4 Mayo: Ruta por los templos ✏️ Diarios de Viajes de Tailandia

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7:00: Suena el despertador. En seguida salto de la cama. No he pasado muy buena noche, debe de ser el jet lag, porque debería estar cansadísima. Pero no, estoy bastante fresca deseando comenzar otro día en Bangkok.

Hoy el día se presenta interesante porque nos tocan todos los templos importantes de Bangkok.
A las 7:30 estamos desayunando en la cafetería del hotel, un modesto plato con 2 huevos fritos, 1 salchicha, 1 trozo de jamón y 2 tostadas con mantequilla y mermelada. Podemos servirnos zumo y café todo el que queramos. Así que pienso que no está nada mal.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

A las 8:10, estamos saliendo del hotel. Era importante madrugar hoy porque el Gran Palacio abre a las 8:30 de la mañana y si íbamos muy tarde iba a estar abarrotado de gente. Además el calor sería insoportable cuando más tarde.

Decidimos volver a coger el barco porque era barato, rápido y fresquito (ya a esas horas hacia un calor demoledor).

Nuestra parada (Phra Arthit) está a 5 minutos andando del hotel, así que nos cuadra genial. Volvimos a coger el mismo barco que el dia anterior, el de bandera naranja, solo que hoy nos cobraron 15 THB en vez de 40 (estos tailandeses son un poco timadores a veces).
El trayecto hasta la parada del Gran Palacio (Tha Tien) tardo unos 15 minutos, por lo tanto estábamos cumpliendo con el horario.

Lo que nos sorprendió fue la cantidad de gente que había a esa hora de la mañana. Grupos y filas enteras de chinos y japoneses por todas partes. Era una pasada. Además, el dia estaba bastante despejado por lo que el sol apretaba bastante.

Juanjo se puso los pantalones largos (no dejan pasar a nadie con pantalón corto ni hombros descubiertos) y yo ya llevaba una falda larga de casa. Llevaba una camiseta de tirantes y pensaba ponerme un fular encima para cubrirme los hombros (esta vez si metí el fular en la mochila), pero no coló porque en la entrada un señora me dijo que tenia que ponerme otra camiseta, que con el fular no bastaba. Maldita sea, yo que ya venía preparada de casa, pero que le vamos a hacer, son sus normas.

Volvimos a la entrada a alquilar una camisa (200THB de depósito) y cuando la devuelves, te devuelven el depósito. Bueno por lo menos no gastamos nada.

El Gran Palacio es una pasada. Es enorme pero con la cantidad de gente que hay sacar una foto puede convertirse en una odisea. Por otro lado, a veces el calor se hace insoportable.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

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Lo fuimos recorriendo poco a poco, sudando como pollos. Además cometimos el error de no comprar agua fuera, y dentro no hay ninguna tienda. Pero bueno, poquito a poco, bajo un sol de justicia fuimos cumpliendo con los objetivos.

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Lo que me decepciono bastante fue el Buda Esmeralda que está dentro del Wat Phra Kaew. Es muy pequeñito y además lo tienen subido a una repisa que queda muy alta. Se ve desde muy lejos y realmente no se pueda apreciar nada de la figura. Pero bueno, había que verlo y lo vimos.

A las 10:30 de la mañana no soportábamos mas el calor y nos estábamos deshidratando asi que decidimos dar por finalizada la visita al Gran Palacio y dirigirnos al siguiente destino: el Wat Pho.
Nada mas salir nos encontramos con un señor que nos pregunto a donde íbamos. Le contestamos que al Wat Pho y nos dijo que estaba cerrado, que hasta la 1 de la tarde no abria. Y ahí fue cuando me acorde de lo que cuentan en casi todos los foros: el extraño que se te acerca y te dice que tal o cual templo hoy está cerrado y que si quieres él te lleva a dar una vuelta en tuc tuc por otro recorido. Mala suerte amigo, nos sabíamos la jugada.

Educadamente nos deshicimos del desconocido (no es nada fácil, son muy insistentes) y nos dirigimos hacia el Wat Pho. Como no sabíamos exactamente como llegar, aunque nos guiábamos por el mapa, por el camino íbamos preguntando como llegar. Pues nos encontramos con otros 4 o 5 indivisuos que nos la intetaron colar de nuevo: que si el Wat Pho esta cerrado, que si no abre hasta la 1….en fin todos lo mismo. Hasta nos indicaban mal el camino a propósito. Llego un momento que nos estábamos empezando a enfadar. Estabamos al lado del Wat Pho, pero no encontrábamos la entrada y cada vez que preguntábamos nos salía un personaje de estos. Asi que divise a un grupo organizado de japoneses y mi novio y yo nos unimos al grupo y seguimos a su guía. Por la fuerza, éste tendría que saber donde estaba la entrada.

Al final llegamos a la bendita entrada y respiramos tranquilos. Pagamos 100THB por persona y entramos. Dimos una vuelta por los alrededores pero enseguida encontramos el templo del buda inclinado. ¡Este Buda si que mola! De hecho parece que hayan construido el templo alrededor de la gigantesca figura porque son casi casi del mismo tamaño.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

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Le dimos una vuelta sacando miles y miles de fotos y al salir decidimos volver a entrar porque nos encanto.

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Al salir,nos acercamos a un sitio que decía “free wáter”. Resulta que si entregas el ticket de la entrada te dan una botella de agua gratis. ¡Y que bien nos venia! Se había nublado el dia con lo que el calor se había disipado ligeramente, pero aun asi el agua fresquita era el bien mas preciado del mundo.

Dimos una vuelta por todo el recinto viendo diferentes templos con diferentes Budas y sacando mas y mas fotos.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

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Como a las 12 de la mañana, salimos del Wat Pho para coger un barco que nos llevara hacia el Wat Arun, o Templo del Amanecer (al otro lado del rio).

Por el camino nos encontramos con un mercadillo de puestos de comida y no pudimos resistir la tentación. Nos pedimos una pechuga de pollo empanada con una salsa agridulce que estaba riquísima, pero que picaba una barbaridad. Menos mal que le dije “no spicy”.
Con eso y un par de cervezas volvimos a coger fuerzas para el siguiente templo.

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Cruzamos el rio en barco. Tarda aproximadamente 5 minutos y cuesta 3THB por persona. Flipamos en colores.

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Lo único malo es que el Wat Arun estaba en obras por eso no le saque ninguna foto, pero bueno, nos entretuvimos por los alrededores viendo a monjes, mas budas, campanas y…ahh super importante: nos encontramos con los 3 monitos emoticonos del whatsapp.

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No estuvimos mucho tiempo porque al estar el templo en obras, no te dejaban subir hasta arriba, asi que hicimos alguna foto donde no salieran los andamios y volvimos a cruzar el rio en barco.

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De ahí cogimos otro barco de bandera naranja hasta la parada del hotel porque queríamos descansar un poco y bajar otro ratito a la piscina, que parece mentira pero relaja y mitiga un monton el calor.

Al llegar al hotel nos dimos cuenta de que justo debajo había una oficina turística donde contratar excursiones y cosas varias. Entramos y ya reservamos el tren nocturno a Chiang Mai desde Phitsanoulock que cogeríamos dentro de unos días. Reservamos una butaca – cama para poder descansar lo mejor posible y nos costo 900THB por persona.
También pregunte por una excursión al Mercado sobre la Vía del Tren y el Mercado Flotante de Danoem Saduak, pero no me gustó. Era una excursión de medio día, terminaba sobre la 13 de la tarde y yo tenía pensado pasar allí casi todo el día, viendo las cosas con calma. Así que al final decidimos no cogerla e ir por nuestra cuenta.

Tocaba siesta y chapuzón en la piscina. Después me dedique a reservar los hoteles que nos quedaban pendientes en todo el viaje.

Como a las 6 de la tarde estábamos listos para salir del hotel y acercarnos en barco hasta Chinatown. Esta vez no nos pasamos la parada y en cuestión de media hora estábamos en las calles del barrio de Chinatown.

Había muchos puestos de calle con comida y cosas varias y dimos un largo paseo por la calle principal y por varias callejuelas.

Al rato paramos en un 7eleven y compramos una cerveza grande para los dos y unas patatas fritas para matar el hambre porque nuestra intención era acabar cenando en Khao San Road.

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Despues de recorrer toda la calle principal de Chinatown y pararnos en todos los puestos de comida para curiosear decidimos cambiar de sitio. La siguiente parada seria el Mercado nocturno de Patpong, por lo que negociamos con un tuc tuc para que nos llevara. Nos cobro 100THB.

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Al llegar empezamos a pasear y no pudimos evitar comprar nuestros primeros recuerdos tailandeses, algunos para nosotros y otros para la familia. Recorrimos varias calles viendo puestos callejeros mientras a mi novio no paraban de ofrecerle entrar en los sex shows y demás negocios sexuales que estaban a los lados del mercado. Si hubiera sido por mi hubiera entrado, porque me encanta ver cosas diferentes y la verdad es que hasta tenia un poco de curiosidad. Desde la puerta (que tienen abierta) se ven a chicas (prácticamente niñas) muy jovencitas meneándose encima de una barra con poca ropa. Muchas de estas chicas son transexuales. Es curioso la mentalidad abierta que hay en este país con respecto a este tema.

La verdad es que me canse rápido. Mi novio estaba emocionado por el ambiente, pero a mi me empezaban a doler los pies y las piernas y claro, llevábamos levantados desde las 7 de la mañana y eso se nota. Al final convenci a Juanjo de que volviéramos para Khao San Road en un tuc tuc (solo con decirle lo del tuc tuc ya lo había convencido. Le encantan!!)
Negociamos con uno de ellos y nos cobro 200 Thb por el trayecto desde Patpong hasta Khao San Road (unos 20 minutos). Juanjo estaba encantado.

Al llegar a Khao San Road, nos dimos cuenta de que había mucho mas ambiente que el dia anterior. Teniamos que elegir un sitio para cenar pero antes volvimos a pasar por “Chalie Massage” para probar un masaje nuevo. Esta vez elegimos el “Thai Massage” de media hora y menos mal que solo fue media hora, porque lo que me estrujo la tailandesa los huesos solo Dios lo sabe!! Crujia por todas partes y pensaba, relajante relajante no es, pero espero que me arregle todas las contracturas de la espalda.

Al salir terminamos de recorrer la calle y al final de todo vimos un restaurante donde anunciaban sushi. A Juanjo y a mi nos encanta el sushi, pero hoy él en concreto tenía un antojo, asi que como medio lo saque a rastras del mercado de Patpong, decidi darle el gusto de elegir la cena. Al final, cenamos sushi. Todo muy rico y en cantidad considerable, pero claro, mucho mas caro de lo que nos hubiera salido cualquier plato tailandes en un puesto callejero. Pero como digo yo, un dia es un dia, y al fin y al cabo, para esto es para lo que trabajo todo el año, asi que tampoco cuesta tanto darse el gusto.

La cena nos salió en 1040 THB, una barbaridad comparado con lo que cuesta comer por la calle, pero comimos muy a gusto, con una música excelente, 2 jarras de cerveza de un litro y degustando un maravilloso sushi.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

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Eso si, después de las 2 jarras de cerveza no nos quedo mas remedio que volver al hotel porque nos entro una modorra brutal. Ademas, eran las 22:15 de la noche y mañana teníamos que volver a madrugar, asi que con eso y una parada en el 7eleven para comprar agua, nos despedimos hasta mañana a las 7 de la mañana.

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