Hoy es el último día que nos queda de estar en la Toscana, así que vamos a aprovechar a ver los últimos pueblos de esta zona.
CORTONA
Dejamos el coche en un parking gratuito y subimos por unas escaleras (la mitad mecánicas) hasta el pueblo. A Yuca le resultó muy curioso que la escalera se moviera sola.
Es un pueblo amurallado con varias iglesias y palacios.


Tiene dos plazas principales, una al lado de la otra, con monumentos muy bonitos en ellos.

Me pareció un poco agobiante, ya que no paraban de pasar coches por todos los lados, y tenías que tener cuidado de que no te atropellaran.

El Duomo por fuera tampoco era muy bonito, no sé si es que con el agobio no tenia la adecuada predisposición o qué, pero no me pareció una ciudad tan impresionante como la pintaban en todos los lados.

Después de dar unas cuantas vueltas decidimos volver a la furgoneta y seguir hacia nuestro próximo destino.
AREZZO
Esta ciudad me gustó más, había edificios muy bonitos en ella.

Dejamos el coche en un parking de pago cerca del centro. Dimos muchas vueltas para intentar aparcar en un sitio gratuito pero no hubo forma.
Nos paramos a tomar un café, y tranquilamente seguimos viendo la ciudad.
Fuimos a la plaza de San Agustín, con su iglesia, y allí vimos el restaurante que teníamos anotado para comer “Mi va di Piu”. Pero era pronto así que seguimos.
Subimos por la calle principal, viendo iglesias, palacios, y llegamos casi arriba del todo a la Biblioteca, con una fachada preciosa.



Enfrente nos encontramos con los porches que van a la plaza donde se rodó la escena de la película “La vida es bella”, pero la lástima es que estaba en obras, ya que en 10 días empezaba la fiesta medieval con torneos, y estaban echando la arena, con lo que no pudimos verla en toda su magnitud. ¡¡Una pena!!.




Seguimos subiendo hasta el Duomo, pero nos lo encontramos cerrado, era ya la hora de comer.

Fuimos a la oficina de turismo a coger los planos de la ciudad, y disfrutamos de los palacios que había allí. ¡¡y también vimos una boda!!.

Volvimos bajando por la calle principal, que está llena de tiendas de ropa, hasta el restaurante y paramos a comer. Cogimos un plato de pasta, otro de pizza, un aperitivo de queso pecorino, un litro de agua y una coca cola, y nos costó 25 euros. Recomendadísimo al 100%.
Y ya con el estómago lleno y con el sueño consiguiente, nos vamos al otro pueblo.
LUCIGNANO
Es un pueblo amurallado con calles concéntricas. Hay casas bonitas llenas de flores.

Lo malo que hacía muchísima calor, ya que eran las 15:00 y hacía que no disfrutáramos tanto de la visita.

Arriba del todo está el conjunto del Duomo, Colegiata, que era muy bonita.

Y ya cansados de tanta calor, nos volvemos a la furgoneta.
Pensábamos ir a otro pueblo que nos había recomendado Mirella, la señora de la casa, pero estábamos agotados del calor, así que como nos venía de paso, decidimos ir al lago Trasimeno y estar un rato en el cesped viendo las barcas y un curso de vela que estaba practicando.
Además en esa zona se había nublado y corría un vientecito muy agradable. Yuca se estuvo bañando un rato para refrescarse y después de estar todos ya más fresquitos subimos hasta Castiglione del Lago, a tomar un helado. Como era el último día y de despedida de Italia, le compramos a Yuca una tarrina de helado de yogur ¡¡cómo se lo zampó la tía!!
Hicimos las compras pertinentes y nos volvimos a la casa a recoger, ya que salíamos a la mañana siguiente. ¡¡Qué pena!!
