Suena el despertador a las 8:30 de la mañana. Después de haber descansado mas bien poco por culpa de los nervios de lo que seria uno de los mejores viajes de nuestras vidas, comenzamos a recoger los trastos de última hora - cepillo de dientes, maquillajes, bolsa de aseo, etc - para meter en bolsos y maletas. Tras cerrar la ultima cremallera de la maleta, a las 11 de la mañana ponemos rumbo al Aeropuerto de Alvedro. ¡Comienza nuestro viaje!
Una vez en el aeropuerto, facturamos la maletas rápido. Nos toca hacer tiempo durante mas o menos dos horitas. Aunque no tenemos mucho apetito, tomamos un zumo y un croissant cada uno. El avión sale con un retraso de mas o menos media hora. Embarcamos y como siempre 50 minutos de comodidad con la compañía Iberia que nada tienen que ver, como en la etapa siguiente os comentaré, con la aerolínea Pullmantur.
Llegamos a Madrid sobre las 3 de la tarde. Recogemos nuestro equipaje y bajamos al centro en metro. Esa noche nos alojaremos en el hotel NH Alonso Martínez. Escogimos este hotel para alojarnos por su buena situación y por la confianza que nos aporta esta cadena hotelera. Comemos en Taco Bell, para ir abriendo estomago a la comida mexicana, comprobando en días siguientes, que la comida mexicana de verdad no es ni parecida a lo que sirven en esta cadena de restaurantes.
Pasamos el día en Madrid, recorriendo la Calle Fuencarral, en la cual podéis encontrar tiendas chulisimas que se salen un poco de lo que se puede encontrar en cualquier otra ciudad, y la Gran Vía, en lo que acabará siendo una gran tarde de compras. Acabamos en la Puerta del Sol, jugando a una maquinita de cascada de monedas que habíamos descubierto en un viaje a Barcelona. Es superadictiva y estuvimos jugando bastante tiempo.
Para terminar el día subimos a la Azotea del Circulo de Bellas Artes, en donde tomamos una copa y disfrutamos de las vistas de la ciudad por la noche, y cenamos en The Good Burger, en donde hacen unas hamburguesas riquísimas, y a donde recomiendo ir, si lo que se quiere es salir de la rutina de Burger King y Mcdonalds. Ya exhaustos, regresamos a nuestro hotel. Mañana sera un día muy largo en donde nos esperaran diez horas de avión hasta llegar a nuestro destino.
Una vez en el aeropuerto, facturamos la maletas rápido. Nos toca hacer tiempo durante mas o menos dos horitas. Aunque no tenemos mucho apetito, tomamos un zumo y un croissant cada uno. El avión sale con un retraso de mas o menos media hora. Embarcamos y como siempre 50 minutos de comodidad con la compañía Iberia que nada tienen que ver, como en la etapa siguiente os comentaré, con la aerolínea Pullmantur.
Llegamos a Madrid sobre las 3 de la tarde. Recogemos nuestro equipaje y bajamos al centro en metro. Esa noche nos alojaremos en el hotel NH Alonso Martínez. Escogimos este hotel para alojarnos por su buena situación y por la confianza que nos aporta esta cadena hotelera. Comemos en Taco Bell, para ir abriendo estomago a la comida mexicana, comprobando en días siguientes, que la comida mexicana de verdad no es ni parecida a lo que sirven en esta cadena de restaurantes.
Pasamos el día en Madrid, recorriendo la Calle Fuencarral, en la cual podéis encontrar tiendas chulisimas que se salen un poco de lo que se puede encontrar en cualquier otra ciudad, y la Gran Vía, en lo que acabará siendo una gran tarde de compras. Acabamos en la Puerta del Sol, jugando a una maquinita de cascada de monedas que habíamos descubierto en un viaje a Barcelona. Es superadictiva y estuvimos jugando bastante tiempo.
Para terminar el día subimos a la Azotea del Circulo de Bellas Artes, en donde tomamos una copa y disfrutamos de las vistas de la ciudad por la noche, y cenamos en The Good Burger, en donde hacen unas hamburguesas riquísimas, y a donde recomiendo ir, si lo que se quiere es salir de la rutina de Burger King y Mcdonalds. Ya exhaustos, regresamos a nuestro hotel. Mañana sera un día muy largo en donde nos esperaran diez horas de avión hasta llegar a nuestro destino.