6.- DÍA 3 – PLAYA SANTIAGO DE CUBA + HOLGUÍN ✏️ Diarios de Viajes de Cuba

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Despertamos a las 9 de la mañana y en la puerta de la casa está el señor con el que quedamos el día anterior de ir a la playa. Le decimos a nuestro casero Nolvis que a la tarde nos vamos en el Viazul de las 5 de la tarde para Holguín, así que nos dice que dejemos las cosas recogidas en la habitación y si le hace falta la habitación para otra gente, ya las saca el.

Recogemos todo y llevamos por seguridad solo 60 CUC (56,07 €) y una fotocopia de nuestro pasaporte. Por si nos robaban en la playa o algo. Salimos de la casa y le decimos a nuestro contacto que vamos a desayunar y tomamos 2 jugos de mango, 2 cafés y unos bocadillos de queso y jamón. Pagamos por todo menos de 10 MN (0,39 €). El coche es precioso, americano de los años 50, y vamos nuestro contacto, el chofer y nosotros 2. Nos preguntan a que playa queremos ir, y le decimos que a una playa en la que no haya turistas, que solo haya cubanos y nos dicen, pues a Bueycabón. Son entre 45 minutos y 1 hora de coche. Les decimos que a las 3 de la tarde tenemos que estar de vuelta en la casa que a las 4 tenemos que estar en la estación de autobús. Nos dicen que sin problema y arrancamos. El conductor es el más profesional y mejor persona que conocimos en el viaje, era un taxista oficial. El contacto con el que negociamos también muy buena persona pero se veía que estaba empezando en este mundillo del jineterismo y tenía muy buena voluntad pero no se sabía manejar mucho. Son estos 2 personajes:


Viaje superameno y cómodo con agradables conversaciones. Llegamos a la playa y perfecto. Solo había cubanos. Nos dice nuestro contacto si queremos unas tumbonas, que valen 1 CUC (0,93 €) por persona para todo el día. Le decimos que sí, que 4, para que ellos estén cómodos también, ellos dicen que no quieren, que los que tenemos que disfrutar somos nosotros que ellos están trabajando. Así que cogemos 2 y nos ponemos debajo de una sombrilla en la tumbona, había 4 o 5 personas vendiendo bebida y le preguntamos a nuestro jinetero a cual le cogemos y el precio. Nos señala a 1 de ellos y nos dice que las cervezas son a 1 CUC (0,93 €). Le decimos si quieren unas cervezas y dicen que no. Así que solo pedimos para nosotros. Tras acabarlas nos vamos a dar un baño y ellos se quedan sentados en las tumbonas vigilando nuestras cosas. En la playa todos se bañan con camiseta y pantalones de andar por la calle, somos los únicos que nos bañamos con bañador y sin camiseta. Somos la atracción de la playa. Nos sentimos como un jeque árabe de vacaciones por España. El agua está calentísima en comparación con aquí. Preciosas las vistas de las montañas desde la playa. Salimos del agua y nos dicen si queremos que nos preparen la comida, pescado a la parrilla, plátano frito, ensalada y arroz, decimos que si sin acordar el precio. Error que luego veremos. Después de estar esperando un rato preguntamos cuanto le queda a la comida y nos dicen que 5 minutos (al final fue más de una hora). Media hora antes de que nos la trajeran nos dijeron que 2 minutos (así que si os dicen 2 o 5 minutos en Cuba ya sabéis lo que hay). Así que les dijimos que volvíamos al agua y cuando estuviese la comida que avisasen. Cuando vino la siguiente bandeja con la comida salimos:


Estaba tremendo el pescado, luego nos trajeron los platos con ensalada y arroz. Todo genial.

Esto nos hizo mucha gracia, por la playa se paseaba un cerdo con total tranquilidad:


Tras acabar de comer eran casi las 2 y nos fuimos a dar un último baño antes de marchar. Cuando llegó la hora de marchar fuimos a pagar todo, fuimos al de la tumbonas y le dimos los 2 CUC (1,87 €), fuimos al de la bebida y por las 6 cervezas que tomamos le dimos 6 CUC (5,60 €) y fuimos a donde el que nos hizo la comida y nos pidió 45. Pensamos que eran 45 MN (1,75 €). Y le sacamos un billete de 50 MN (1,94 €) para pagar y nos dice que no, que son 45 CUC (42,06 €). Por eso digo lo de negociar todo siempre antes de hacer cualquier cosa, y nos pusimos a discutir con el. Hasta que acabó diciendo que nos cobraba tanto por ser turistas. Nuestro jinetero fue a hablar con el, y ya se veía que era nuevo en el este mundo intentando que nos cobrase como a cubanos, pero el otro que no, que éramos extranjeros y por eso nos cobraba tanto. No teníamos tanto dinero encima y al final, el de la comida, se tuvo que venir con nosotros en el coche para que le pagáramos al llegar a la casa. Así que el viaje de vuelta fue una mierda. El jinetero pidiendo perdón por la estafa, porque habíamos hablado con el de ir a una casa que alquilaba para hacerle fotos que el no tenía cámara y pasárselas para hacerse una página web y ya le dijimos que nada. El chofer con cara de rabia porque lo veía superinjusto y el idiota de la comida que nada, que le pagáramos los 45 CUC. Así que llegamos a las 3 a la casa, entramos, cogimos el dinero, le dimos los 45 CUC (42,06 €) al de la comida y los 20 CUC (18,69 €) al del taxi. Al jinetero sintiéndolo mucho no le dimos nada, porque fue el quien fue a preguntar lo de la comida, por lo tanto culpable de la estafa. Nos despedimos de ellos y entramos en la casa.

Le contamos lo que nos pasó a nuestro casero y nos empezó a explicar trucos y consejos para que no nos volviera a pasar eso, y que no nos fiáramos nunca de los cubanos. Nos dejó ducharnos en la casa, le pagamos las 2 noches 40 CUC, el taxi de bajar del aeropuerto y llevarnos ahora hasta la estación de autobuses (Viazul) 10 CUC, y los desayunos del primer día, 3 CUC cada uno. Pagamos 56 CUC (52,34 €) por todo. Antes de irnos teníamos el periódico El País que nos lo dieron en el avión de ida y nos dijo si se lo podíamos dar, pensábamos que era para envolver algo con las hojas del periódico y le preguntamos, y no. Era para leer. Que al cubano formado que cree en el sistema le encanta estar informado de todo.

Recogimos las cosas y nuestro casero Nolvis (a mi se me parecía al actor Sergio Pazos en la serie de Cuéntame) nos llevó en el coche más cuidado que vi en todo Cuba. Llegamos a la estación y le preguntamos si en Holguín tenía algún contacto de casa para dormir. Y dijo que sí, que no nos preocupásemos y que cuando llegase el autobús a Holguín ya nos esperaría alguien. Nos despedimos de el y le dimos las gracias por todo.

En Cuba para ir en autobús entre ciudades tienes que estar en la estación 1 hora antes con tu pasaporte. Los autobuses para los extranjeros se llaman Viazul y son autobuses chinos completamente nuevos, con aire acondicionado, esperaba que mas fuerte por los diarios que leí, y 2 pantallas de televisión con videoclips y música reggaetón en su mayoría a bastante volumen. Luego los guiris se quejan y le bajan el volumen. Los autobuses tienen puntualidad suiza. Yo supongo que lo de la hora antes para el pasaporte es para que la policía sepa quien viaja en ese autobús y hasta donde por si hay cualquier irregularidad. Las estaciones de autobuses están cerradas y valladas, y solo la gente con billete puede estar dentro. En las puertas se agolpan los jineteros ofreciendo taxis. Los horarios de los autobuses los podéis ver en la página web de Viazul (www.viazul.com/). La estación de Viazul de Santiago de Cuba está al lado de la plaza de la revolución.

Nosotros llegamos a las 15:55 y nos dijo que pasásemos al interior de la estación y que a las 16:00 nos llamarían para entregar los pasaportes y pagar los billetes. A las 16:00 le damos nuestros pasaportes y pagamos los billetes de Santiago de Cuba a Holguín. Creo que fueron 12 CUC (11,21 €) cada uno. Y luego te dicen que esperes dentro de la estación. Allí sentado una hora sin hacer nada. Así que salí un momento y compré en una tienda oficial una botella de ron Havana Club por 3,85 CUC (3,60 €). Como los precios los marca el gobierno en toda la isla valen exactamente igual en las tiendas oficiales. Así tomábamos unos chupitos mientras esperábamos. A las 16:30 nos llamaron para meter las maletas en el bus y nos cobraron 1 CUC (0,93 €) por las 2 maletas. Aquí no se si nos timaron, que la siguiente vez que cogimos Viazul no nos cobraron absolutamente nada y el viaje fue más largo. A las 16:45 nos dijeron que fuésemos subiendo al autobús y a las 17:00 arrancó el autobús.

Fueron 3 horas y 15 minutos de trayecto con parada de 10 minutos en Bayamo. Los autobuses son tan buenos como malas son las carreteras. Como las estaciones de autobús de las ciudades están cerradas, el autobús llega, abren una valla, entra y la cierran. Y los vendedores ambulantes se ponen fuera de las vallas y hacen gestos a la gente que está en el bus para que bajen a comprar. Nosotros bajamos y les cogimos 2 bocatas que estaban muy ricos, eran como de cerdo a la parrilla. El sabor era como una mezcla entre el bacon y el jamón asado de aquí.

Durante el viaje en autobús fuimos hablando con un angolano que estudiaba en Cuba y nos contó que hay más de 1.000 angolanos estudiando en Cuba porque tienen un convenio con su país. Muy majo el chaval, y hablando sobre política de Cuba y como la veía el llevando 6 años en Cuba y la situación en su país. Cuando le dijimos que íbamos a Holguín nos dijo que a el Holguín no le gustaba porque había problemas de racismo. Holguín es una ciudad con un 85% de blancos con ancestros españoles, un 13% de población mixta y un 2% de población negra. Creo que hay muchas ciudades europeas con mucho menor porcentaje de blancos. Fue un cambio radical respecto a Santiago de Cuba.

Llegamos a Holguín y según bajamos del autobús ya un hombre de unos 60 años nos viene a hablar diciendo que es amigo de Nolvis (nuestro casero en Santiago) y que nos viene a buscar para llevarnos al alojamiento. Venía con su yerno que es taxista en un coche americano muy chulo. Antes de ir entramos en la oficina del Viazul y reservamos autobús a Santa Clara que el domingo teníamos que estar allí y son 9 horas de autobús y sale a las 23:30 de la noche y así vamos durmiendo en el autobús y nos ahorramos el alojamiento de una noche. Para reservar plaza en el Viazul solo es necesario dar los datos del pasaporte, pero ni pagar ni nada. Así te garantizan plaza y si no quieres ir pues no vas y no pasa nada.

Montamos en el coche y nos lleva a su casa y nos sienta en unas sillas en la terraza y nos dice que su casa está llena, que nos ha buscado otra a 2 cuadras y que la vayamos a ver y si nos gusta nos quedemos allí. Nos empieza a aconsejar, que hacer en Holguín y a decirnos que Holguín nada tiene que ver con Santiago, que aquí no nos molestará nadie porque es un pueblo con cultura. Que el gobierno cubano ya le ha pegado varios toques de atención a los de Santiago de Cuba para que corten el jineterismo de raíz y dejen de agobiar a los turistas, etc. Le ofrecemos ron del que compramos en Santiago antes de entrar en el bus y va a por 3 vasos y nos ponemos a tomar chupitos y hablar hasta que sale su mujer, le echa la bronca por beber, cogemos las cosas y nos vamos con el andando hasta la otra casa. Nos recomienda ir a las playas de Guardalavaca y nos ofrece a su yerno para llevarnos. Le decimos que ya lo avisamos. Y llegamos a la casa, nos la enseñan los caseros, nos dicen 20 CUC (18,69 €) noche, les decimos que si, que 2 noches. Álvaro (el señor de 60 años que nos fue a buscar a la estación y estuvimos en su casa) se va y nos dice que nos pasemos el día siguiente a las 17:00 por su casa y nos invita a una botella de ron y se va.

Estos son nuestros caseros mientras cubren los datos de nuestros pasaportes en el libro de registro mientras nosotros leemos el periódico del gobierno y vemos en la tele un partido de beisbol USA-Cuba:


Muy majos los señores, y la señora nos cuenta todas las series y telenovelas que ve españolas, por si las conocemos, y que va con un pen-drive a una tienda, se lo da y le cargan los nuevos capítulos y con eso lo enchufa en la tele de casa y ya los ven.

Nos damos una ducha rápida y les preguntamos donde queda el centro y salimos hacia allí para buscar algo de cenar, son las 22:15. Comenzamos a andar por Holguín y un cambio tremendo, parece una ciudad europea. Ni un solo jinetero, nadie te dice nada ni molesta. Llegamos al parque central, Holguín le llaman la ciudad de los parques porque hay bastantes. Está lleno de gente y se ve muy buen ambiente. Le preguntamos a un borracho que estaba solo donde podemos cenar barato en moneda nacional (como dicen que los borrachos no mienten) y nos dice el Restaurante Holguín. Lo encontramos, son más de las 22:30 y preguntamos para cenar y nos dicen que sí. Subimos y nos sentamos en la mesa y les parecía raro que siendo extranjeros fuéramos a cenar allí en vez de a un paladar.

Esta es la carta de los platos principales, como podéis ver el plato más caro son 25 MN (0,97 €):


En la siguiente página estaban todos los acompañantes, plátano frito, ensaladas, arroz congrí que eran sobre 5 MN (0,19 €) cada uno. Les decimos a la camarera que nos traiga una Bucanero y una Cristal para beber y de comida que nos recomiende ella lo que mejor hagan y no nos quedemos con hambre.

Nos trajeron muy rápido la comida para lo que estábamos acostumbrados a esperar. Nos trajo de platos principales el chilindrón de carnero y el escalope de cerdo con queso y de acompañantes arroz con cerdo, ensalada de pepino y plátano frito. Estaba todo espectacular y nos costó acabarlo. Pagamos menos de 5 € por todo, de los cuales la mitad son las cervezas que son a 1 CUC (0.93 €). Salimos y el pueblo era una fiesta completa y muchísima variedad de ambientes. Llegamos a la plaza y la mayoría va a la casa de la música o casa de la trova que es música cubana de la que le gusta al turista. Nosotros oímos música rock en un sitio y pensamos que era un concierto, el lugar se llama Gabinete Caligari. Entramos gratis y hay 2 altavoces con música rock y unas 200 personas muy jóvenes con camisetas de Metálica y grupos similares. Al lado de los altavoces hay 20 con pelo largo haciendo el baile este del pelo que hacen los rockeros. Tenían un portátil y allí seleccionaban la música. Vamos a pedir algo a la barra y una caña vale 8 MN (0,31 €) y una botella de ron 60 MN (2,34 €), así que cogimos unas cañas y una botella de ron. Estuvimos un rato en ese local y cuando acabamos las cañas bajamos con la botella de ron a beber a la plaza. Nadie nos molestó, es más nos sentíamos raros de que no viniese la gente a decirte nada. Solo vinieron 3 grupos de 2 chicas a decirnos si las invitábamos a un refresco y les contestamos a las 3 de la misma manera, que si querían que bebiesen ron que era lo que teníamos pero que no íbamos a ir a un bar a pagar nada que estábamos a gusto en la plaza. Y de forma totalmente correcta nos decían que no querían ron, que si cambiábamos de opinión las avisásemos y fuéramos a tomar unos refrescos y que no nos fuéramos con otras chicas que no fueran ellas.

Del cansancio de todo el día decidirnos irnos a dormir con la excusa de que una retirada a tiempo es una victoria. En la casa de Santiago teníamos las llaves de la casa y la habitación. En esta nada, al llegar teníamos que timbrar, nos abrían fuera la hora que fuera y subíamos a la habitación.

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