ETAPA XIII: MARAVILLOSO RENACIMIENTO DEL SUR DE SRI LANKA ✏️ Diarios de Viajes de Sri Lanka

Cuando sonó la alarma del reloj de Miguel , ostras, lo siguiente que oímos fue el goteo incesante de la lluvia sobre la terraza de nuestra habitación en el Lonely Beach.

Ufff, esto sí que no nos lo esperábamos . Cierto es que cuando regresamos de Rekawa y comenzó a llover, creímos que sería algo pasajero pero no, parecía que había estado toda la noche cayendo y viendo el cielo tan cubierto... no auguraba nada bueno.

Nuestra buena suerte con el buen tiempo se había acabado y este día, sufriríamos el monzón en Sri Lanka. Bueno, tampoco nos podíamos quejar ¿no? Prácticamente dos semanas de viaje en plena temporada de lluvias y únicamente alguna tormenta dispersa hasta el momento.

Pues nada, al mal tiempo, al mal tiempo buena cara ¿no? Jajajaja, y así es como nos tenemos que tomar todo en esta vida en general jajajaja.

Pero antes de seguir con la ruta establecida, teníamos que desayunar y reponer fuerzas para este día. El desayuno en el Lonely Beach bien, bastante bien y correcto . Huevos al gusto, tostadas, zumos, café, té, leche,… ah, otra anécdota, tonta, pero ahí va jajajaja. Joerrrr, acabamos de la mermelada hasta el pirri tíos jajajaja, tooodos los días, en todos los alojamientos, la misma mermelada , un mix de frutas en el que predominaba la piña que…. aunque estaba buenísima, sobre todo, con las crepes típicas de Sri Lanka , después de 15 días, ya la estaba aborreciendo jajajaja. Supongo que cuándo leáis esto y vayáis al País…. Ya me contaréis a vuestra vuelta ¿ok? jajajaja.

Hala majos, que ya me he vuelto a ir por los Cerros de Úbeda. Luego, no me extraña que lleve dos meses para hacer un diario jajajajaja.

Y a las 8:30 en punto, vino Sisi a por nosotros. Madre míaaaaa, que barrizal había ya en la puerta del hote l!! Pobre Sisi, como le pusimos la van pero él, majísimo y encantador como siempre, nos dijo que no nos preocupáramos que eso se limpiaba al final del día y solucionado. Todo un señor de verdad !! Nada más subir, repasamos el itinerario a hacer hoy y lo primero que le preguntamos fue si nos dejaría la lluvia hacer las visitas establecidas y nos respondió que sí, así que con la moral bien alta, un buen chubasquero que ya nos acompaña desde hace 11 años , los compramos en Tailandia y no tendremos ninguno igual el día que se estropee y… un buen paraguas también y adelante con el día.

La ruta programada iba a ser desde Marakoliya para acabar en Unawatuna a dormir y visitando en ruta la Playa de Goyamboka, el Blow Hole, el Templo de Wewurukanala, el Faro de Dondra y la Playa de Mirissa y, ya, desde aquí ir a Unawatuna para pasar la noche.

Sólo iba a haber un pero este día, la lluvia. Como habéis leído, teníamos varias visitas a playas para darnos un baño, pasear por la orilla del mar y relajarnos unos raticos antes de proseguir con todo lo demás pero…. nos tuvimos que conformar con verlas y hacer unas cuantas fotos .

Y así fue como empezamos con el día, primera parada, la Playa de Goyamboka, bueno, si se puede llamar parada porque… poco la pudimos disfrutar . La verdad, que ésta en un día soleado y sin monzones de por medio, sinceramente, tenía una pinta magnífica, playa de estas de postal de paraíso pero, lógicamente, no pudimos ni bañarnos, ni siquiera dar un paseo por ella porque el mar se había tragado parte y no era plan para acabar chipiados completamente y llenos del barro que se había organizado en el camino para llegar hasta ella.

Terminada esta rápida visita de la Playa de Goyambokka, vuelta al coche y a seguir con la ruta. Ahora tocaba ver el magnífico Blow Hole.

En poco más de 30 minutos llegamos hasta la población de Kudawella se encuentra el Hummanaya Blow Hole.

No es más que una brecha o hendidura hecha en una roca llamada Ho o Maniya que, en época de monzón, el mar pude llegar a brotar de la misma en forma de Geiser, alcanzando una altura de hasta 25 metros . Dicen que es el segundo más alto del mundo y… vaya que sí es espectacular ver esta visión, GUAAAAU !! Jajajaja,

Aunque la denominación real de este fabuloso fenómeno se conoce como espiráculo y es el único conocido en Sri Lanka.

Su ubicación se encuentra después de pasar las poblaciones de Matara y Dikwella, localidades de la Provincia Sur del País y en el pequeño pueblo de pescadores llamado Kudawella.

Un espiráculo, en realidad, es una cueva marina que crece hacia adentro y hacia arriba, lo que resulta en un eje perpendicular a la superficie abierta. Se producen cuando hay una unión débil en la roca y como las olas golpean y erosionan la misma justo por encima de la línea de flotación de una cueva, pues poco a poco se va formando cada vez más este espiráculo.

Cuando una ola golpea la roca, el agua empuja a través de la longitud de la cueva en cada vez mayores niveles de presión de manera que cuando llegue a la superficie, esta presión de agua lo hace con una fuerza explosiva increíble . El primero en longitud en el mundo es el Blow Hole de Bicheno, una pequeña ciudad en la costa este de la isla australiana de Tasmania, la cual proporciona horas y horas de diversión para los visitantes y, por supuesto, no nos olvidemos del Blow Hole de Sri Lanka, segundo en importancia a nivel mundial .

Cada vez que el espiráculo "entra en erupción" , uno nunca sabe lo que va a conseguir en cuanto a la forma y tamaño del salto del agua. Una cosa es segura, ya podéis ir preparados para daros, en alguna ocasión, una buena ducha jajajaja. Avisaos quedáis jajajaja . Y aquí es cuando comienza la diversión jajajaja.

Siguiendo hablando de lo que, en realidad nos interesa, el Blow Hole de Kudawella, para llegar a él, una vez Sisi nos dejó bajar del coche, se tiene que atravesar un camino ascendente empedrado, el cual, los lugareños ya se están encargando de explotar, aparte de que hay que pagar en una pequeña caseta que se han montado allí, y… aquí me vais a disculpar pero… como este día llovía tanto, una vez que entrábamos en la van, nos dedicábamos a secarnos bien con una toalla que llevaba a mano para este menester y… los dos últimos días, no tomé las notas de los gastos pero… así, a bote pronto, creo que fueron 300 rupias por personas.

Bueno, una vez pagado y con nuestro ticket en la mano y en la otra el paraguas , continuamos andando por el camino empedrado. Los locales, sabiendo que esto tiene tirón tanto entre los turistas como los locales, sí, sí, locales. El día que fuimos nosotros, prácticamente éramos los únicos guiris jajajaja, y el resto, turistas locales, los cuales, no os podéis ni imaginar cómo disfrutaron viendo este fenómeno de la naturaleza jajajaja. Halaaa, que ya me he vuelto a ir de lo principal que os quería contar jajajaja. Bueno, pues han aprovechado para poner puestos de comida, sobre todo de pescado en salazón que olía a mil demonios , algún que otro de souvenirs y chorradicas para los críos como globos jajajaja, pero la verdad, se hace muy ameno el trayecto hasta la mencionada roca al borde del mar.

Esta roca con una larga pero estrecha fractura en el medio, si el mar está agitado como aquel día y se da la circunstancia de que haga bastante aire, ambas cosas hacen que las olas se agiten con fuerza e inmediatamente chocan contra el acantilado haciendo que el agua brote a través de la grieta y pase a través del agujero en la parte inferior de la cueva , lo que hace que, de repente, sople y se eleve con una altura considerable por encima de nuestras cabezas jajajaja.

La zona circundante a este “geiser natural” está vallado como medida de prevención y precaución que te impide acercarte a él puesto que se puede llegar a correr el riesgo de caerte y esto, aquí, resultaría fatal. está siempre lleno de zumbido causado por el agua de mar por tierra a través del orificio natural y se puede escuchar un poco lejos del sitio.

Una vez allí, toca esperar unos minutos porque no se sabe con certeza en qué momento se va a dar este fenómeno por lo que hay que estar preparado con la cámara a mano porque una vez se produce, todo es muy rápido. Eso sí, aparte de la altura que pueda llegar a alcanzar en cada explosión, a mí, lo que me encantaba era el zumbido que se creaba causado por el agua del mar pasando a través del orificio natural y que… es bastante alto en decibelios puesto que, nosotros, antes de llegar, yendo por el camino, en una ocasión lo escuchamos y es sencillamente maravilloso .

No en todas las ocasiones en las que se da el espiráculo, alcanza la misma altura. Hay veces que sube sólo unos pocos metros y… en otras, WOWWWW , vaya tela, se alza por encima de nuestras cabezas llegando a alcanzar los 25 metros de altura

Sinceramente, puede que os parezca una chorrada pero yo disfruté como una enana jajajaja , esperando la siguiente explosión y posterior geiser para ver a cuánta altura podía subir y… jajajaja, las gotas que te salpicaban.

Ya han sabido explotarlo, sí señor, creando una entrada de pago, vamos, que desde luego, no pierden ocasión en cobrarte por todo jajajajaj pero, lo mejor de esto, es que por lo menos, han abierto un centro de información sobre la vida marina y se puede pasar a él aunque ya no sé cómo es porque, realmente, no entramos.

Lo que sí hicimos, fue salir del camino principal para acabar en una playa que allí se encuentra. Sinceramente, no sé deciros el nombre porque no lo sé pero las vistas, una vez comenzamos el descenso por el mismo camino que el de ida hacia el Blow Hole, eran súper bonitas y aprovechamos para ver la zona y sacar unas cuantas fotos, más para información que por otro motivo.

Pasamos una media hora allí y después de pillar unos buenos vídeos, volvimos con Sisi para continuar con la ruta establecida para este día pasando, por supuesto, de nuevo por el camino empedrado y sus peculiares habitantes !!

Siguiente parada: el Templo de Wewurukannala, situado en Dikwella, a 22 kilómetros de Matara.

En poco más de 30 minutos llegamos al templo y en este momento, madre míaaaa, como llovía !! Lo bueno era que íbamos a estar a cubierto dentro del Templo pero… ya empiezo con los peros jajajaja, había que entrar descalzo desde la zona exterior donde no estaba pavimentado , si no que había un barrizal montado… de flipar !!

Bueno, como aún nos quedaban algunos pares de calcetines de los viejos , que ya los llevamos a idea para usar y posteriormente, tirarlos, allá que fuimos hacia la zona de la taquilla para pagar y el señor que se encontraba dentro de la caseta, muy amablemente nos comentó que para no acabar como un Cristo, que nos los pusiéramos en el porche de entrada al templo. Que majete el hombre!! Pero bueno, no nos sirvió de mucho ya que al entrar todo el mundo, se celebraba una festividad y estaba a parir de gente, todos los locales vestidos de blanco y con sus ofrendas en la mano, sinceramente, precioso el ritual de las ofrendas, pero el piso estaba totalmente mojado y con charcos así que… aunque nos los pusimos en la entrada, ésta estaba empapada y en unos momenticos, estos estaban chipiadicos perdidos y lo peor, la sensación de humedad constante en los pies, argggg jajajaja !!

El Templo de Wewurukanala también se diferencia de los otros que habíamos visitado durante nuestro itinerario por el País en algunos detalles por lo que os recomiendo dicha visita, os gustará, eso sí, si no estáis ya hasta el pirri de templitos y Budas jajajaja.

Dicho Templo es el hogar de la mayor estatua de Buda en la isla, un coloso de hormigón 50 metros , inconfundible dado su color dorado, fue construido a finales de 1960. Este Buda de aspecto arrogante se muestra en postura sentada, envuelto en túnicas naranjas (excepcionalmente, los dos hombros están cubiertos) y encima de su cabeza porta un sirsapata o el equivalente Budista a un halo, supuestamente en representación de la llama de la sabiduría aunque… en esta ocasión, se parece más una enorme helado jajajaj.

En la parte posterior de este gran Buda, os encontraréis con que se puede acceder a su interior mediante unas escaleras que ascienden hasta la parte superior con 7 pisos de altura . Dentro de él, hay una gran colección de pinturas Jataka, al estilo de los Ninots de las Fallas de Valencia, jajajaja , sí, sí, todo este Templo en sí, es como una enorme Falla con cientos de ninots en todas las salas.

Ya os digo que… nada más llegar, lo primero que veréis será este enorme Buda a la izquierda del templo principal que data de finales del Siglo XIX y contiene un impresionante conjunto de gigantes Budas en varias poses que… jajajaja, me río porque, de verdad, es que es kitch total, no os lo podéis perder.

Por cierto, como comprobaréis, hay algunas fotos sobre todo las del interior que se ven como borrosas . Eso es porque era tal la cantidad de incienso y humo y la poca luz que había en el interior de la sala que había poca claridad.

Esta sala principal, está circundada por un pasillo que lo rodea y en ella encontraréis cientos de figuras a tamaño natural.

Pero no sólo contiene este edificio principal si no que fuera, pasado el enorme Buda dorado, a su izquierda también, se encuentra el santuario principal siendo la parte más antigua del conjunto con unos 250 años de antigüedad decorado con murales de preciosos colores.

Al lado de éste, otra sala alberga un “pasillo de los horrores” donde se muestran los diferentes castigos que aguardan a los malhechores en la otra vida. Vamos, parece que estéis en el túnel de los horrores de las típicas ferias que se ponen en las fiestas de las grandes ciudades españolas jajajaj.

Dicho esto, os cuento que la cosmología budista describe más de veinte infiernos, incluidos los fríos y calientes , en los que los pecadores son encarcelados por tiempo indefinido. Esta colección horripilante muestra estatuas siendo aserradas por la mitad, hervidos en aceite y empalados en estacas por los demonios del lugar . Todo este corredor muestra una serie larga de pinturas en sus paredes donde se representan varios pecados.

Y si a esta visita le añadimos todo el ritual de los locales… buah, fue total , de verdad jajajaja.

Ah, y para acabar este sensacional paseo por este curioso Templo, entramos en una de las múltiples salitas que hay por el exterior y aquí, un Santón me hizo un ritual en el que, ufff… no sé cómo explicaros pero sentí algo especial , sus manos tenían poder, como una fuerza que me relajaba y sus palabras que, por supuesto, no entendí nada de ellas, me produjeron una paz inmensa. Él me puso un cordel de color blanco y ya, en inglés, me dijo que esta cuerda no debía quitármela, ella se caería sola en el momento en que cumpliera su función. Si os digo la verdad, no sé a qué se refería porque no pude entenderle en la mayoría de sus frases pero sí que me transmitió algo mágico.

Ah, jajajaja, y para acabar, no nos pidió propina ni nada por el estilo, algo rarísimo ¿verdad? Vamos, sólo les falta que nos cobren ya hasta por respirar en Sri Lanka, sólo una foto con él y que, por favor, se la enviáramos por correo y… lo siguiente, fue muy curioso también jajajaja, porque en vez de escribirla, ya os podéis imaginar para imitar la caligrafía, madre míaaaa, él la tenía apuntada en un papel y el tema consistía en que hiciéramos una foto también a la dirección para tenerla bien guardada.

Sinceramente, hasta que no me he puesto a relatar la visita de Wewurukanala y he visto las fotos, no me acordaba de este hecho y ahora, en estos momento, estoy con una sonrisa en mis labios recordando esta simpática anécdota jajajaja.

Bueno, y qué pasó con el cordel?? Pues que haciendo snorkell en Maldivas, de estar todo el día en el agua, ella misma, efectivamente, se partió pero… hasta ahora, no me ha ocurrido nada, ni demasiado bueno, ni demasiado malo. Joerrrr, yo pensaba que este año me tocaría la Lotería de Navidad o la del Niño pero hijos, na de na jajajaja.

No subimos a la estatua del Gran Buda dorado. Es que no sabéis cómo se encontraba el templo, petao de gente por todos lados y entre el paraguas y tener que ir pisando sobre mojado… decidimos poner punto y final y salir en busca de Sisi que nos aguardaba en la misma puerta con toallas pequeñas para que nos secásemos y… por supuesto, los calcetines que su buena función nos hicieron… acabaron en el fondo de una papelera de al lado jajajaja.

Uy, no me he acordado de poner algún vídeo del interior del Templo. Ya veréis que kitch jajajajaja!!

Siguiente parada, el Faro de Dondra.

La verdad que a pesar de la lluvia, estábamos disfrutando del día puesto que íbamos muy, muy cómodos en la van. Sisi nos acercaba todo lo que podía a los sitios que queríamos ver y luego nos esperaba con toallitas para que nos secáramos. Un muy buen detalle que fue muy agradecido por nuestra parte.

Y seguía lloviendo y lloviendo, jolín , podía parar en algún momento ¿no? Pero, el tiempo seguiría así durante toooda la mañana. Lo peor no era el agua, si no el viento que hacía y conforme nos acercábamos hacia el lugar donde se encontraba el Faro de Dondra, el viento se hacía más intenso.

Lo que sí que se nos estaba haciendo muy cómodo también era que los sitios se encontraban a poca distancia unos de otros por lo que al poco rato, llegamos al famoso Faro, el cual se ubica en el extremo más al sur de Sri Lanka , un punto desde el que es posible la contemplación del Índico como muy poca gente tiene la fortuna de disfrutar. Dicen que aquí, el océano y el cielo tienen más que otro color, otra textura, todo es más límpido pero con semejante día no tuvimos la suerte de poder contemplar ese color puesto que todo era gris , el cielo y el mar.

Dicha visita no es que sea para ver el faro en sí aunque… lógicamente, ya que uno llega hasta allí, lo suyo es subir ¿no? Si no para admirar el paisaje y, sobre todo, el Cabo de Dondra.

No os podéis ni imaginar, la forma que hace la costa en el punto más al sur del País
. Debido a que no cómo explicároslo, prefiero poner unas fotos y algún vídeo que hizo mi churri desde arriba.

Sí, mi churri, yo no subí, esta mañana mi espalda estaba de lo más rebelde debido al tiempo y cada vez sentía más dolor por lo que opté por quedarme en la base del faro donde el guardián del mismo junto con un grupo de amigos, me prestaron amablemente una silla para sentarme debajo del porche de una casa que no era otra más que la vivienda de los guardas del Faro y, además, poder resguardarme del dichoso viento que azotaba mi cara y mi pelo con fuerza.

Por fuera, esta construcción en ladrillo de color blanco fue obra de los Británicos en 1.889 y con sus 250 escalones hasta la cima, dijo mi marido que con cada uno de ellos, mereció totalmente la pena la visita ya que por lo visto y valga la redundancia… sus vistas son espectaculares al estar cerca del punto más meridional de Sri Lanka y ser uno de los faros más altos del Sudeste Asiático.

Como veis, aunque mi marido estaba en la parte de dentro, en el interior, el viento se oía con mucha intensidad.

Debe su nombre a la población en la que se encuentra, Dondra, situada a 6 kilómetros de Matara. El nombre Dondra es sinónimo de "Devi-Nuwara" en el idioma local cingalés, "Devi" que significa "Dioses" y "Nuwara", que significa "Ciudad". Por lo tanto Dondra se deriva el sentido de "Ciudad de los Dioses".

Antes de subir, dimos una vuelta por los alrededores y en la parte posterior del mismo, hay una playa preciosa pero con la lluvia, pronto nos dimos la vuelta y nos plantamos en la misma base del faro.

El Faro de Dondra es operado y mantenido por los La Autoridad de los Puertos de Sri Lanka. Fue diseñado por Sir Nicholas James Douglass, y su construcción por William Douglass del Servicio Imperial. Todos los materiales de construcción, incluyendo los ladrillos y acero fueron importados de Inglaterra. La roca de granito fue suministrada de las canteras en Dalbeattie en Escocia y Penryn en Cornwall. El faro fue terminado y puesto en marcha en marzo de 1.890.

El faro tiene 49 m (161 pies) de alto y consta de 7 pisos, 14 paneles por ventanas de color amarillo y 250 escalones hasta la cima. Dondra es también uno de los cuatro faros Internacionales de Sri Lanka, fue modernizado en el año 2.000 con la introducción de un sistema de posicionamiento global diferencial y es una computadora conectada a los otros faros principales alrededor de la costa.

Os incluyo una foto del interior que hizo Miguel. ¿Es curioso verdad?

Y una vez fuera, y no sé cómo lo hizo porque el aire soplaba con una fuerza tremenda, sacó esta foto del faro en sí, su bombilla o como se llame jajajaja.

Lo guay es que al estar en servicio, tiene toda la maquinaria necesaria para hacerlo funcionar y uno de los guardianes sube contigo para explicar el funcionamiento del mismo. Yo, lógicamente, me lo perdí .

Estas son algunas de las vistas desde arriba, en plena tormenta, tomadas por Miguelico.

Y subo algún vídeo más de dicha panorámica con el sonido del viento aullando por detrás y mi marido jajajaj, anda que no se nota que es Maño ni nada ¿eh?? “Más brutico él que un arado” narrando las peripecias acaecidas en lo alto del faro jajajajaj.

Aún estuvo un buen rato allá arriba y mientras yo pasaba el rato guarecida de la lluvia charlando con varios de los amigos de los dos guardas que lo custodian. Unos señores ya mayores, súper atentos y amables , que me entretuvieron con simpáticas anécdotas pero… yo empezaba a tener frío y la espera se me estaba empezando a hacer larga. Menos mal que Miguelico no tardó en bajar con una sonrisa en su cara por la experiencia vivida y tapándonos como podíamos con los paraguas, salimos del recinto en busca de Sisi donde ya nos aguardaba en la puerta de entrada al faro.

En teoría, este día , teníamos que haber disfrutado de alguna playa, pasear por ellas, intentar bañarnos y, sobre todo, otra de las metas que teníamos puesta en este viaje, era intentar ver a los famosos “pescadores zancudos” que se ubican entre las playas de Mirissa y Weligama.

Pero para llegar allí, antes pasamos por en medio de la ciudad de Matara, la cual, no nos hubiera importado haber hecho una parada y pasear por un mercado callejero que vimos pero… sinceramente, con el tiempo tan horrible que hacía , no nos apeteció nada y continuamos ruta hacia Unawatuna.

Yo ya, lo que en realidad me apetecía en este momento, era llegar a nuestro hotel y darme una buena ducha calentita para ver si los músculos de mi espalda reaccionaban , se relajaban y con un buen pastillazo, poner punto y final al dichoso dolorcillo que me estaba dando el día el puñetero de él.

A escasos minutos de pasar Matara, vimos en una playa cercana, unos cuantos pescadores zancudos y Sisi, sin ni siquiera pedírselo, nos paró en el arcén de la concurrida carretera. Además, ya veníamos observando desde que salimos de Dondra, que en el mismo borde de la carretera, los pescadores exponen y venden todo lo que han sacado durante una ardua mañana de trabajo, en una manta sobre el suelo y a donde los locales acuden para comprar por lo que y a pesar del agua que seguía cayendo sin cesar, decidimos que queríamos pasear entre ellos, ver el género y, de paso, hacer unas fotografías.

Y sí, aquí estaban ellos, los Pescadores Zancudos y antes de continuar con lo que nos pasó aquí, os detallo resumidamente esta forma de pescar tan tradicional en Sri Lanka.

Una de las imágenes más bellas que pueden observarse en la costa cingalesa es el espectáculo de los zancudos, aquellos hombres que continúan pescando al estilo tradicional . En pleno siglo XXI estos trabajadores del mar siguen subiéndose cada día a un palo de madera de unos tres o cuatro metros de altura y echan su rudimentaria caña al agua intentando captura runa buena cantidad de pescado, para después venderlo en el mercado local por unas cuantas rupias. Aunque no siempre hay suerte, de hecho la mayoría de las veces hay que esperar largas horas para obtener una recompensa decente. Cuando ésta llega en forma de cientos de pequeñas caballas o arenques , el arduo trabajo de equilibrismo habrá merecido la pena.

A pesar de la dureza de las condiciones, esta técnica sigue transmitiéndose en el país de generación en generación y cuenta con pautas fijas que, con el paso del tiempo, la han convertido en un auténtico ritual. Por ejemplo, los momentos más indicados para subirse al zanco son el amanecer y el atardecer, ya que es cuando hay más posibilidades de pescar. Para mantenerse en lo alto lo más cómodos posibles, los zancudos colocan un palo transversal que hace las veces de asiento y les ayuda a balancearse. Y como no suele haber dinero para comprar anzuelos reales , se realizan movimientos acompasados con la caña con el mismo objetivo de atraer a los peces . La vestimenta también es fácilmente identificable. La mayoría de hombres viste el pareo tradicional y se protege la cabeza del sol con un pañuelo colocado a modo de turbante. La pesca obtenida se guarda en una bolsa de plástico, que se anuda al palo o se sostiene agarrada alrededor de la cintura.

Se cree que la pesca con zancos empezó a practicarse en Sri Lanka tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. Inicialmente estos hombres se adentraban en el mar con barras de hierro procedentes del armamento bélico, pero pronto se percataron de que los palos de madera eran igualmente resistentes al peso y mucho más manejables y fáciles de diseñar. En todos estos años la única interrupción que ha sufrido la pesca con zancos vino de la mano del tsunami que arrasó el país en el año2004 . Por fortuna, pocos meses después, los pacientes pescadores volvieron a adentrarse en el mar, su único medio de vida.

Para poder disfrutar de cerca de la hermosa estampa de los pescadores zancudos, algunas de las zonas más recomendables son las playas de Ahangama y Kathaluwa, en el suroeste del país, concretamente en la región de Galle. Allí unas 500 familias viven de manera directa de este tipo de pesca.

La pesca con zancos no es intrusiva, y al no molestar a los peces, éstos siguen viniendo. Y con ellos, los turistas que, ingenuos como nosotros, de vez en cuando pagan unas rupias para posar cerca de los pescadores y vaya que sí, menuda mafia tienen montada con esta labor, vamos, más bien, habría que decir que todo es un montaje para engañar a todo el que se quiere acercarse allí y sacar unas fotos.

Los chicos que están sobre los palos, en realidad, no son los auténticos pescadores si no que son jovenzuelos que lo único que quieren es pasarse por ellos para sacarse unas rupias por las fotos que se les pueda hacer. Hasta aquí, pues bueno, no nos hizo gracia porque no deja de ser un engaño pero lo que nos cabreó de verdad fue que no nos dejaban sacarles ninguna sin pagar y los tíos se ponían en plan gallitos por lo que estas dos que os muestro las tomamos de “extranjis” .

Para que os hagáis una idea de cómo son en realidad, aquí os muestro una foto que he sacado de internet. Podréis comprobar que la vestimenta no tiene nada que ver, ni la pose sobre los palos, ni nada de nada.

No perdimos mucho tiempo con ellos ya que si por lo menos hubieran sido amigables aún les habríamos dado unas rupias si se lo hubieran currado pero no fue así y continuamos camino pasando por Mirissa haciendo breves paradas por la cantidad de agua que estaba cayendo en esos momentos.

Siguiendo por la carretera principal pasamos por las poblaciones de Weligama y Midigama donde en esta última sí que hicimos una breve parada pues nos habían dicho que existe un hotel pequeñito que se asienta sobre una isla minúscula muy cerca de la orilla al que se accede bien cuando la marea está baja pero… sinceramente, no sé como irán a él cuando la marea está alta porque como veis en la foto, queda aislado . No sé su nombre, he intentado buscarlo en internet pero no lo he encontrado.

Continuamos ruta hacia Unawatuna pasando por Ahangama, Habaraduwa, Dalawela viendo por la ventanilla de la van como la flota pesquera estaba amarrada debido al mal tiempo.

Y, por fin, a las 4 de la tarde llegamos a nuestro hotel en Unawatuna
, el Hibiscus Villa & Cottage.

Ahhh, que hotel más bonito !!! En un solar de Unawatuna, en un callejón escondido entre la carretera principal que separa las casas de la bonita playa de Unawatuna, se ubica este Jardín del Edén. Una preciosa, moderna y minimalista casa particular que unos chicos jóvenes han convertido en hotel con 4 únicas habitaciones situadas en la planta principal y creo que dos villas con jardín propio, digo esto porque no las vimos y no os lo puedo asegurar pero, desde luego, que el lugar es increíble y los chicos que lo regentan son amabilísimos.

Nada más entrar en él, guauuuu, vaya pedazo de jardín que tienen , es impresionante!! Ayyy, y que sorpresa más agradable me llevé, tienen 5 perros que son unos ángeles , te dan la mejor bienvenida posible moviendo sus rabillos de un lado para otro buscando constantemente que los acaricies. Ya os podéis imaginar cómo estaba yo, en la gloria con mis cinco bichillos jjajajaj.

Al acceder a la casa, un gran salón decorado de manera alucinante con una gran mesa central . En el lado izquierdo una cocina abierta que es donde ellos, te preparan zumos o cualquier otro tipo de bebida, té o café, en todo momento y… en los laterales, están las cuatro habitaciones, 2 a cada lado. Os incluyo esta otra foto porque como comprobaréis, las que hicimos nosotros, debido a la gran cantidad de luz que entraba, salieron oscuras en el interior.

Pero lo flipante ya no sólo por la decoración o la bienvenida, es su enorme y cuidadísimo jardín en el que hay una terraza de lo más chillout para relajarse.

Guauuu, no me lo podía creer, estaba en el cielo y al acceder a la habitación… ufff, que bonita era y el cuarto de baño todo revestido de pizarra negra, cómo me gustaba todo!!!

Hombre, no os digo más que después de la ducha calentita, me tumbé en la cama y me quedé totalmente frita hasta que Miguel me despertó para ir a dar una vuelta y cenar algo por Unawatuna, además, había parado de llover, que bien!!! De nuevo, la suerte nos sonreía jajajaja.

Aunque, si os tengo que ser sincera, me daba una pereza tremenda salir , estaba tan a gustico y relajadica allí que si no hubiera sido porque también tenía hambre y en el hotel, sólo preparan los desayunos… os puedo asegurar que no hubiera salido pero… había que ir a dar una vuelta también así que… allá que nos fuimos.

Los dueños nos dijeron que mejor saliéramos por la puerta del jardín porque por la otra, al estar la calle en pendiente y debido al agua que había caído durante todo el día, parecía un torrente pero aún así, accediendo a la carretera principal por aquí, también nos pusimos como un “Santo Cristo con un par de pistolas” jajaja, sí, sí, de nuevo, los pies mojados y embarrados jajajaja.

La verdad, no sabíamos muy bien hacia dónde teníamos que ir pero nos pusimos a andar por el arcén y a los poco minutos, nos encontramos con un grupo de españoles al que preguntamos y… que majos fueron , nos indicaron por dónde ir pero antes, cogimos un buen “capazo” hablando con ellos jajajaj. Llevaban un único día en Sri Lanka, empezaban su tour por este fantástico País y como casi todos de nosotros, al final de éste, volarían a Maldivas.

A pesar de que, en principio, parecía que la zona de restaurantes estaba cerca, decidimos coger un tuk-tuk porque yo estaba muerta. Tampoco es que durante este día nos hubiéramos dado una paliza de mil narices, que vaaaa, había sido muy, muy tranquilo pero, no sé si por la espalda o porque la ruta por todo Sri Lanka, me estaba pasando factura y mi cuerpo necesitaba ya, urgentemente, varios días de descanso y relax en un Paraíso llamado Maldivas jajajaja.

Y efectivamente, en tuk-tuk, por 100 rupias y en menos de 5 minutos, nos dejaba en la zona de restaurantes, bares y tiendas de Unawatuna pero… madre míaaaa, que muerto estaba todo . Si por el Triángulo Cultural y las Tierras Altas nos habíamos encontrado con turistas, aquí, nada de nada. Las tiendas y comercios, vacíos y los restaurantes… pues hombre, había gente pero todo muy tranquilo.

Lo que sí nos llamó la atención mientras andábamos mirando los menús que estaban puestos en las puertas de los establecimientos, es que el idioma principal no era el inglés como estamos acostumbrados por todos nuestros viajes, si no que era el ruso , sí, sí, el ruso. Esta parte de Sri Lanka, estaba empezando a ser colonizada por los pudientes Rusos y, además, sorprendidos porque en muchos de estos carteles, anunciaban el Moet Chandon como si fuera una cervecita de nada jajajaja o… indicando de que disponían de vodka . Sí, sí, alucinante de verdad jajajaja.

No miramos mucho y en un local que daba a la playa misma nos metimos y… la verdad que sí cenamos de categoría . Yo me pedí una pizza y mi marido pescado a la parrilla y para acompañar la comida unas coca-colas. Vuelvo a pediros disculpas porque no voy a poder poner todos los gastos de este día porque no lo apunté pero sí recuerdo que no fue caro, supongo que no pasaría de las 1.500 rupias como la mayoría de las comidas y cenas que habíamos tomado.

Después de cenar y viendo que la distancia no era grande, comenzamos a andar de nuevo hacia el Hibiscus para pasar nuestra última noche en Sri Lanka. Al día siguiente, visitaríamos Galle y por la tarde-noche, cogeríamos el vuelo que nos llevaría hacia el Paraíso , a MALDIVAS!!!!

Y ya... próxima y última etapa de mi primer diario elaborado, SRI LANKA, TRAS LA HUELLA DE BUDA: GALLE, EL LEGADO COLONIAL