Duermo fatal porque todo el rato tenía que estar preocupado de taparme con mi simple toalla y chaquetita. Mal por andar tarde. Lo mismo la cena, sándwiches de tranchetes de queso...es lo malo de no tener reservado. Así que lo primero a la mañana es ir al Abel Tasman Center que está al lado para pagar 2 noches, coger sábanas para la de hoy, comprar algo de beicon para freír y llevar para el paseo pal que cojo billete de vuelta de watertaxi desde Bark Bay hasta este pueblo llamado Marahau. Mal hecho, si realmente quería andar, tenía que haber cogido ida para volver al ritmo que yo quiera y en el tiempo que me apetecería. Al coger vuelta salgo andando del mismo hostel y aprieto porque según plano tenía para 7 horas andando.

Muy guapo todo el paisaje de costa sólo accesible andando por sendero más o menos llano con una gran vegetación selvática que hace de sombra salvadora, o por barco.

Adelanto a gente que me dice "serious walker" pero me bajo a dar un baño a la Water Cove y veo que son las 12:00. Tengo que volar porque mi billete dice 15:45 en un sitio que está a 4 horas si la marea está baja.


Pero no, ando en balde porque la marea está alta y no lo habían puesto en el cartel. Así que me rajo y voy a la parada previa. Me dicen que espere al de las 14:30h . Me hace algún chiste el del barco que me recoge, pero claro se ríen los demás...porque no le he entendido ni papa.


No parecía de burla y el tío era majo. Al llegar a puerto te acercan hasta el pueblo montado en el mismo barco que se ha cargado en un remolque tirado por un tractor. Le pido que me deje en donde estoy hospedado y perfecto. Ducha, cerveza y bajón que me da. Pero me autoactivo porque estas no son unas vacaciones de vago. Eso sí, tengo sueño acumulado. Decido conducir hasta cerca de la punta final de esta isla sur por esta zona de Abel Tasman Park pasando por unos miradores de obligada parada y Golden Bay.


La punta son una zona de dunas llamada Farewell Split, a las que saco fotos a unos 10 km.


Muchísimas curvas propias en un rally y llego de vuelta a Marahau para que donde había tomado la cerveza me pueda comer justo antes de cerrar cocina a las 20:45 una ración de los famosos mejillones verdes de la zona con un vinito blanco también rico. Eran con tomate y picantes. Perfectos.
Ahora sólo falta redondear el día sobando todo lo que tengo pendiente. Estoy sólo en la habitación, con sábanas, así que no puede fallar.