente. Sin embargo, he de advertir, por si alguien se va a acercar desde Budapest en breve, que la plaza principal y las calles próximas están patas arriba por obras de canalización. Tiene pinta de que ya les queda poco, están con el adoquinado, pero no es nada cómodo ni atractivo el estado en que se encuentra.
En mi caso, el plan es visitar mañana por la mañana la zona centro, antes de ir a Szilvasvarad (seguro que está mal escrito), una localidad 30 km al Norte, donde pasar el día; a la tarde-noche, daré otra vuelta y seguramente vaya al cine al aire libre que he visto (21:00) a ver la última de la saga del Planeta de los Simios (después de haber visto Mary Poppins en húngaro... nada me frena)
SÁBADO 22 DE JULIO
El plan del día es una primera aproximación a los montes Bukki. Primera, porque mañana aprovecharé la estancia en Miskolc para volver a acercarme.
Como seguro que habéis adivinado, lo primero que he hecho ha sido buscar una cafetería (léase pastelería) recomendada por la Lonely. En este caso ha sido Marjan Cukrászda. Una preciosa degustación, con una enorme variedad de tartas (una señora se ha llevado delante mío una con forma de coche tipo seat127 o así, todo rosa, espectacular) y con una terraza muy atractiva.
Allí he tomado mi cafe melage correspondiente y un trozo de tarta de algo, no me acuerdo del nombre.
Acabada la rutina, lo importante era aprovechar la horita que tenía antes de coger el autobús a las 10:30. Creo que ya lo he comentado, pero la página de TODOS los horarios de autobuses de hungría (no para reservar billete, sólo para mirar el timetable) es volaz hungría
En esa hora escasa me he acercado a la iglesia Minerita, que se encuentra en la plaza en obras. Justo abren a las 9:30 así que ni pinta'o.
Para ser una iglesia barroca, no me ha parecido tan recargada como podría esperarse. El interior está más bien decorado con gusto.
En el camino hacia el autobús podía pasar por el Liceo y la Basílica enorme de Eger. Así que allí que me he detenido.
En el liceo se puede entrar sin pagar, pero lo interesante es la sala oscura del último piso (6º) y la biblioteca. Yo he entrado a ésta última (800HUF), donde, por desgracia, no dejan sacar fotografías. Más allá de los volúmenes antiquísimos que guarda, lo que más interés me ha despertado ha sido el enorme fresco del techo. Si alguien va a acercarse que se fije en la sensación de cúpula enorme, cuando en verdad el techo abovedado apenas tiene un metro de profundidad. Es espectacular el efecto logrado. Se agradece que al menos te den una fotocopia en castellano con la información relevante (muy bien traducida esta vez).
A la salida del liceo te topas, está justo enfrente, con el enorme edificio de la basílica. Al parecer, debe de ser la 2ª más grande de Hungría, tras la de Budapest.
A pesar de la fachada neoclásica, el interior es menos sobrio de lo esperado (al revés que la anterior iglesia minerita). Sin embargo, me ha parecido igualmente bonita y equilibrada.
Tal vez lo más llamativo sea la enorme cúpula
Pero a mí lo que más me ha gustado ha sido el estilo pictórico de los frescos de las paredes. A pesar de la sempiterna temática religiosa, me han parecido mucho más actuales, nada oscuros, casi alegres. Por desgracia, mi minicámara no tiene suficiente zoom como para conseguir imágenes de gran nitidez.
He llegado con unos tres minutos de antelación al autobús (tengo esta mala costumbre, cuando creo que controlo la situación). El viaje hasta Szilvasvarad ha durado 45 minutos (560HUF) y como siempre ha sido puntual. Es mejor ir en autobús que en tren, porque éste te deja a unos 2 km del centro. Claro que mejor aún es bajarte en la parada apropiada, pues el bus no tiene como estación terminal la ciudad (sigue para adelante) y si no te das cuenta, pues te bajas a la altura de la estación del tren, ya fuera de la ciudad
Al menos esto me ha permitido acercarme al pueblecito contemplando las preciosas casas unifamiliares, todas con sus huertos pequeños o/y sus jardines bien cuidados. Es una delicia.
Allí había un montón de húngaros, en familia y en grupos de amigos o parejas. Al parecer es una zona de esparcimiento muy conocida y, además, hoy es sábado.
La mayor parte de la gente se desplazaba hacia Szalajka valley, dentro del parque natural Bukki. Para llegar allí, algunos alquilaban bicicletas de montaña o de paseo, otros iban caminando y muchos (tal vez la mayoría) esperaban a un tren pequeño de vía estrecha que hace el recorrido de los 5 km a través del bosque.
Cuando he llegado iba a salir uno de los trenes (salen cada 60-90'), pero estaba lleno, así que he decidido ir andando por el sendero muy bien señalizado. Básicamente sigues en paralelo los raíles del tren. El camino es apto para cualquier persona (he visto desde sillas de niños hasta amamas con bastón). Además es muy bonito ir entre los árboles del bosque y los manantiales.
Una vez llegas a la última parada del tren puedes subir hasta unas cuevas prehistóricas (el camino ya no es nada fácil, aunque está preparado) o dar la vuelta. Mucha gente se anima a ascender hasta la cueva (20').
Una vez llegas al final, todo el mundo regresa por el mismo camino. Sin embargo, me había fijado en un panel expositivo que existía la posibilidad de volver por otro camino haciendo una ruta circular (en principio reservada a bicicletas de montaña).
Sería la ruta verde oscuro. Es la que yo he hecho al final. No me he encontrado con nadie en todo el trayecto nuevo. En total el camino me ha llevado unas 3'5 horas y se puede hacer sin problema alguno.
Ya eran las 15:30 y empezaba a tener hambre, así que cojo otra vez el ebook (no tengo la L.P. de Hungría en papel) y localizo un restaurante a las afueras (10 minutos andando) baratito y tradicional. Táltos Vigadó
Allí que he comido sopa fría de fruta (un descubrimiento para cuando hace calor... vamos, todos los días) y carne de cerdo a la cerveza. Regado con medio litro de cerveza con limón. (10€)
Lo anterior no es el postre, es la sopa de fruta, a la que han añadido nata (sobraba).
La vuelta la he hecho según el horario previsto en la página web descrita arriba, sin problemas. Una vez en Eger, reservo el hostel de Kosice (eslovaquia para mañana y pasado) y me descargo el audio en castellano de la película de los Simios (espero que el ministro calvito cabroncete de "anti-educación" no lea el diario)