Nos despertamos ya en Aswan, a las 6 am. Bajamos a desayunar, y a las 7 nos reunimos con los demás en la recepción del barco.
Recogimos nuestras cajas con la comida y cogimos un autocar, que nos llevó a la presa de Aswan, junto al lago Nasser. Nos habían hablado tan bien de este sitio, que cuando lo vimos nos llevamos un pequeño chasco. No nos sorpendió en gran medida; parecía como el mar mismo.
Recogimos nuestras cajas con la comida y cogimos un autocar, que nos llevó a la presa de Aswan, junto al lago Nasser. Nos habían hablado tan bien de este sitio, que cuando lo vimos nos llevamos un pequeño chasco. No nos sorpendió en gran medida; parecía como el mar mismo.

A continuación nos llevaron a ver el obelisco inacabado, que fue encargado por la faraona Hatshepsut. He de decir que también fue un poco decepcionante. Además hacía una calor insoportable y tuvimos que verlo lo más rápido posible. Nos dejaron unos 15 min para ver el mercadillo que había allí, donde me compré un bolso egipcio y un imán.
Volvimos al autocar para dirigirnos a una joyería, donde imagino que el guía se llevaría su parte de comisión. Allí aproveché para comprarme el Ojo de Horus y el Ankh de plata. He de decir que luego en El Cairo los encontré más baratos, pero no sé si eran de plata.
Estuvimos allí haciendo tiempo hasta las 11h, que es cuando salian los autocares para dirigirnos a Abu Simbel. Normalmente la excursión a Abu Simbel se hace de madrugada, pero nosotros quisimos cambiarlo para que al dia siguiente pudiéramos hacer todas las excursiones opcionales que queríamos, ya que sino no daba tiempo.
Nos juntamos con más españoles, compartiendo el mismo guía y el mismo autocar (por suerte, algo más cómodo), esperamos al convoy policial y a las 11h aprox partimos hacia Abu Simbel. Llegamos allí a las 14h. Nos dieron una brevísima explicación y nos dejaron 1.30h aprox para visitarlo y hacer fotos en el exterior (dentro no dejan ni hacer fotos ni grabar en vídeo; lo intentamos incluso, pero no pudimos).
Abu Simbel está compuesto por dos templos: el llamado 'templo mayor', dedicado al faraón Ramsés II y a los dioses Ra, Ptah y Amón;
Volvimos al autocar para dirigirnos a una joyería, donde imagino que el guía se llevaría su parte de comisión. Allí aproveché para comprarme el Ojo de Horus y el Ankh de plata. He de decir que luego en El Cairo los encontré más baratos, pero no sé si eran de plata.
Estuvimos allí haciendo tiempo hasta las 11h, que es cuando salian los autocares para dirigirnos a Abu Simbel. Normalmente la excursión a Abu Simbel se hace de madrugada, pero nosotros quisimos cambiarlo para que al dia siguiente pudiéramos hacer todas las excursiones opcionales que queríamos, ya que sino no daba tiempo.
Nos juntamos con más españoles, compartiendo el mismo guía y el mismo autocar (por suerte, algo más cómodo), esperamos al convoy policial y a las 11h aprox partimos hacia Abu Simbel. Llegamos allí a las 14h. Nos dieron una brevísima explicación y nos dejaron 1.30h aprox para visitarlo y hacer fotos en el exterior (dentro no dejan ni hacer fotos ni grabar en vídeo; lo intentamos incluso, pero no pudimos).
Abu Simbel está compuesto por dos templos: el llamado 'templo mayor', dedicado al faraón Ramsés II y a los dioses Ra, Ptah y Amón;


y el denominado 'templo menor', dedicado a Nefertari, la esposa favorita de Ramsés II, así como a la diosa Hathor.

El primer templo es increíblemente enorme. Esculpidas en la misma roca las estatuas colosales de Ramsés II en la entrada... y el interior también es espectacular. Muy bien conservado.
Como curiosidad, dentro del santuario contiene las 3 estatuas de los dioses y 1 del faraón, los cuales son alumbrados por la luz solar solamente 2 días al año, a excepción del dios Ptah que era el dios de la oscuridad. Se cree que estas dos fechas correspondían al cumpleaños y a la coronación del rey.
Sin palabras; espectacular.
El segundo templo es algo más pequeño, con lo que se ve enseguida.
Nos dimos prisa para estar a la hora en el autocar, ya que sino no tenían más remedio que dejarnos allí, ya que el convoy no esperaba a nadie. No pudimos comprarnos nada en el mercadillo de allí.
Otras 3h de viaje para volver a Aswan. Llegamos a la motonave reventadísimos, sobre las 19.30h. Sin ducharnos ni nada, fuimos directamente a cenar. Nos enteramos que a la noche había un espectáculo de danza del vientre y de un derviche. Nos quedamos a verlo; estuvo bastante bien, sobretodo el derviche.
Como era ya la última noche que pasábamos en el barco, aprovechamos para juntarnos algunos y dar una vuelta nocturna por Aswan. Fue muy curioso, porque a pesar de ser las 23h habían muchos niños jugando en los parques (también aclarar que justo ese día y el día siguiente eran festivos para ellos). Llegamos a un mercadillo típico, en el cual no vimos ningún otro turista, que parecía también una feria por la música tan alta que ponían. Por el camino, vimos una auténtica boda egipcia, en un barco amarrado al muelle.
Llegamos a nuestra motonave sobre las 24h, nos duchamos y nos quedamos dormidas enseguida. Había sido un día muy intenso.
Como curiosidad, dentro del santuario contiene las 3 estatuas de los dioses y 1 del faraón, los cuales son alumbrados por la luz solar solamente 2 días al año, a excepción del dios Ptah que era el dios de la oscuridad. Se cree que estas dos fechas correspondían al cumpleaños y a la coronación del rey.
Sin palabras; espectacular.
El segundo templo es algo más pequeño, con lo que se ve enseguida.
Nos dimos prisa para estar a la hora en el autocar, ya que sino no tenían más remedio que dejarnos allí, ya que el convoy no esperaba a nadie. No pudimos comprarnos nada en el mercadillo de allí.
Otras 3h de viaje para volver a Aswan. Llegamos a la motonave reventadísimos, sobre las 19.30h. Sin ducharnos ni nada, fuimos directamente a cenar. Nos enteramos que a la noche había un espectáculo de danza del vientre y de un derviche. Nos quedamos a verlo; estuvo bastante bien, sobretodo el derviche.
Como era ya la última noche que pasábamos en el barco, aprovechamos para juntarnos algunos y dar una vuelta nocturna por Aswan. Fue muy curioso, porque a pesar de ser las 23h habían muchos niños jugando en los parques (también aclarar que justo ese día y el día siguiente eran festivos para ellos). Llegamos a un mercadillo típico, en el cual no vimos ningún otro turista, que parecía también una feria por la música tan alta que ponían. Por el camino, vimos una auténtica boda egipcia, en un barco amarrado al muelle.
Llegamos a nuestra motonave sobre las 24h, nos duchamos y nos quedamos dormidas enseguida. Había sido un día muy intenso.