Jueves 10 Julio
Hoy toca hacer el recorrido que no pude hacer el martes. Bran y Rasnov. En caso de que tenga tiempo (cojo tren a Sighisoara a las 19 aproximadamente), senderismo hasta Poiana Brasov.
De nuevo he dormido poco, pero no porque haya madrugado (8:45), sino porque ayer me volvieron a dar las 2:00 con el diario.
Después de un desayuno a base de cereales y muesli, pregunto para llegar a Bran. El autobús que va a Bran sale de la autogara 2 (está en otra punta, no junto al tren). Para llegar allí hay que coger el bus nº 10 (en mi caso el nº16).
La chica de la recepción del albergue me ha dicho que no hay un horario fijo, que como tiene mucha demanda (para ser Rumanía, que todo es relativo), cuando se llena sale. Y una leche!!!!
Por si a alguien le sirve, cuelgo los horarios del bus a Bran
Como se ve, durante las horas centrales es aproximadamente cada media hora. Yo he cogido el de las 11:00 (casualidad no había a las 10:30). El trayecto, que pasa por Rasnov, dura unos 40 minutos (7lei). Tened en cuenta que no es la última parada, el bus sigue adelante. No obstante no tiene pérdida, porque es donde se baja todo el mundo.
Qué decir de Bran. En sí es un pueblito chulo, con algunas casas muy bonitas
Pero, claro, la gente va allí a lo que va. Por el personaje de Bram Stoker, Drácula. A pesar de que, al parecer, Vlad "el empalador" ni siquiera llegó a alojarse en Bran.
Aquello es Draculandia. Un horror. Así de taxativo. Bueno, me ha venido bien para comprar algunas postales, porque no encontraba en ninguna ciudad de las visitadas y tengo que enviárselas a mis sobrinos.
Anticipo que yo no he entrado en el castillo. Había leído sobre él en internet y he preferido visitar el de Peles (por si no has leído la etapa anterior, es de visita obligada).
Las entradas al castillo de Bran no son baratas, desde luego. Y había mucho, demasiado turista. No me arrepiento de no haber entrado.
A diferencia del de Peles, no te dejan entrar ni a los jardines para que saques fotos. No obstante, se aprecia desde la carretera:
Sin embargo, me permito un consejo. Adéntrate unos 15 minutos en el monte que está detrás del castillo (en frente del museo medieval). Desde allí, a la misma altura que el castillo se tienen unas vistas formidables.
Después de cambiar algunos euros más (no he encontrado aún establecimientos que acepten visa, a excepción del Georgiana de ayer :shock:), me acerco a la parada de bus para ir hacia Rasnov.
El trayecto hasta Rasnov dura unos 15 minutos (4 lei). En esta ciudad, que está levantada por obras, destaca desde la propia carretera su fortaleza en el promontorio.
Para llegar a ella se puede subir andando (he tardado unos 30 minutos) o en un tren chu-chu un poco especial
La entrada a la fortaleza es de 10 lei. Hay que tener en cuenta que la muralla exterior, así como la puerta de entrada están restauradas. Pero el resto de la fortaleza (del siglo XIV) está muy deteriorada.
Se ve que están intentando hacerla atractiva al turista. Así hay personas vestidas con trajes tradicionales, algunos disfrazados para darle ambiente, tienes la opción de hacer tiro al arco... pero con las vistas puestas en vender a los turistas de todo. Vamos que tienes hasta llaveros de Winnie the pooth.
Curioso el pozo, ¡de 146 metros de profundidad!, construido por prisioneros de guerra turcos, a quienes se les prometió la libertad cuando lo terminaran. Al parecer, así fue. Pero 17 años más tarde. Casi los que pasó Jean Valjean preso.
Lo que más me ha gustado ha sido el paisaje que se ve desde este punto elevado.
Por una parte el valle donde se encuentra Rasnov.
Por otra parte el bosque y las montañas detrás de las cuales está Poiana Brasov.
Si no hubiera tenido que ir a Sighisoara hubiera optado por continuar el viaje a través del frondoso bosque hasta Poiana Brasov, pero como no he visto mapas indicativos, ni oficina de turismo donde preguntar por la dificultad o tiempo estimado, pues no me he arriesgado.
Paro en un mercado tradicional a comprar algo de fruta (buenísima) y hacia Brasov. Ahora que caigo: es la primera vez que he comprado en un mercado de abastos, con todo lo que me gusta hacer ese tipo de compra directamente con el aldeano y prepararme la comida en la cocina del hostel. Pero es que Rumanía es tan barato que no merece la pena perder tiempo en ello. Imagino que en el resto de países que visite, como no tendré tanto problema por el calendario, aprovecharé más.
Hoy toca hacer el recorrido que no pude hacer el martes. Bran y Rasnov. En caso de que tenga tiempo (cojo tren a Sighisoara a las 19 aproximadamente), senderismo hasta Poiana Brasov.
De nuevo he dormido poco, pero no porque haya madrugado (8:45), sino porque ayer me volvieron a dar las 2:00 con el diario.
Después de un desayuno a base de cereales y muesli, pregunto para llegar a Bran. El autobús que va a Bran sale de la autogara 2 (está en otra punta, no junto al tren). Para llegar allí hay que coger el bus nº 10 (en mi caso el nº16).
La chica de la recepción del albergue me ha dicho que no hay un horario fijo, que como tiene mucha demanda (para ser Rumanía, que todo es relativo), cuando se llena sale. Y una leche!!!!
Por si a alguien le sirve, cuelgo los horarios del bus a Bran
Como se ve, durante las horas centrales es aproximadamente cada media hora. Yo he cogido el de las 11:00 (casualidad no había a las 10:30). El trayecto, que pasa por Rasnov, dura unos 40 minutos (7lei). Tened en cuenta que no es la última parada, el bus sigue adelante. No obstante no tiene pérdida, porque es donde se baja todo el mundo.
Qué decir de Bran. En sí es un pueblito chulo, con algunas casas muy bonitas
Pero, claro, la gente va allí a lo que va. Por el personaje de Bram Stoker, Drácula. A pesar de que, al parecer, Vlad "el empalador" ni siquiera llegó a alojarse en Bran.
Aquello es Draculandia. Un horror. Así de taxativo. Bueno, me ha venido bien para comprar algunas postales, porque no encontraba en ninguna ciudad de las visitadas y tengo que enviárselas a mis sobrinos.
Anticipo que yo no he entrado en el castillo. Había leído sobre él en internet y he preferido visitar el de Peles (por si no has leído la etapa anterior, es de visita obligada).
Las entradas al castillo de Bran no son baratas, desde luego. Y había mucho, demasiado turista. No me arrepiento de no haber entrado.
A diferencia del de Peles, no te dejan entrar ni a los jardines para que saques fotos. No obstante, se aprecia desde la carretera:
Sin embargo, me permito un consejo. Adéntrate unos 15 minutos en el monte que está detrás del castillo (en frente del museo medieval). Desde allí, a la misma altura que el castillo se tienen unas vistas formidables.
Después de cambiar algunos euros más (no he encontrado aún establecimientos que acepten visa, a excepción del Georgiana de ayer :shock:), me acerco a la parada de bus para ir hacia Rasnov.
El trayecto hasta Rasnov dura unos 15 minutos (4 lei). En esta ciudad, que está levantada por obras, destaca desde la propia carretera su fortaleza en el promontorio.
Para llegar a ella se puede subir andando (he tardado unos 30 minutos) o en un tren chu-chu un poco especial
La entrada a la fortaleza es de 10 lei. Hay que tener en cuenta que la muralla exterior, así como la puerta de entrada están restauradas. Pero el resto de la fortaleza (del siglo XIV) está muy deteriorada.
Se ve que están intentando hacerla atractiva al turista. Así hay personas vestidas con trajes tradicionales, algunos disfrazados para darle ambiente, tienes la opción de hacer tiro al arco... pero con las vistas puestas en vender a los turistas de todo. Vamos que tienes hasta llaveros de Winnie the pooth.
Curioso el pozo, ¡de 146 metros de profundidad!, construido por prisioneros de guerra turcos, a quienes se les prometió la libertad cuando lo terminaran. Al parecer, así fue. Pero 17 años más tarde. Casi los que pasó Jean Valjean preso.
Lo que más me ha gustado ha sido el paisaje que se ve desde este punto elevado.
Por una parte el valle donde se encuentra Rasnov.
Por otra parte el bosque y las montañas detrás de las cuales está Poiana Brasov.
Si no hubiera tenido que ir a Sighisoara hubiera optado por continuar el viaje a través del frondoso bosque hasta Poiana Brasov, pero como no he visto mapas indicativos, ni oficina de turismo donde preguntar por la dificultad o tiempo estimado, pues no me he arriesgado.
Paro en un mercado tradicional a comprar algo de fruta (buenísima) y hacia Brasov. Ahora que caigo: es la primera vez que he comprado en un mercado de abastos, con todo lo que me gusta hacer ese tipo de compra directamente con el aldeano y prepararme la comida en la cocina del hostel. Pero es que Rumanía es tan barato que no merece la pena perder tiempo en ello. Imagino que en el resto de países que visite, como no tendré tanto problema por el calendario, aprovecharé más.