Para los futuros viajeros a Kenia, Maasai Mara es una parada imprescindible, es uno de los sitios de los que nunca te cansas, tiene tanta abundancia de vida salvaje que por muchos días que se esté, siempre tiene algo nuevo y sorprendente que ofrecer.
Sobre la temporada en la que ir, si sólo se puede ir una vez, nosotros también recomendaríamos la temporada de julio a septiembre porque es cuando están allí los animales de la gran migración y cuando se produce el cruce del río Mara, un impresionante espectáculo que tuvimos la suerte de presenciar en julio de 2013. Pero si no se puede acudir en época de cruces, o ya se ha estado en esa época y surge la oportunidad de repetir o se prefiere viajar en una época en la que hay menos viajeros, no penséis que Maasai Mara tiene menos que ofrecer fuera de su época alta, el paisaje es aún más bonito con la lluvia y, como se puede comprobar en las etapas anteriores, no faltan animales residentes para disfrutar de ellos cualquier mes del año.
Eso si, para tener un buen safari, es fundamental tener un buen conductor, que logre llevarte hasta un animal que ha divisado a lo lejos (tienen un ojo estos masais), aunque sea por caminos de los que alguna vez pensábamos que no íbamos a salir, cruzando ríos y bajando terraplenes. Al final, se llega, y la recompensa es estar al lado de un animal salvaje y mirarle a los ojos, es entonces cuando te sientes parte de África.
Aquí estamos con Makallah, nuestro conductor

El último día, dejamos el coche e hicimos un agradable paseo a pie con los masais.

Una parte fundamental del éxito de este viaje ha sido Mariola, de Cheetah tented camp, por su ayuda y organización, haciendo que todo sea fácil y, sobre todo, por ofrecernos una cálida y cariñosa bienvenida en su casa todos los días a la vuelta del safari, en un campamento de lo más acogedor, recibiéndonos con una copa de vino y una sonrisa, haciéndonos sentir que esa también era nuestra casa.

Y la otra parte fundamental es, por supuesto, Jorge; haciendo safaris en su compañía hemos tenido las mejores experiencias de nuestros dos viajes a Kenia, nada hubiera sido igual si él no hubiese estado, nos ha hecho amar África de una forma similar a la suya, con alegría y agradecimiento ante lo que cada día ese continente nos regala.
Gracias, hermanos.
Hasta la próxima vez.
