En el viaje de ida nos encontramos con un problema: se nos fundió una luz de cruce que obviamente no pudimos cambiar en el hotel, así que mirando por internet encontramos que a 2 km de Llanes había un taller de Citroën.
Raúl (dueño del hotel) nos indicó como ir para allí. Llegamos a San Roque del Acebal donde nos cambiaron la luz de cruce sin problemas y nos cobraron 17 € (pensamos que nos clavarían unos 100 € la verdad).
Nos fuimos para Llanes y buscando donde aparcar llegamos a la playa de toro. Aparcamos por allí para ver la playa y vimos que había un caminito hasta un mirador, así que nos fuimos caminando por allí.
Desde allí se podía ver toda la playa y los cubos de la memoria tan famosos de Llanes.
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[/img]Después fuimos otra vez con el coche hacia la zona centro y encontramos aparcamiento en una zona apartada pero cerca del centro. Al ser martes, pillamos el mercadillo de allí y empezamos a visitar llanes.
Fuimos por la zona del Fuerte de Moria hasta los cubos de la memoria.
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[/img]Luego paseamos por la zona del puerto y paramos a tomar algo en la Sidreria El pescador donde comimos unas anchoas con queso buenísimas y después a comer a a Casa Canene (justo al lado de la sidrería) que nos lo habían recomendado los del hotel.
La verdad es que comimos muy bien. El menú salía por 11.50 € por persona pero es que te ponen unos platos que son para dos personas!!
Luego nos fuimos para el hotel pasando esta vez por la carretera comarcal por donde pasamos por unas playas muy bonitas y pueblecitos del interior.
Descansamos un poco y por la tarde-noche nos fuimos a Ribadesella a cenar y visitar un poco la ciudad. Básicamente hicimos lo que todo el mundo: visitar la zona del paseo marítimo y subir a la ermita de la Guía para ver los acantilados.
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