Chennai ✏️ Diarios de Viajes de IndiaChennai. Las afueras de Chennai vistas desde el tren a mi llegada, están plagadas de chabolas hechas con hoja de palmera trenzada, con planchas metálicas, plástico y cualquier material de desecho. Estas pequeñas cabañas están rodeadas de basura...Diario: Pulso indio⭐ Puntos: 5 (1 Votos) Etapas: 23 Localización: IndiaChennai Las afueras de Chennai vistas desde el tren a mi llegada, están plagadas de chabolas hechas con hoja de palmera trenzada, con planchas metálicas, plástico y cualquier material de desecho. Estas pequeñas cabañas están rodeadas de basura, de la que sólo quedan plásticos, todos los restos orgánicos son rápidamente aprovechados por vacas, cabras, perros y ratas. Al llegar tomo un autoricksaw hasta el hotel: YWCA Guest House. Un gran edificio rodeado de bonitos jardines. La habitación es estupenda, amplia y limpia, con el baño muy limpio e incluso ducha de agua caliente. No hay wifi, pero la hay en el salón de recepción, previo pago de 100 rps. por día. La habitación cuesta 900 rps la noche. En la planta baja está también el restaurante que ofrece comida de buffet. En cada planta hay una sala con tv. Yo estoy en la 3ª. Para mi primera salida en Chennai, decido ir caminando hasta el Government Museum, recomendado en la guía Lonely. Pido indicaciones al recepcionista, que me hace un pequeño dibujo, luego voy preguntando a los que me parece que pueden saber inglés, (muy pocos) para cerciorarme de que voy bien. Al entrar a los jardines del museo, lo mismo que pasa al llegar al hotel, encuentras un lugar tranquilo y arbolado, donde poder relajarte y refrescarte después del agobiante calor, ruido y polución de las calles. El museo es grande y tiene salas de arqueología, escultura hindú y jaimista, zoología con esqueletos y animales disecados (aquí llegaron visitas de escolares uniformados, niños y niñas con sus cuadernos en la mano apuntando cosas que veían o leían, mientras la maestra y los vigilantes se preocupaban sin éxito de que no tocaran las vitrinas. En el departamento de geología habla conmigo un señor encargado de explicar las cuestiones científicas y técnicas de esta sección. Llegó un grupo de jóvenes y se puso a explicarles los paneles y objetos expuestos en lengua tamil, supongo. Ya he pasado en este viaje por tres estados con lenguas diferentes: el hindi (en Uttar Pradesh), el oriya (en Orisha) y el tamil (en Tamil Nadu). Para visitar el siguiente edificio del museo hay que pasar por un jardín con esculturas al aire libre donde algunas mujeres están dibujando estatuas del natural. No he traído mi block de dibujo, pero saqué mi libreta roja del bolsillo y me puse a dibujar a bolígrafo, yo también, una estatua de Vishnu. Cuando acabé entré en conversación con Sandhya que estaba dibujando cerca. Era una pintora y me dio una tarjeta donde indica una web suya. Le expliqué mi plan de visitas en Chennai y me dio algunos consejos, sobre cuáles de los lugares estaban cerca unos de otros para ordenar mejor las salidas. Otra sala está dedicada al folklore de Tamil y otras partes de India, vestimentas, marionetas, juguetes, herramientas, adornos, instrumentos musicales,… Una de las piezas expuestas es un poste del sacrificio Meriah. Los Khond, tribu del estado de Orisha, llevaban a cabo sacrificios humanos (Meriah) a la diosa Tierra, para asegurar una buena cosecha. La víctima se ataba a un tronco horizontal encajado en un poste vertical, de forma que pudiese girar. Se la intoxicaba con licor y luego se la hacía girar rápidamente para que se desmayase y no gritase. Se creía que la madre Tierra sólo aceptaba el sacrificio si la víctima no gritaba. Parece ser que esta práctica ritual continuó hasta la llegada de los ingleses. Pasé a la muestra de estatuas de bronce de distintas épocas, todas ellas dedicadas a representar los dioses y diosas del hinduismo. Intenté fijarme en las características físicas que diferencian a cada uno, Muchas veces es difícil distinguir cuáles son masculinos o femeninos, porque los masculinos se representan con formas, gestos y posturas muy delicadas como Krishna, que parece mujer pero no lo es. Visnhu es la parte masculina que junto a Parvati (femenina) forma a veces una deidad única hermafrodita. El número de brazos tampoco sirve como criterio distintivo, puesto que con 4 brazos hay muchas diosas como Natesa o Nataraja. Me voy dando cuenta de que hay montones de símbolos que pasan desapercibidos a los no iniciados. Las posiciones de cada dedo de las manos, de los brazos y piernas, los objetos o animalillos que sostienen, los seres sobre los que están en pie,… no sé lo que significan pero intuyo que cada cosa simboliza algo. Al mirar con más atención que nunca estás estatuas (extraídas del contexto) percibo en ellas una cualidad de belleza muy espiritual, que es difícil observar en los templos o en representaciones que recargan las formas hasta límites que superan el horror vacui del estilo rococó. Por último visité, en otro edificio, colecciones de pintura y escultura de los siglos XIX y XX. En conjunto, la visita me ha merecido la pena y las 250 rp. de entrada, más otras 200 de permiso por hacer fotos. Consulté a la recepcionista lo que podría cobrar un auto por ir hasta Marina Beach, me dijo que 100 rp. y eso ofrecí al primero que vi. Como el pedía 200 dije no y en cuanto me moví, me llamó para aceptar el precio. A veces, incluso con un precio acordado de antemano te piden más al llegar al destino. Dice la guía que en caso de apuro, basta con mencionarles la policía de tráfico. Marina Beach es un paseo que recorre la playa de Chennai, después de un pequeño recorrido me metí a la playa donde ofrecían paseos a caballo, se ven puestos de comida al principio y luego atracciones: caballitos de movimiento manual, un panel de globos y escopeta para disparar y un montaje de siluetas de madera como para hacerse fotos con ella. Una mujer tenía un puesto de caracolas y las sacaba un bonito sonido soplando por un extremo. Me recordó una caracola que sirve para llamar a asamblea y es símbolo de humanidad en El señor de las moscas de W. Golding y le compré una, aunque yo no consigo que suene. Ello fue bueno para el negocio, porque al oír a la chica hacer sonar las caracolas se acercó mucha gente. La playa es anchísima y se tarda en llegar al mar. La orilla es la zona más poblada, con gente sentada en la arena. Vi puestos en los que tuestan mazorcas de maíz con fuego. Recordé el ambiente de la playa de Mumbai. Kapaleeshwar es el templo más activo de Chennai. Tiene una ornamentación muy recargada. Toda la superficie exterior de los edificios está absolutamente llena de estatuas policromadas. Al entrar tuve que descalzarme, lo que supuso dejar mis sandalias en plena calle y tuve cierta inquietud por ellas. Dentro del recinto está el templo grande y varios pequeños. Todos ellos con devotos haciendo sus plegarias, santiguándose o persignándose en una gran variedad de modos diferentes. Todo el conjunto rebosaba de actividad religiosa. Mucho más tranquilo es el templo de Ramakrishna Mutt. Es un edificio con un gran espacio interior, como una catedral. Dentro unas pocas personas meditaban sentados en las alfombras en absoluto silencio. En el lugar del altar hay una estatua realista de Sri Ramakrishna Mutt, que debió ser un guru o santo del siglo XIX. También hay imágenes fotográficas antiguas de otros gurus, llamados aquí Swami, como el Swami Vivekananda, que fue también poeta y hay un edificio que es un memorial en su honor porque es un lugar donde el venía a meditar. En un mural exterior hay una pintura como un cómic. Con dos imágenes y dos leyendas. Una dice: Una noche en que hubo una fuerte lluvia y caían goteras en el templo, Maharaja se mantuvo toda la noche sosteniendo un paraguas para que la fotografía de Ramakrishna no se mojase. Y en la otra leyenda, resumo que, el devoto estuvo abanicando la imagen para que no pasase calor. Al salir, los conductores que paraban sus autos no me entendían la dirección a la que quería ir, ni hablada ni escrita. Apareció un señor, hablando inglés que quería ayudarme y él consiguió explicar a uno de los chóferes como se iba hasta allí. Paré en el mismo museo que había visitado ayer, pero no pagué entrada porque sólo quería estar en el jardín de las estatuas. En esta ocasión, no había nadie dibujando, pero yo venía pertrechado con mis acuarelas y estuve sentado plácidamente al frescor de los árboles, observando y pintando dos estatuas del siglo XI. Me fijé también en una figura sin cabeza con algo entre las manos a la altura de la ausente boca, con la inscripción Siyagana blowing conch, es decir, Siyagana soplando la caracola. Obra del siglo IX. La referencia literaria que ayer motivo que comprase una caracola, se vio reforzada con una mucho más antigua. Vivekanandar House se compone de dos edificios, uno de ellos es un Centro Cultural, donde se dan cursos de meditación, yoga, pintura,… a los que los desheredados pueden asistir gratuitamente. El otro edificio es como un memorial de la vida del Swami Vivekananda, del que se cumplen ahora 150 años de su fallecimiento. Fue discípulo de Ramakrishna Mutt, y su pensamiento da al hinduismo una visión personal que afirma que dios se encuentra en el alma humana, se manifiesta contra el egoísmo y plantea un ideal de servicio a la humanidad y renuncia. A finales del siglo XIX estuvo en el parlamento americano participando en una convención sobre las religiones del mundo y el dio su discurso en nombre del hinduismo. Se pueden ver fotografías en blanco y negro de la historia de su vida, acompañadas de paneles explicativos. Debe de haber buena financiación del memorial, porque en una de las salas proyectaban una película 3D con los últimos recursos técnicos de la imagen, en la que se recrea su mensaje mediante una animación muy conseguida. Finalmente entré en la sala de meditación. Una pequeña sala circular bajo una cúpula, pintada de un delicado azul. En el lado opuesto a la entrada, a modo de altar está su fotografía de rostro sereno, con collar de flores, cuencos con agua y vegetales, incienso, muy tenue iluminación. Había otro hombre sentado en el suelo meditando y yo me senté en una silla a respirar ese sugerente ambiente meditativo y espiritual. Recordé que el ensayista A. Marina dice que lo que es en Oriente, meditación, es lo que en Occidente llamamos recogimiento. Al salir del monumento, se ve al otro lado de la carretera el paseo de la playa. La carretera tiene 4 carriles, dos en cada dirección y un tráfico abundante y rápido. En un momento tomé la decisión de cruzar y pude llegar hasta la línea continua del centro, dónde pasé unos momentos muy apurado, ya que los vehículos de las dos direcciones, cruzan la raya cuando quieren y los veía venir hacia mí, a la luz declinante del crepúsculo. Pasé verdadero peligro, porque me pasaban casi rozando, hacía gestos a los coches, hasta que alguno tuvo piedad de mí y me facilitó que acabase de cruzar. He pasado un día muy agradable, con momentos de mucha paz, pintando y en las salas de meditación. También di un bonito paseo al lado de la playa, a la puesta de sol, ya sin calor y disfrutando de observar. Los trayectos en auto también me han gustado por todo lo que se ve en el camino. Hacia cualquier sitio que mires están pasando cosas que llaman tu atención. Recuerdo que me decía Álvaro que cuando va a España se aburre, que es todo tan tranquilo y ordenado que no pasa nada. Le pregunté al recepcionista donde podía encontrar un locutorio, uno de esos STD, para llamar por teléfono a mis padres. Me dijo que me salía el mismo precio llamando por el móvil. Y así lo hice. Terín y Maruja, de 87 años los dos, se han puesto contentos con mi llamada. Mi madre, también se puso al aparato y me decía: ya me contarás el viaje cuando vuelvas. Los he escuchado bien a los dos y, aunque Yoli y me hermana Michi, me dan noticia de ellos de vez en cuando, me alegra de nuevo saber que están bien. Resulta curioso que en las llamadas internas de India se oye fatal, pero en esta de larga distancia el sonido era perfecto. Ahora tendré que recargar dinero en el teléfono. Para ello tengo que comprar una tarjeta que venden en algunas tiendas. A ver si la encuentro. Con Yoli y con Pánkaj me comunico a menudo a través de email y de whatsap. Lo que voy escribiendo en este diario, lo voy enviando, junto con fotografías, a un grupo de 14 personas formado por familiares y amigos. Índice del Diario: Pulso indio
01: Katmandú
02: Varanasi
03: Bhubaneswar
04: Coromandal Express Train
05: Chennai
06: Cholamandal Artist's Village
07: Mamallapuran
08: Pondicherry
09: Auroville
10: Chidambaram
11: Tanjore - Thanjavur
12: Trichi
13: Madurai
14: Meditando la trascencencia. Viaje al fin del mundo
15: Kanyakumari
16: Kovalam
17: Varkala
18: Cochín
19: Panaji
20: Gokarna
21: Hampi
22: Goa
23: Recapitulaciones
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