Noche fabulosa en el hotel, sin ruidos, camas comodísimas, buen desayuno, despedida y rumbo supuestamente a Suiza, íbamos a ver la zona del castillo de Chillon y Gruyeres antes de llegar a la casa que habíamos alquilado para las siguientes 7 noches.
Pero el buen tiempo, el destino y las ganas de montaña hicieron que desbaratásemos los planes.
Cuando íbamos dirección Suiza, empezamos a ver desvíos hacia Chamonix-Mont Blanc…uff empezaron a picarnos las ganas de ver el primero de los cuatro miles de este viaje, no había ni una nube en el cielo y pensamos que o era ese día o ya sería en otro viaje puesto que en este nos quedaba totalmente a desmano. Mi primo, escalador profesional, nos había hablado maravillas de la zona…Venga! Qué hacemos, que se acaban los desvíos, ahora o “nunca”, hace buenísimo, debe ser espectacular, ya nos apañaremos para llegar a la casa desde Chamonix, último desvío, última oportunidad….intermitentes y rumbo a Chamonix-Mont Blanc!!! Así fue, tal cual os lo escribo, decidido a ultimííísima hora…y fue genial, no me arrepiento de la paliza de kilómetros que nos dimos luego para llegar a la casa de Suiza…
Ya por el camino a Chamonix se va viendo el Mont Blanc y sus alrededores…un paraje impresionante, además con el cielo completamente despejado y rozando los 34 grados…ideal!en una hora o menos estábamos allí…
Aparcamos en el primero de los parkings que hay a la derecha, no fue caro, para lo que luego nos encontraríamos en Suiza, creo recordar que estuvimos unas 6 horas y pagamos 4,10 euros.
Es la cuna del alpinismo por excelencia así como el lugar perfecto para practicar diferentes tipos de esquí. Pero si hay algo que destaca por encima de todo, sin duda, es la belleza de sus paisajes. El Mont Blanc controla todo el valle desde las más elevadas alturas que podemos encontrar en Europa. Es una maravilla para los sentidos.
Chamonix no es un típico pueblo de montaña de los Alpes. Se trata de una ciudad en toda regla pero que tiene el encanto de un pueblo de montaña. Es un lugar perfecto para ir en verano para todos aquellos que os gusten las montañas. Además de practicar los típicos deportes de montaña, su situación permite hacer bonitas excursiones por la zona.
Fuimos directos al teleférico de la Aiguille Du Midi (3842m), para estar lo más cerca posible del MOnt Blanc. Había poca gente en las taquillas y pensamos que todo se ponía a nuestro favor, pero no, no dejan subir niños menores de 4 años (a pesar de que en su info de la pag web pone menores de 3...)…a Hugo le faltaban solo unos meses pero no nos dejaron, dijeron que era mucha altura y estaba prohibido la subida de niños a más de 3000 metros…nos fastidió muchísimo pero todo lo que sea por el bien de los más pequeños bienvenido sea, ya habrá más ocasiones. Al vernos la cara de desilusión y a Hugo llorando porque no le dejaban subir nos recomendaron hacer la subida al Dominio de Brevent- Flegere (2600m), que aunque no era tan espectacular como la Aiguille podríamos contemplar el Mont Blanc con unas vistas formidables también. Así que allá que nos fuimos. Está justo enfrente de la subida a la Aiguille pero al otro lado del casco antiguo, y con una cuesta de subida de la que aún me estoy acordando…como tuvimos que cruzar todo Chamonix, aprovechamos y compramos en un supermercado para comer en la cumbre unos bocadillos. La subida, dos adultos puesto que el peque no paga 61euros. Totalmente preparado para minusválidos, sillas de paseo de bebé, etc...
Bueno...pues sales del teleférico y esto es lo que te encuentras...
Paseamos, comimos, cogimos piedras, nieve, hicimos fotos,...y todo con cerca de 30 grados, y poca gente. bajando un poquito hay un pequeño jardín botánico, neveros y un pequeño lago, con lo cual, se puede pasar el día perfectamente.
Regresamos a Chamonix alrededor de las 4 de la tarde, hicimos alguna compra, descansamos, y rumbo a Suiza...que quedaban unas horas por delante.
Parece ser que no escarmentamos en Barcelona con el gps y no lo habíamos ajustado a la ruta mas rápida y nos dió una vuelta...


Llegamos a la casa pasadas las 8 de la tarde, cuando todo en suiza echa el cierre, pero Ernst y María nos esperaban a la puerta de su preciosa casa...
Este alojamiento lo recomendaba una forera aquí y directamente me fié de su palabra, y no se equivocaba...Se encuentra en Beatenberg, muy cerquita de Inerlaken y con unas soberbias vistas. Tiene todo lo necesario y más! os dejo alguna fotillo aunque no tienen muy buena calidad: