Tras haber dormido como oso en invierno alaskeño, abrimos los ojos a las 7 de la mañana, luce un palido sol entre nubes y nos estamos aproximando a Kodiak a través de un estrecho canal.
La travesia es muy comoda y a las 8 en punto llegamos al muelle del ferry y de nuevo usamos el " ascensor " para salir del barco, junto al puerto esta el centro de visitantes donde nos proveemos de informacion y desde alli nos vamos a la biblioteca para usar su wifi gratuito.
Es un edificio grande y bonito, muy bien dotado ya que en realidad es un centro comunitario y atendido por amables funcionarias.
Descargamos prensa y correo y me pongo en contacto con Keller Wattum, el piloto que mañana nos llevara en su hidroavion a Frazer Lake para el avistamiento de osos Kodiak que esperamos con tanta ilusion.
Para mi sorpresa, se presenta en la biblioteca su mujer para ponerse a nuestra disposicion y ofrecernos su ayuda para lo que precisemos, una vez mas hemos elegido una pequeña empresa familiar para la excursion y creo que hemos acertado, mañana lo sabremos seguro. Ella es biologa y trabaja en el Servicio de Caza y Pesca de Kodiak ademas de colaborar con su marido, su empresa se llama Deckload Aviation.
La ciudad , cuajada de nombres rusos en las calles y con una catedral ( ! ) ortodoxa de madera con sus cupulas de cebolla pintadas de azul que denota su origen de estacion de tramperos , es larga y estrecha y se extiende a lo largo de la unica franja de costa que es habitable en esta hermosa isla que lleva el apodo de " Esmeralda " con toda justicia , pues esta tapizada por completo por unos verdes tan brillantes que ni la lluvia que nos acompaña todo el dia puede apagarlos.
Solo tiene una carretera de norte a sur en la costa este de 100 millas de recorrido que va circundando los numerosos fiordos y bahias que la jalonan , un espinazo montañoso central de suave elevacion, algunos lagos y la costa oeste, aun mas anfractuosa. La mayor parte del territorio esta deshabitado y poblado de tupidos bosques de piceas por lo que los enormes osos de Kodiak campan a sus anchas, hay gran numero de ellos, motivo principal de nuestra visita.
Tras dedicar las primeras horas de la tarde a visitar parte de la isla por carretera, nos instalamos para pasar la noche en una tranquila zona, llueve sin cesar , hace frio ( sin paliativos, frio ) y no apetece otra cosa que descansar en casita. A ver si mañana amanece mas amable...