El sábado habíamos quedado con unos amigos de Sevilla, que nos iban a enseñar un poco de la ciudad. Nos propusieron hacer uno de los tours gratuitos, que ellos así también aprenden cosas curiosas sobre la ciudad. Quedamos en la Puerta de Jerez, a la que accedimos por el Puente de San Telmo.
El tour lo hicimos con la empresa feelthecity, que nuestros amigos conocían a la guía. El tour fue muy entretenido, a pesar de ser un grupo numeroso. No se visitan monumentos por dentro, sino que durante el paseo te cuentan curiosidades sobre la ciudad, su historia, y detalles de algunos lugares. Dura algo más de 3 horas, y termina en la Plaza de España.
Resultó una mañana muy interesante en la que aprendimos mucho, aunque comparado con otros tours que he hecho en otras ciudades había menos interacción. La guía era muy buena y lo explicaba todo muy bien, como sevillana enamorada de su ciudad que era. Pero por ser un grupo numeroso la experiencia no se prestó mucho al intercambio de preguntas y opiniones. Dejo algunas fotos, aunque durante el tour me dediqué más a escuchar que a fotografiar.
Fuimos a comer al Barrio de Santa Cruz, a la Taberna Álvaro Peregil, que le habían recomendado a nuestros amigos. Como todos esos días estaba hasta la bola de gente. Nos hicimos un pequeño hueco dentro y nos mudamos fuera cuando se quedó libre una mesa. La calle estaba muy animada y se estaba bien allí. La comida estaba muy buena, las pavías de bacalao y las espinacas con garbanzos espectaculares. Pero los camareros los más bordes que encontré en Sevilla, eran poco profesionales y muy desagradables, sobre todo una mujer con pelo rizado que nos habló de muy malas maneras.
Después de comer fuimos a visitar los Reales Alcázares, ya que la catedral cerraba antes y tendríamos menos tiempo de disfrutar. La entrada cuesta 9,5 euros y merece mucho la pena. Yo había estado hacía menos de un año en una de estas visitas exprés a Sevilla, pero me maravilló igual que la primera vez. Además, nuestro amigo sevillano conocía muy bien el Alcázar y nos explicó muchas cosas que de otra forma nos hubieran pasado desapercibidas.
1-Puerta del León
2-Sala de la Justicia y patio del Yeso (color celeste)
3-Patio de la Montería (rosa)
4-Cuarto del Almirante y Casa de Contratación (crema)
5-Palacio mudéjar o de Pedro I (rojo)
6-Palacio gótico (azul)
7-Estanque de Mercurio
8-Jardines (verde)
9-Apeadero
10-Patio de Banderas
Se entra por la Puerta del León y la derecha está la taquilla, desde la que se accede al un bonito patio ajardinado (Patio del León). Desde allí a otro pario, el de la Montería, donde está la entrada al Palacio de Pedro I, lo más impresionante del conjunto.
No voy a describir todas las salas, que son muchas, a cada cual más bonita. Me hubiera podido quedar horas admirando aquellas bóvedas y la minuciosa decoración.
Después visitamos los jardines, enormes y muy bonitos, sobre todo en primavera, lleno de flores. Son varios jardines diferenciados, en varios estilos, todo un lujo pasear por allí. Hay una galería que se puede recorrer y disfrutar de la panorámica del jardín.
Por último, visitamos el Palacio Gótico, que es bonito, pero que desmerece por visitarse después del Palacio de Pedro I (no vi como cambiar el orden de la visita). Aún así, los tapices y los azulejos merecen mucho la pena.
También nos gustaron muchos los Baños de María de Padilla, una sala subterránea con techo abovedado.
Salimos por el apeadero, por donde entraban los coches de caballo, al Patio de las Banderas, desde donde se tienen unas bonitas vistas de la Giralda.
Después fuimos a merendar al Horno de San Buenaventura, la tahona más antigua de Sevilla. Los pasteles estaban buenos, pero el servicio dejó mucho que desear, tardaron siglos en atendernos.
Nos despedimos de nuestros amigos y nos quedamos dando una vuelta por los alrededores de la Catedral y por el Barrio de Santa Cruz. Habíamos quedado con otros amigos en la Puerta de Jerez. Como llegamos con tiempo aprovechamos para entrar en el hotel Alfonso XIII, un edificio de estilo regionalista, donde se alojan los reyes y otros personajes ilustres cuando viajan a Sevilla. Es Bien de Interés Cultural, por lo que no hay problema en visitarlo por dentro, donde incluso tienen alguna pequeña exposición.
Para cenar pensamos ir a la Taberna Coloniales, ya que es muy recomendado en este foro y en tripadvisor, pero había una lista de espera de al menos 45 minutos, así que nos fuimos a otro restaurante cerca de la catedral que conocían nuestros amigos, el "Almiranta". El sitio no está mal para estar en una ubicación tan turística. Tapas buenas que se salen un poco de lo tradicional sin ser nada del otro mundo, aunque un poco caras. El servicio es amable, aunque en ocasiones poco eficiente.
Después de cenar dimos u paseo viendo los edificios iluminados, y volvimos al apartamento, que estábamos agotados después de todo el día pateando Sevilla.