23 de junio 2015
Serían las 5 de la mañana del 23 de junio y los ojos como platos, miré entre las cortinas, había un poco de luz, mi marido y mi hija dormían, que suerte la suya, yo me moría por ver el hotel de día, me conecté a internet, leí, intenté volver a dormirme, un jet lag como una casa de grande, peor que aquel de Nueva York que a las 6 ya estaba mirando como amanecía Broadway
A las 8 por fín se levantaron, nos preparamos y que hambre! a desayunar, quería que nos estrenaramos con el Kabah, el mejor bufet, plano en mano decidía atravesar por caminitos obsesionada con la lejanía, sin saber que si hubiera bajado un poco a la villa 60 hubiera podido cruzar por la piscina del White Sands y no me hubieran comido los mosquitos como me comieron sobretodo a mí. Me metí por uno de los encantadores caminitos, pero no era el mejor día para ello.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Antes de empezar a desayunar ya me vi picaduras de la noche anterior, aunque mi marido cree que alguno quedó en la habitación, pensareis, que plasta quejica! bueno, de verdad, que ahora ya viene lo bueno, que bufet, que desayuno, que rico todo! El Kabah fue el bufet que más nos gustó, vinimos 3 días a desayunar y 3 a comer, amplio, luminoso, con menos gente, estupendo, la verdad es que la variedad es impresionante, todo tipo de platos calientes, fríos, para ensaladas, bolléría casera, tipos de pan, cereales, zumos naturales, embutidos y quesos, tortitas, frutas, lo que quisieras, mi hija se aficionó al Cola cao preparado ya, fresquito
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Desayunamos muy bien y ya con más fuerza nos fuimos a reclamar cambio de villa a la recepción del Riviera. Se lo dijimos a una de las recepcionistas y a los pocos minutos salió Roxana, la encargada, de verdad que encantadora, mis argumentos, yo tenía reserva en la otra zona y la 64 se me hacía lejos con la niña y tema mosquitos, yo ya lucía las piernas acribilladas, reconoció que la zona del Colonial estaba llena pero ese día se quedaba libre habitación en la villa 1 del Colonial y en la 43 del Kantenah. Nos daba a elegir y nos dejaba hasta las 4 para decidirnos.
Así que nos fuimos a ver como estaba la 1 ya casi decididos a cambiar, vimos que por ahi había menos mosquitos y que el lobby del Colonial estaba a 2 minutos, asi que listo, volvimos y solicitamos cambio. Roxana fue muy maja y escuchó atenta mi opinión sobre el tema upgrades etc.
Quiero puntualizar que las fuertes lluvias trajeron mosquitos pero que a lo largo de los días cada vez menos, vimos fumigar y como no nos llovio casi pues ese tema mejoró.
Roxana nos dijo que sobre las 16:30 volvieramos al lobby del Riviera para hacer el traslado y llevarnos con las maletas para hacer el check in en el Colonial. Así que nos fuimos a poner bañadores y a dejar las maletas listas para que fuesen a por ellas. Y ya si, a disfrutar a tope de todo lo que el hotel ofrece, incluido esto
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¿quién no ha visto a un amigo o familiar de luna de miel tomándose una piña colada sentado en una barra húmeda? pues ahora nos tocaba a nosotros
Esto y mucho más porque Palladium es mucha tela, es como un pueblo y yo en nada empecé a sentirme como en mi casa.
Ni soy buena fotografa y muchas son de movil pero que menos que no dejar de fotografiar un hotel tan tan chulo
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Sobre las 5 de la tarde volvimos a hacer check in, esta vez definitivo, en el lobby del Colonial, y de ahí directos a colocar nuestras cosas en la 1132 de la villa 1, segunda planta, pero era un placer subir los dos pisos, máquina de hielo en la planta baja, tonos naranjas, habitación renovada a finales de 2014, amplisima, solo algo mas corta que la del Riviera pero igual de ancha, dos camas dobles, mueble con minibar, vasos tazas etc, y tele de plasma, escritorio con cajones,, un par de sillones y mesita, un mueble para colocar cosas y el armario con caja fuerte, baldas y barra con perchas
El baño de tamaño normal, con bañera grande, secador, espejo de aumento, gel, champoo etc que reponían cada día etc y en el minibar cada dia refrescos cerveza Sol, y botellas de agua dejaban varias
Comentar que en los restaurantes servían agua en copas purificada y ningun problema, la hemos bebido todos.
Ahora unas fotos de la habitacion
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Y de la villa 1
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Cuantos paseos por estos caminitos
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El Palladium tiene 4 hoteles (Colonial y Kantenah en una zona y White Sands y Riviera en otra) y a parte la zona Royal, las Royal Suite Tucatan, con superior categoría, mas serviciones y mas caro claro, tienen piscina, bufet y restaurante al que no podemos acceder los clientes de los otros 4 hoteles del complejo, pero los clientes Royal, pueden acceder a todos los del resto de hoteles.
Entre las dos zonas Colonial-Kantenah y White Sands-Riviera hay 5 bufets y 8 restaurantes tematicos + el maravilloso Punta Emilia en la playa, os los voy a explicar todos, pero sobretodo los que probamos. Ademas hay muchos bares donde tomarte estupendos cocteles cafes etc
La zonas Colonial-Kantenah están más cerca de la salida y del acceso a la mejor zona de playa, además del lobby hay tiendas, bares y los temáticos son el Adelita y El Dorado en la zona Colonial y Mare Nostrum y el japonés en el Kantenah, ya me extenderé más. Los bufets son el Grand Azul que abre a medio dia + snack y merienda, La Hacienda, desayuno, comida y cena y Tikal, desayunos y cenas.
Este primer dia comimos en el Grand Azul, techado pero abierto, con el bar en medio y la barra humeda abajo, bufet variado que está hasta las 4 y enlaza con hora de snacks y hasta las 5 y merienda hasta las 6. En la barra del bar hay helados ricos.
La cena fue en La Hacienda, para mi los bufets del Palladium son variados, ricos y de una calidad más que aceptable.