Me levanto, me preparo té del que había allí para así acompañar a los bollos con pasas insertadas, a los que voy cogiendo el gustillo. Y pitando a las Huraru falls que no llegué con la bici. Había que andar por pista con gravilla, que se supone el coche alquilado, no debe.


Una caída de agua normalita que ha servido para aprovechar el tiempo y llegar más apurado a la salida del barco de 9:15. Muy chulo el catamarán y gente maja, pero confirman las sospechas que tenía.




Avisan de que si hay bebés entre los delfines no hay baño con ellos. Lo repiten así que casi seguro que hay, como me avisaron la argentina y francesa ayer. Los 80€ los siguen cobrando igual. Pero bueno, seamos positivos, vimos delfines, navegamos a toda vela y nos bañamos en un lugar idílico. También dejaron equipo para practicar snorkell.





Con moscas zumbonas de estas que meten un ensordecedor sonido en todos los bosques de New Zealand, sobre todo al acercarse la noche.

Para completar, anduve listo y comí 2 perritos. 6 horas de paseo en el que vimos hasta un pingüino raro pequeño.



Y coger el coche para ir al Waiopea forest donde están los enormes árboles kairu . Me equivoco varias veces y hago unos cuantos km de más hasta que los encuentro. Y primera lluvia. Solazo que me ha quemado algo en el barco a pesar de la crema y ahora lluvia y niebla.



Paso por Opononi con estas enormes dunas que da una idea de la famosa 90 miles beach bastante más al norte. Muy chula la selva y enormes, sobre 4m de diámetro. Tienen a la entrada unos cepillos para limpiar las botas e evitar contaminar el suelo con algún alga que los ataque.



Hago un paseito de los diversos que había y decido ir al backpacker Greenhouse de Dargaville, en la carretera para volver a Auckland. 30$ por dormir, sin Internet ni nada. Porque no tengo ganas ni tiempo de buscar más. Sí no, a por otro. Eso sí, de nuevo encuentro gente que habla castellano...un chaval francés que había estado un año en México. Bien, porque después de acabar agotado del inglés en el barco, viene bien para relajar cabeza. En el barco he hablado con 5 o así. Muy majos, pero me desespero al irme trabando . En vez de mejorar, va para atrás. ¿a ver cómo duermo y con qué bell@s durmientes roncadoras duermo en ese dormitorio adornado con murales y demás?