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Al día siguiente, a primera hora de la mañana, cogimos el ferry de vuelta a Rossaveal y, de ahí, a Galway… última etapa de nuestro viaje. Qué ganas tenía de, por fin, poder dejar las maletas quietecitas durante un tiempo. Tanto ese día, como los tres siguientes, los dedicamos a descansar, pasear, callejear, ir de compras y disfrutar del ambiente de Galway. Así que no os voy a contar al detalle lo que hicimos cada día, sino que os hablaré de la ciudad y de lo que más nos gusta de ella, de forma general.
Galway fue fundada en el siglo XIII por un invasor anglonormando, Richard de Burgo, y manejada, posteriormente, por 14 familias influyentes… de ahí su apodo de “ciudad de las 14 tribus”. En Eyre Square, la plaza principal, podéis ver los estandartes con los escudos de las 14 familias. Tanto uno como otras la mantuvieron fiel al trono inglés. Fue un importante puerto comercial y destino habitual de barcos españoles, por lo que su relación con España fue muy importante.
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Hoy en día, es una ciudad universitaria y turística, muy animada. Para mi gusto, hay demasiada gente y bullicio y, en ocasiones, me resulta algo agobiante.
Pero reconozco que tengo debilidad por Galway desde la primera vez que fui, hace ya 20 años. Me encanta su historia y restos medievales, su colorido, su ambiente marinero, su música… es una ciudad en la que se “respira” música. Por todo el centro, puedes escucharla (de las tiendas, de los pubs, de músicos callejeros…). No os dejéis engañar. A simple vista puede parecer que no hay gran cosa para ver (no es una ciudad monumental) pero, si “rascáis” un poco, veréis que todo el centro está plagado de restos medievales: cada pocos pasos te encuentras una torre, una placa, un escudo (si os gusta la heráldica, Galway es un paraíso), una escultura… Fijaos bien en los detalles de los edificios, se descubren cosas muy curiosas e interesantes
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Hasta en el centro comercial de Eyre Square podéis encontrar restos de la antigua muralla. Sí, sí, en el centro comercial
. Cuando fuimos, hace 8 años, y lo vimos pensamos que era puro decorado. Hasta que, preparando este nuevo viaje, leí que de decorado nada, que son restos reales de la muralla. Y lo han integrado en el centro comercial de una forma muy original. Si entráis en la tienda de discos HMV, al lado del centro comercial, bajad a la planta inferior y pasaros por el mostrador donde están las cajas. Dicho mostrador es también parte de la antigua muralla ...*** Imagen borrada de Tinypic ***
Os dejo un par de links con información sobre las cosas más importantes para ver:
www.galwaytourism.ie/ ...marks.html
www.galwaycivictrust.ie/ ...activities
Mi parte favorita de Galway ha sido siempre la zona del río, con el arco español y la muralla, en una orilla, y el Claddagh, en la otra. El Claddagh es el antiguo barrio de pescadores del que, posteriormente, surgió la ciudad de Galway. Del antiguo barrio no queda nada y ahora es una zona residencial. Pero es una zona muy agradable para pasear y disfrutar de las bonitas vistas que hay desde ese lado del río... y para ver a los cisnes, que son todo un símbolo de la ciudad (hay una rampa por la que se puede bajar, llegando hasta la orilla del río y es habitual que los cisnes se acerquen. Eso sí, no les deis de comer pan ni nada similar, que es muy peligroso para ellos). Atravesando la zona verde que veréis a mano derecha, os encontraréis con la bahía de Galway.
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En este pueblo de pescadores fue donde surgió el famoso anillo de Claddagh, en el siglo XVII. Seguro que lo habéis visto en alguna ocasión. El corazón simboliza el amor, las manos la amistad y la corona la lealtad y la fidelidad. Se entrega como anillo de matrimonio o como símbolo de amistad. Por todo el centro de Galway podéis encontrar joyerías y tiendas donde venden anillos de Claddagh, de todas clases, colores y precios.
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También tenéis un bonito paseo por el río, pero hacia el otro lado, en dirección a la catedral. Y por el lago Atalia… No dejéis de ver el “St. Augustine´s well”, un pozo de aguas supuestamente milagrosas. No sé si lo serán pero, desde luego, es un sitio muy especial.
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Y, por supuesto, está el paseo por el “Promenade” y la bahía (si hacéis el paseo entero, desde el Claddagh, podréis ver la “Mutton Island” con el faro). En el link que os he puesto del “Galway Civic Trust” podéis leer información tanto del pozo como de la “Mutton Island”.
En el centro, podéis ver la iglesia de San Nicolás, la iglesia medieval más grande aún en uso de Irlanda. Se dice que su visitante más ilustre fue Cristobal Colón, que rezó allí en 1477.
www.stnicholas.ie/history
A la entrada, a mano izquierda, os encontraréis unos folletos en varios idiomas (español incluido), con un recorrido que marca las cosas más interesantes de la iglesia. Merece la pena seguirlo. Vimos mucha gente que entraba, miraba y se iba, sin ver nada de lo que esta iglesia ofrece. De verdad, una lástima. Llaman la atención sus tumbas; en especial, ésta del templario y la de James Lynch.
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Junto a la iglesia, podéis ver la “Lynch´s memorial window”, que rememora la ejecución, por parte de James Lynch (alcalde de la ciudad), de su propio hijo. El motivo: asesinó a un español. La historia completa la podéis leer en el Castillo Lynch (está en Shop Street) que, hoy día, es una sucursal del banco AIB. En el vestíbulo, además de la reconstrucción de una chimenea de época, hay una pequeña exposición con la historia del castillo y con la narración del asesinato y ejecución del hijo de James Lynch, origen de la expresión “linchamiento”. Parece ser que fue todo un acontecimiento en el Galway de la época.
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Os acordáis de que os hablaba de las 14 “tribus” de Galway, ¿verdad? Pues la familia Lynch fue la más importante de todas ellas y por toda la ciudad se encuentran referencias a ella.
Otro punto interesante es el “Hall of the Red Earl”, que perteneció a la familia de Richard de Burgo (el fundador de Galway), descubierto en 1997 y abierto al público recientemente (la entrada es gratuita). Se supone que, en este espacio, se recogían impuestos, se celebraban juicios, fiestas, etc. Ha sido un descubrimiento arqueológico muy importante. Lo que más me gustó fue ver los restos del antiguo pavimento de la ciudad.
www.galwaycivictrust.ie/ ...e-red-earl
La catedral también nos resultó muy curiosa. Es bastante nueva, de los años 50, pero muy bonita y merece la pena acercarse para echarle un vistazo. Lo que más nos llamó la atención fue la capilla dedicada a San José, un personaje de tanta importancia para los cristianos y tan olvidado...
Galway, además , es una ciudad perfecta para, simplemente, callejear y disfrutar de su ambiente, las tiendas, los músicos callejeros, los pubs… En muchos de ellos, hay música en directo a diario. El “Taffees” y el “Tig Coili” (están justo uno enfrente del otro) ofrecen música tradicional irlandesa a diario, tanto a las tardes como por la noche. Pero, en muchos otros, podéis encontrar también actuaciones, tanto de música tradicional como de otros tipos. El bar “Spanish Arch” tenía un grupo muy interesante, al que vimos un par de noches... pero supongo que irán cambiando.
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Para comer, tenéis multitud de opciones. Nosotros, además del “Galleon” que os comentaba antes (en Salthill), estuvimos en varios del centro.
Uno fue el “Riordans”, en High Street, ya que teníamos un excelente recuerdo de él de la vez anterior. Pero, como se suele decir, “segundas partes nunca fueron buenas”. Y, en esta ocasión, fue una total decepción. Eso sí, muy barato. Pero no merece la pena en absoluto. Parece ser que el cambio de dueños no le ha sentado bien a su cocina...
También cenamos en el pub más famoso de Galway, el “The King´s Head”, cuyo edificio data del siglo XIII; unido, como no, a la familia Lynch y con una interesante historia que podéis leer aquí:
www.thekingshead.ie/about
El local es precioso y merece la pena entrar, aunque sólo sea a tomar algo. Y la cena nos gustó mucho, la verdad. Pedimos dos platos fríos: uno de salmón y cangrejo y otro de carnes y quesos. Recomendable.
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Para las comidas os recomiendo el “The pie maker”, en Cross Street Upper. Un local muy pequeñito pero que en el que hacen unos pasteles salados buenísimos. Por 11 euros, os ponen un pastel con salsa de carne, acompañado de puré de patata y guisantes o de ensalada. Por 9 euros, podéis pedir sólo el pastel. Y, si queréis, lo podéis pedir para llevar. Los postres tampoco están mal. Os recomiendo la “Banoffee Pie”.
También nos gustó la “Griffinn´s Bakery”, junto al “The Kings Head”. Un café precioso, con buenos sándwiches, bagels, etc… y con unas tartas riquísimas. No dejéis de probar la de queso con Baylies.
Si os gustan las compras, hay mucho donde elegir. Pero hay dos tiendas que nos parecieron preciosas. Una es “My shop… granny likes it”, en Upper Abbeygate Street. Si buscáis algún recuerdo original, distinto a los que encuentras en TODAS las tiendas de souvenirs, éste es el sitio. Lo que venden es todo de diseñadores irlandeses y, aunque algunas cosas son carillas, podéis encontrar también otras a muy buen precio. Las tazas, por ejemplo, son incluso más baratas que en las tiendas de souvenirs… y, sin lugar a dudas, mucho más originales. La otra tienda que os decía es “Wooden Heart”, en Quay Street, una preciosa juguetería con peluches, marionetas, preciosos puzzles, juegos de inteligencia, etc. Realmente recomendable.
Por cierto, si queréis comprar algo solidario o, simplemente, ayudar a alguna ONG local, podéis entrar en cualquiera de las “charity shops” que hay en la ciudad... y en toda Irlanda. También podéis colaborar con algo de dinero en los botes que las ONG colocan en gran parte de los pubs, tiendas y restaurantes.
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Los sábados (y, en verano, también los domingos) hay un mercado de artesanía alrededor de la iglesia de San Nicolás. Es muy interesante verlo. También ponen algunos puestos de comida. Si veis a un señor haciendo donuts… no paséis de largo. El donut más bueno que me he comido nunca.
Aunque nosotros no hicimos, finalmente, ninguna excursión desde Galway, os comento algunas posibilidades que tenía buscadas para hacer fácilmente en transporte público o tours, por si os sirven de idea. Las excursiones más famosas, además de las islas Aran, son Connemara y la del Burren/Cliffs of Moher (los acantilados más altos de Irlanda). Si no vais con coche, ambas las podéis hacer con tour desde Galway (hay varias empresas que los organizan). Si no la conocéis, la región de Connemara merece mucho la pena. Por otra parte, muy cerca de Galway está Athenry, un pequeño pueblecito medieval . Dicen que su muralla es de las mejores y mejor conservadas. También tiene un pequeño castillo y un centro de interpretación con visitas medievales. Se puede ir tanto en autobús como en tren. Otra opción es la “Ross Errily Friary”, una abadía cercana a Headford (podéis ir hasta Headford en bus, con Bus Eireann o Burke buses y, desde allí, hay un paseo hasta la abadía). Por último, en verano, desde Oughterard, salen cruceros para ver el lago Corrib y la isla de Inchagoill
www.corribcruises.com/ ...Itemid=104
Para llegar a Oughterard podéis coger el bus de Citilink.
Desde Galway, también hay barcos que llevan a ver el lago Corrib
www.corribprincess.ie
Y se acercaba el momento de volver... Para ello, cogimos el autobús de Citylink ( www.citylink.ie ), directo entre Galway y el aeropuerto de Dublín. Algunos autobuses de esta ruta no hacen ninguna parada y, otros, tienen una en Dublín. El nuestro, fue de los primeros.Es muy buena opción y muy rápida. En 2:30 horas te presentas cómodamente en el aeropuerto. Nada que ver con esa interminable ruta de antes entre Galway y Dublín, con cientos de paradas, que parecía que te ibas al fin del mundo y no llegabas nunca. Esta empresa está ampliando el número de líneas en los últimos años y, aunque aún tiene muy pocas , ofrece en algunos casos mejores opciones que Bus Eireann.
Nuestro vuelo salía de la Terminal 2. Era la primera vez que utilizábamos esta terminal, dado que hace cuatro años estaba en construcción. Facturamos el equipaje con bastante rapidez (como os dije, ya llevábamos hecho el "check in") y, mientras esperábamos a que saliera la puerta de embarque, estuvimos viendo las tiendas, compramos unos sandwiches y patatas para comer y, como no lo habíamos hecho en Galway, nos tomamos un chocolate en "Buttlers"... ¡¡¡al mismo precio que allí!!! (en Barajas deberían aprender que aeropuerto no tiene que significar necesariamente "clavada" en las consumiciones
)Por cierto, os recomiendo comprar las tabletas de chocolate que venden en esa tienda. Las de chocolate negro, que son la que nosotros compramos, están riquísimas...Y poco más os puedo contar. El vuelo salió en hora y llegó, sin incidencias, a la prevista. Eso sí, dejamos el sol en Irlanda porque la lluvia nos esperaba en Madrid.
El reloj ya ha empezado la cuenta atrás para el próximo viaje a Éire
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