![]() ![]() 3. DÍA 2: SCHASSENHAUSSEN Y FIESTA POR BERLÍN ✏️ Diarios de Viajes de Alemania
Hoy era el día de la visita al campo de concentración de Schassenhaussen. Nuestra idea era ir en el Tour gratuito en español de Vive Berlín Tours que sale de la Postdamer Platz cada día a las 10 de la mañana. Solo teníamos un baño en el...![]() Diario: BERLÍN – 4 DÍAS – FEBRERO 2016⭐ Puntos: 5 (4 Votos) Etapas: 6 Localización:![]() Hoy era el día de la visita al campo de concentración de Schassenhaussen. Nuestra idea era ir en el Tour gratuito en español de Vive Berlín Tours que sale de la Postdamer Platz cada día a las 10 de la mañana. Solo teníamos un baño en el apartamento, así que sorteamos el horario de ducha por habitación. A las 7:30 sonó el despertador en una habitación, a las 7:50 en la nuestra y a las 8:10 en la que tuvieron más suerte en el sorteo. Desayunamos en el apartamento y preparamos los bocadillos. Recordar si vais a Schassenhaussen en un tour son mínimo 6 horas y allí no hay ningún sitio que venda comida. Con los bocadillos hechos los metimos en la mochila y rumbo a la Postdamer Platz parte del trayecto en bus y parte en metro. Llegamos a la Postdamer Platz a las 9:40 y nos dirigimos al sitio de Vive Berlín Tours, estaban completos todos los tours y había gente que había llegado antes que se había quedado sin sitio. Nos pusieron en lista de espera e intentaron llamar a un tercer guía, pero nada. Así que nos informó que a las 10:30 desde el semáforo de la Postamer Platz salían los tours guiados de la fundación. Así que a hacer algo de tiempo por la Postdamer Platz. La Postdamer Platz fue el lugar donde se instaló el primer semáforo de Europa. Hay una réplica del semáforo en el centro de la plaza. Durante la Guerra Fría la plaza fue dividida por el Muro de Berlín. Se puede ver en el suelo las marcas del muro. En el 89 tras la caída del Muro, quedó un espacio enorme en el centro de Berlín y varios de los más prestigiosos arquitectos levantaron allí sus edificios. Tras dar un paseo por la zona nos sentamos en el semáforo esperando a los de la fundación, fue llegando más gente y puntuales llegaron 2 guías. Una para la visita en inglés y la otra para la nuestra, una guía mejicana. Para ir es necesario tener un billete válido para la zona C, nosotros ya lo teníamos y las guías acompañaron a quien no tuviera billetes a comprarlo a la estación. La estación más cercana al campo de concentración es Oranienburg. Llegas con el S1, pero tarda bastante que tiene muchas paradas. Hay trenes de cercanías que suben hasta el Mar Báltico que solo hacen 2 paradas hasta Oranienburg y que puedes cogerlos con el ticket los vagones del clase turista. Nuestra guía nos dijo que cogiéramos el tercer tren que pasase por ese andén y nos montásemos todo el grupo en el mismo vagón, así nos avisaba antes de la parada. Los de la guía en inglés montaron en el segundo, ojo a este dato más adelante. Llegó el tercer tren y montamos. Tras ventipico minutos de trayecto llegó nuestra guía y nos dijo que bajásemos en la siguiente estación. Bajamos en Oranienburg y dijo que había 2 opciones, ir andando 3 kms hasta el campo o esperar el bus que tardaba 20 minutos en llegar y por mayoría tocó ir andando. De camino paramos en un monumento a los soldados comunistas que liberaron el campo de concentración. A continuación fuimos a un edificio que no se incluye en las visitas normales que fue la sede desde donde se dirigían todos los campos de concentración nazis y que cada mes el jefe de cada campo venía a este sitio a informar sobre su campo y para recibir instrucciones. Tras la visita al edificio donde se tomaron todas las decisiones que marcaron el futuro de tantas vidas nos dirigimos al campo de concentración. Entramos al recinto y la guía dijo que esperásemos que iba a coger los tickets para poder entrar. Los tickets, si mal no recuerdo valían 16 € y si eras estudiante tenías descuento. Fue la mejicana decirnos que no era necesario demostrar con un carnet los que éramos estudiantes y ya la picaresca española. De 30 personas, 27 compramos los tickets de estudiante, incluso varias personas que pasaban de 50 años. Se quedó de piedra la mejicana. En este punto nos preguntó si habíamos visto a los del grupo en inglés y le dijimos que se habían montado en el tren anterior y nos dijo que imposible, cogió el móvil, llamó a la otra guía y efectivamente, se confundió de tren (tras 10 años haciendo siempre la misma ruta). Estaban regresando a la estación en el tren confundido y aún tardarían unas 2 o 3 horas en llegar al campo, así que fuéramos haciendo la visita. Comenzamos la visita y tengo que decir una cosa, visité Auschwitz en una visita guiada, sin embargo me ha gustado mil veces más esta visita por la forma de tratar la guía el tema y por convertirla en un debate participativo, que en Auschwitz simplemente los guías te repiten un sermón que se saben de memoria, pero aquí fue distinto. La visita comenzó explicando los orígenes del campo y las 3 ampliaciones que sufrió en 3 maquetas que están enfrente a la taquilla. A continuación un poco de historia de la Alemania Nazi y la llegada de Hitler al poder. A continuación los motivos para crear los campos de concentración que fue para detener a adversarios políticos (socialdemócratas y comunistas). Luego nos enseñó los laboratorios químicos desde donde servía a todos los campos de concentración. Llegamos a la torre de vigilancia central del campo: *** Imagen borrada de Tinypic *** Subimos, vimos en realidad todo lo que nos había explicado en la maqueta y nos comenzó a explicar la visita del gobierno de Franco a este campo de concentración para su copia en España. Al acabar en este edificio entramos en el campo por el lugar que lo hacían los prisioneros nazis con el famoso cartel: *** Imagen borrada de Tinypic *** Abrimos la puerta con el Arbeit macht frei, el trabajo os hará libres, la frase con mil interpretaciones que está en todos los campos de concentración. A continuación nos indicó donde estaba la caseta de “Los Falsificadores”, nos recomendó ver esa película y comenzamos a visitar los barracones. Aquí si es verdad que esto parecía un hotel de 5 estrellas comparados con los de Auschwitz. Visitamos la cocina y el resto de barracones accesibles. En el barracón que sale la foto de Largo Caballero, el presidente del Gobierno Español, que fue detenido en Francia tras la invasión de los nazis y trasladado a este campo de concentración. Los prisioneros políticos tenían unos barracones aparte y eran moneda de cambio con prisioneros del bando nazi. Pero Franco dijo que al norte de los Pirineos no había españoles, por lo tanto todos los prisioneros políticos españoles no tenían ningún valor y no iban a los barracones de presos políticos. Como estaba muy mal de salud, el resto de los prisioneros lo protegió porque no duraría ni una semana en los trabajos forzados y sacrificaron a otra gente para mantenerlo con vida. Se acabó la visita y nos dijo que sería interesante volver a determinados barracones con documentos y verlos con calma y se despidió con un discurso que transcribo más adelante. Salimos hasta la torre de vigilancia, comimos los bocatas que llevamos y volvimos un par de horas más a ver con calma los barracones con documentos. Me llamó la atención que en un barracón había como una pared en la que cogías un folio, escribías lo que pensabas sobre el campo de concentración y lo ponías allí tras un cristal. De los 60 mensajes que se leían, 45 eran del estilo: traducir el campo al español/Si no está en español no nos enteramos/queremos Schassenhaussen en español/etc. Las informaciones del campo estaban en alemán e inglés. Cuando acabamos, ya casi de noche, estábamos en el otro extremo de la puerta de entrada, aunque la carretera pasaba al lado, así que por no dar la vuelta, ya que estaba lloviendo bastante, saltamos los 6 el muro, con lo que podemos decir que fuimos de los pocos, sino los únicos que dimos escapado del campo de concentración de Schassenhaussen. Nuestra guía concluyó la visita a Schassenhaussen lanzando las siguientes reflexiones y preguntas sin respuesta al aire: 1.- Los campos de concentración no se crearon contra los judíos. Se crearon para liquidar a la oposición alemana (socialdemócratas y comunistas principalmente). Hitler nunca tuvo mayoría absoluta. 2.- A ver cuando un cineasta de Hollywood se desplaza a Schassenhaussen y cuenta realmente la verdad. Menos de un 5% de los prisioneros eran judios. 3.- Las conexiones del gobierno de España con el régimen nazi. Las visitas del gobierno franquista a los campos de concentración y la creación de campos de concentración en España tutelados por Heinrich Himmler. 4.- La poca importancia que se le da a las Brigadas Internacionales en la Guerra Civil Española. 5.- Alemania perdió la guerra política y socialmente, pero la ganó económicamente. Tras la guerra las empresas alemanas tenían más dinero que antes de empezarla. ÚLTIMO Y MÁS IMPORTANTE: El tabú que existe sobre la economía alemana durante el nazismo del que nadie habla, ni se enseña en las escuelas y se mira para otro lado sin decir las cosas claras. Y nos lanzó esta pregunta para cerrar la visita: ¿Cómo se enriquecieron todas las empresas alemanas que son ahora punteras durante la época nazi? A nosotros nos tocaban 3 kms bajo una intensa lluvia hasta la estación de tren ya que el autobús tardaba 40 minutos en llegar, así que deshicimos el camino andado a la mañana y llegamos a la estación del tren. Compramos unas cervecitas, unas patatillas y volvimos en el tren bebiendo y comiendo. Llegamos a la estación central y fuimos hasta casa. Descansar un rato y ya nos tocaba pensar en la cena. Hoy habíamos quedado en ir cenar a una hamburguesería y luego salir de fiesta. El sitio de la cena era el Lily Burger, calle urbanstrabe 70. Metro Hermanplatz. Salimos de la casa y cogimos bus y 2 metros hasta Hermanplatz. Salimos de la estación y encontramos el Lily Burger. Era un sitio rarísimo, pequeñísimo, el baño era uno portátil que tenían en la acera que dentro del local no les cogía, la luz superbaja y de neón, las paredes pintadas con colores fluorescentes y música tecno a todo volumen. Parecía un pub más que un sitio donde cenar. Pedimos unas cervezas y unas hamburguesas y todo cambió. Nos trajeron las hamburguesas, aquí en la foto parecen enanas: *** Imagen borrada de Tinypic *** Pero más que hamburguesas parecían obras de arte, enormes. Las hamburguesas de la foto estaban alrededor de los 15 €, pedimos hamburguesas desde 12 a 18€. Comerlas con la mano era una misión imposible pero lo intentamos. De sabor estaban tremendas. Decidimos entre los 6 por unanimidad que eran las mejores hamburguesas que habíamos comido en nuestra vida. Nos acordamos del capítulo de “Como conocí a vuestra madre” cuando Marshall recorre media Nueva York buscando la hamburguesa perfecta. Decidimos hacer algo similar dentro de un tiempo y volver hasta Berlín solo por las hamburguesas. Si buscáis más información sobre el Lily Burger en internet veréis un montón de comentarios que el único fallo que tiene es que no venden cerveza. Ahora ya no es así. En Alemania existe la ley que para poder vender cerveza tienes que tener baño en el restaurante (por eso casi todos los kebabs y similares no venden cerveza). Como no les cogía en el local que es muy pequeñito, se las han ingeniado y han puesto en febrero de 2016 un baño portátil en la acera enfrente del local. Si quieres ir al baño le pides las llaves al dueño. Por lo tanto ya puedes beber cerveza en el local. Por lo menos cuando fuimos, no sé si les durará mucho el invento. Por otra parte los camareros unos auténticos fenómenos. Al acabar la cena varios nos vinimos arriba y queríamos ir de fiesta en plan destroyer y varios preferían irse a dormir que estaban cansados. Tras no llegar a acuerdo hicimos una escisión. 4 se fueron a dormir y 2 nos fuimos a conocer la fiesta berlinesa. El resto del día para los 4 fue volver en metro y autobús hasta casa. Para nosotros 2 comenzó una gran aventura. Nuestra primera parada fue el barrio de Kreuzberg. Así que cogimos el metro hasta la parada de Kottbusser Tor. Salimos y esperábamos una macrofiesta tremenda y mil locales llenos de gente. Error, era domingo a las 12 de la noche y solo había bares de kebabs y tiendas 24 horas. Compramos unas cervezas y empezamos a preguntar a la gente donde había fiesta. Nos mandaron a Oranienstraße. Caminamos hasta esa calle y vimos un local que tenía gente fuera y preguntamos donde había fiesta y nos dijeron que ahí dentro que estaba muy bien y que era gratis entrar. Tardamos un par de minutos en acabar nuestras cervezas y entramos. Madre mía, sin exagerar todo el mundo iba vestido como los Village People y música dese estilo. Entre la sorpresa y el susto aguantamos 3 minutos dentro del local. Salimos y seguimos caminando por esa calle y los únicos bares que había con pinta de fiesta estaban vacíos. Así que la noche tenía pinta de un gran fracaso. Tras el fracaso en Kreuzberg, guardábamos un as bajo la manga que era el barrio de Friedrichshain. Así que cogimos el metro hasta allí. Llegamos a la estación de Warschauer Straße. Nos habían dicho una que se llamaba Matrix. Resulta que estaba justo en la parte baja de la estación y ni nos fijamos. Anduvimos 2 o 3 kms por la zona y nada de nada. Subimos por la principal hasta la Frankfurter Tor y solo había un bar abierto de apuestas deportivas. Sobre Matrix nos dijeron en el avión de vuelta que es donde van todos los turistas, tiene 3 salas y es música como en las discotecas de aquí. Llovía bastante, estábamos cansados de andar, tocaba pensar. Decidimos callejear y meternos en el primer local que hubiese y pensar dentro que hacer. A los 5 minutos encontramos un bar y entramos. Pedimos unas cervezas y le intentamos preguntar a la camarera que solo hablaba alemán donde podíamos ir de fiesta, pero entre nuestro pésimo inglés y el suyo no nos entendíamos. Se metió en la conversación un señor que estaba allí y nos quería mandar a una discoteca en Charlottenburg (a 10 kms mínmo). Le dijimos algo más cerca, le pidió el portátil a la camarera, se lo dejó y comenzó a ponernos sitios. Más o menos llegamos a un entendimiento y nos escribió en un papel las siguientes palabras: SALON ZUR WILDEN RENATE. Le dimos las gracias, guardamos el papel en el bolsillo y nos sentamos a tomar las cervezas con calma. De repente entró un español de unos 50 años, ya nos lo mandaron directo, se sentó a hablar con nosotros y nos empezó a decir que no nos iban a dejar entrar pero teníamos que intentar ir a BERGHAIN. La mejor discoteca de Berlín que quedaba allí cerca. Que solo teníamos que andar 3 metros, pasar un super, cruzar un descampado, al encontrar una valla coger seguir la valla en dirección derecha y llegábamos. Que normalmente hay 3 horas de cola y luego no te dejan ni entrar pero un domingo a esas horas teníamos posibilidades. Así que venga, por que no. Nos levantamos, nos despedimos de todo el bar y a la aventura. Comenzamos a andar bajo la lluvia, tras el super cruzamos un descampado lleno de charcos, el miedo se apoderaba de nosotros, no sería una encerrona? Llegamos a pensar. Encontramos la valla, la seguimos, y allí en medio de la nada una nave industrial enorme con 2 de seguridad en la puerta y las típicas vallas de los festivales para hacer cola en la entrada. Fuimos a la puerta y nos dice el portero que no podemos entrar que es demasiado tarde. Desilusión, de repente llega una rubia alemana que parecía una modelo, llega a la puerta y nosotros pensando, ya verás como a esta la dejan entrar, y le dicen lo mismo que a nosotros, se da la vuelta toda cabreada y se va. Llega un grupo de unos 15 a entrar y exactamente lo mismo. Por lo menos no nos queda la cara de tontos que nos queda aquí cuando a ti no te dejan entrar y después va una chica guapa y si la dejan pasar. Se nos enciende una bombilla, seguimos al grupo de 15 que si no los dejaron entrar aquí fijo que van a otro sitio. Brillante idea. Así que seguimos al grupo, lo primero que vemos es una cola de 80 taxis en la otra salida de BERGHAIN. Cada vez la idea de brillante pasa a ser un fracaso cuando el grupo se va dispersando cada uno para su lado. De los 15 solo quedan 4 y se meten en la estación de metro Ostbahnhof. Decidimos ir para casa, no puede ser, el metro cerrado, estamos a 7 kms de casa. Pensamos si rendirnos y pedir un taxi o gastar la última bala que nos quedaba que era el papel que nos diera el señor en el bar que ponía SALON ZUR WILDEN RENATE. Preguntamos a 2 personas y nadie tenía ni idea, así que vamos a una parada de taxis y le enseñamos el papel a un taxista, nos hace el gesto de OK con la mano y montamos. Llegamos, pagamos los 7 € del taxi y salimos. Llegamos a la puerta, sale una señora y nos empieza a hablar durante 2 minutos, no entendemos nada y le contestamos: “In English, please”, y se pone como una fiera gritando diciendo que ya estaba hablando en inglés y se va. La volvemos a llamar, sacamos el papel mágico del bolsillo y le decimos un: “this (señalando el papel) is this (señalando al local)”, nos dice que si, y le decimos que queremos entrar, si hay que pagar, y cambia su cara y nos deja pasar. Nos cachean a fondo, pagamos 10 € cada uno y para dentro. A partir de ahora todo lo que voy a contar no es ni la décima parte de lo que vimos, es que no lo podemos explicar ni con palabras. Entramos y había como una gran terraza con un barco en el medio, al estar lloviendo estaba vacía, vamos a entrar y pasa una persona con una pizza. Abrimos la primera puerta. Es como una casa de varios pisos con un montón de salas y habitaciones. Llegamos a la primera sala grande y hay un dj con música electrónica y 100 aleman@s dándolo todo. Quedamos flipando. Decidimos dar una vuelta para ver todo, subimos, llegamos a otra sala parecida a la de abajo, música similar y un montón de gente a tope bailando como si no hubiera mañana, seguimos andando, hay un largo pasillo con puertas a cada lado, en la primera una cama y 6 personas tumbadas bebiendo en la cama, en la siguiente 7 personas sentadas viendo 5 televisiones que solo tenían rayas, en la siguiente 5 o 6 puf y la gente allí tirada, otra sala con música mas tranquila, en el medio de la sala una trampilla que la levantas y un tobogán hacia otra sala. Vamos al baño, sofás y mesas en el medio del baño. Por cada sitio que pasábamos boquiabiertos. Tras la vuelta de reconocimiento compramos unas cervezas y nos pusimos en una de las salas a bailar un poco, éramos los únicos que estábamos con las chaquetas porque no sabíamos dónde estaba el ropero, todo el mundo en manga corta, por ese motivo se nos acercaron en 15 minutos 3 personas pidiéndonos droga, con lo que decidimos ir en busca del ropero y dejar las chaquetas, tras conseguirlo seguíamos alucinando con cada cosa que veíamos. La única pena no saber alemán o más inglés para poder interactuar con la gente. Mil anécdotas más nos pasaron en esas 3 horas que allí pasamos, casi para escribir un libro. A las 5 de la mañana decidimos marcharnos, estábamos tan cansados que cogimos un taxi desde la puerta del SALON ZUR WILDEN RENATE hasta nuestra casa. Los 2 simplemente íbamos pensando cómo le podíamos explicar todo lo que vimos a los otros 4. Pero con sensación de felicidad de convertir una noche de fracaso en fracaso, en una noche que será recordada durante años. Llegamos a casa y directamente a dormir. Mañana tocaba otro día duro. Índice del Diario: BERLÍN – 4 DÍAS – FEBRERO 2016
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