Hoy es el día previsto para una de las visitas obligadas cuando vas a NYC: la Estatua de la Libertad.
En verano es de prever mucha gente. Las tarjetas turísticas no incluyen sino el traslado a las Islas de la Libertad y Ellis, y como mis hijas querían subir a la corona que son entradas limitadas, y nosotros al pedestal, en cuanto se pudo hacer la reserva por la web de Statue Cruises, la hicimos. Mas de uno me llamará exagerado pero a primeros de marzo, es decir con seis meses de antelación (solo lo permite el sistema para los meses de verano, lo normal son tres meses), ya teníamos la reserva. Las del pedestal se pueden imprimir en casa o recogerlas el mismo día que se ha reservado. Las de las corona sólo de esta última manera. Por tanto, yo hice la reserva que ibamos a recoger todas las entradas a la vez.
La reserva la habíamos hecho para las 10 de la mañana pero como hay que pasar dos controles (uno para subir al barco y otro para entrar en el pedestal) decidimos de estar antes de la nueve. Así pues tras el correspondiente desayuno, tomamos la línea 1 desde la estacion calle 34-Penn Station en su entrada por la Séptima Avenida (por la Octava pasan otras líneas diferentes) hasta South Ferry. Son las ocho y media y, pese a la hora, en los vagones hay sitio para sentarse. Así que vamos cómodos hasta el final de la línea. La estación South Ferry sufrió muchos desperfectos en octubre de 2012 con el huracán Sandy y se abrió nueva en el abril de 2013. Su salida da justo al embarcadero de los ferries que van a Staten Island (los que tomaba una jóven Melanie Griffith en "Armas de Mujer", si alguien lo recuerda) y que son gratuitos. Hasta la reapertura de la Estatua en julio de 2013, cerrada por el citado huracán, estos ferries eran la única manera de acercarse y ver lo más cerca posible, la Estatua.
El pronóstico del tiempo era que podía llover a lo largo de la mañana para ir despejando por la tarde (Observarán las fotos con cielos grises, unas, y sol, otras, lo que demuestran que acertaron).
El aspecto del cielo no hacia presagiar nada bueno cuando salimos de la estación.
Caminamos hacia el norte por Battery Park y nos encontramos en el camino con el primer recuerdo del 11-S que veremos hoy, la llamada Esfera, que estaba ubicada entre las Torres Gemelas y que sobrevivió abollada al desastre. Hoy, delante, hay una llama de recuerdo a las víctimas de ese día.

Subimos hasta los bancos situados en el exterior. Pese al cielo plomizo hace buena temperatura. Está todo lleno. Da igual pues me quiero quedar en la borda para las fotos.
La impresión que uno siente cuando hace este trayecto es inenarrable. Es de los sitios que da igual que no fuera la primera vez para mí, ni que estemos cansados de verlo en fotos, el encontrarse "cara a cara" con la "Libertad alumbrando al Mundo" sigue siendo un momento especial.


Luego mientras mis hijas suben los 377 escalones que hay hasta la corona (Yo los había hecho la otra vez cuando era "más" joven), nos dedicamos a ver el museo que sobre la construcción hay bajo el pedestal y finalmente bajamos pues hemos quedado a la entrada para recorrer la isla y hacer fotos.



En la Isla de Ellis, como puede verse sólo se detenía al que se le conociera algún delito o estuviera enfermo. Para saber esto último se la hacía una revisión ocular de un minuto y de ella deducían si tenían alguna enfermedad. En este caso se le ponía en cuarentena en los barracones que pueden verse en la foto anterior o en el peor de los casos se le expulsaba. Aunque hoy nos pueda parecer sin importancia era un paso trascendental para entrar en el país a mucha gente que había empleado toda su "fortuna" en venir. Y de ahí el valor símbolico que hoy tiene esta isla. Es por ello que hoy está convertida en Museo.
Vimos la gran sala donde aguardaban su turno para la revisión y lo comparamos con la foto de época:



Al dejar el parque entramos en Broadway, que nace aquí como una sencilla calle. Llegamos a Bowling Green y a la vez que divisimos el "tumulto" (habitual) que rodea el "Charging Bull" (Toro de Wall Street) vemos el Cafe Plaza Deli. Así que entramos. está hasta los topes y la mayoría, como nosotros, turistas. Hacemos la operación de siempre, unos se ponen a la cola y otros buscan sitio. Aunque hay comida preparada preferimos sandwiches, pizza y botellas de agua. Sale todo por 38 $. La verdad que por la hora pero deberíamos haber buscado otro sitio pues la comida no es muy allá. Al lado por unos minutos se sientan otros españoles que cuando ven la oferta se marchan sin comer. Al salir nos acercamos al toro, hay que luchar para hacer la foto pero ahí está.

Seguimos por Broadway hasta ver la Trinity Church y el cementerio que la rodea. Parece curioso que haya sobrevivido esta iglesia entre tanto rascacielo.
Cruzamos por Wall Street hasta encontrarnos con la famosa bolsa y el llamado Federal Hall, presidido por una estatua de G. Washington, que juró aquí como primer presidente de EEUU.


Este actual parque sustituye toda la zona arrasada por la caida de las torres gemelas del Word Trade Center. Hoy son dos inmensas fuentes con los nombres de los muertos ese día en los bordes.

Hoy, el tema de quienes fueron los autores de esta tragedia se ha añadido a la lista de las conspiraciones o montajes al que este país es tan dado: Montaje del viaje a la Luna, Muerte de Kennedy, etc.
Sean los causantes los que sean, la tragedía es real. Y el recuerdo a las victimas necesario.
Allí también vimos el "famoso" peral superviviente.
Pero como dice el dicho, la vida sigue, y hoy está el nuevo rascacielos del que ya hablamos antes:

Abandonamos el Memorial y nos dirigimos a la calle Cortland, donde hay una tienda que todos los blogueros mencionaban: Century 21. Ahora entiendo por qué: entras, recoges una cesta con ruedas, como las del super, y vas echando "cositas": un bolso de Michael Kors, una camisa de Tommy Hilfiger, unos zapatos de Armani, un reloj de...y así y todo a precios de ganga. Ver tanto artículo de lujo expuesto como si fuera ropa de Primark me dejó alucinando. Como es de suponer había muchísima gente y a mí me pareció toda forastera. ¿Vienen a estos sitios gente de aquí?
Tras esta locura de consumismo volvemos a Broadway y nos encontramos St. Paul´s Chapel, que se ha convertido en icono del 11-S tras salir totalmente indemne de las caidas de las torres y edificios adyacentes. Curiosamente estaba ahora en obras de reparación .
Llegamos al City Hall Park, que como su nombre indica es el parque que está delante del Ayuntamiento de NYC. Decidimos tomarnos unos "shakes" (batidos) que hacen en un camión, como hay montones por todas partes, sobre todo de comida rápida, que es como come aquí la mayoría. Nos sentamos a disfrutar de la placidez del parque y volvemos a ver las ardillas que se acercan a la mano de quien le da de comer.

Mientras recorremos el puente tenemos la ocasión de ver el Puente de Manhattan, casi paralelo,




Lo cierto es que bajo el arco del Puente de Manhattan se ve el Empire State. Y que luego volvimos a ver de noche (el verde del Empire se debía a que ese día terminaba el Ramadán y ese es el color del Profeta)


Son cerca de las 7 de la tarde y no anochecerá hata las 8 y media. Así que decidimos parar a cenar algo. Lo hacemos en una pizzería esquina con la calle Front: Front Street Pizza. Un local enorme donde venden las pizzas por porciones ("slices"). La mayoría de los que atienden en la barra son hispanos y por tanto hablamos con ellos en español para pedirles los trozos de pizza, una sopa (que quiere una de mis hija) y una ración de tarta de queso.
Es curioso que cuando le pedimos al que nos servía "tarta de queso" nos dijo que no, que era "cheesecake". Otro a su lado le dijo que era lo mismo. No fue mucho lo que pedimos pero el precio se nota cuando uno cambia de barrio: 15 $.
Tras descansar aquí un rato de la caminata (nos había llevado una media hora con las paradas para fotos) nos fuimos hasta el parque que empieza junto al Puente de Manhattan y acaba pasado el de Brooklyn.
Nos sentamos en el parque con bastante gente que venía también a lo mismo y esperar. Ver primero irse el sol tras los edificios y luego cuando se encienden las luces es un espectáculo que recomiendo. Tiramos fotos y más fotos, tratando de recoger cada instante. Para no aburrir pongo solo una de cada puente:


Después de esto caminamos hasta la estación de York Street y allí tomamos la línea F que nos dejaba en la estación de la esquina del Hotel.
Volvimos a las 21:30. El día había sido realmente completo, emocionante y agotador.
Así que tocaba descansar.