A pesar de madrugar, del poco tráfico que encontramos para ser un 1 de julio y algún etcétera más, no llegamos a la hora prevista al mercado provenzal, así que lo sustituímos por otro al día siguiente...os pongo un breve resumen de algunos de ellos en viernes y sábados, ya que eran los días que estaríamos por la zona:
-VIERNES: Lourmarin (el mejor de ellos por su antigüedad y productos), Saint Martin de Castillon (Vaucluse), Venasque, Bonieux y Saint Saturnin les Apt.
-SÁBADOS: Isle Sur la Sorgue, Menerbes, Le Thor, y Apt.
Unos kilómetros antes de llegar a GORDES paramos en unos merenderos a la sombra, comimos y estiramos piernas, y establecimos la ruta a seguir, comenzaríamos viendo Gordes desde su mirador para luego descubrir sus calles, continuaríamos hasta la Abadía de Senanque y después haríamos el check-in en el hotel, puesto que hasta las 16:00h no podíamos entrar.
Lo primero que tengo que decir es que el mirador desde el que está hecha la foto estaba de gente como si no hubiera un mañana, qué digo gente??JAPONESES!!
Hay muy poco sitio donde dejar el coche y la carretera es estrecha, pero bueno, al final lo conseguimos. Genial verdad?
Gordes no deja de ser un pueblito con mucho encanto, edificado en una colina, con calles empedradas, estrechas y en las que las cuestas son un constante. Mucha gente famosa y adinerada la ha elegido como lugar donde veranear, de ahí que sus precios en alojamientos sean un poco desorbitados para lo que se ofrece.
Continuamos las indicaciones hasta la ABADÍA DE SENANQUE, desde el mirador está muy bien señalizado, bajas por una carretera estrecha y serpenteante y luego para regresar subes por otra diferente.
Aquello también estaba plagado de gente, autobuses y autobuses llegaban cual centro de peregrinaje...un poco agobiante la verdad...y eran las 15:00h y sufríamos 40 grados...
Toda la abadía está rodeada de campos de lavanda, y por lo que pude observar plantada en diferentes momentos para asegurar época de floración al turista durante todo el verano.
Como ya sabéis se trata de una abadía cisterciense, habitada por monjes; sencilla, austera , y construída en base a sus preceptos (ora et labora).
Como curiosidad decir que esta parte de la Abadía que sale en la foto puede dar lugar a engaño, ya que lo que se ve al fondo no es el cuerpo principal de la iglesia, tal y como parece, sino el dormitorio de los monjes.
Junto con la Abadía de Silvacane y Le Thoronet forman las 3 hermanas provenzales, aunque nosotros solo visitamos ésta.
Aunque el interior de la Abadía es visitable nosotros no lo hicimos, nuestro pequeño no calla ni dormido, así que seríamos visitantes non-gratos. Tiene también una gran tienda de recuerdos. Por cierto, me parece que el parking fue gratuíto.
Llegaba el momento de buscar nuestro hotel, descargar, refrescarnos y descansar un poco. Elegimos el hotel Le Relais du Luberon, en Coustellet-Maubec, muy cerca de Gordes. Habitación triple, apartada del resto, justo al lado del parking, 85 euros. A parte parking y desayuno, que por cierto fue sensacional. El dueño súper atento, nos explicó un montón de rutas y zonas a visitar, se quedó jugando con Hugo mientras descargábamos, le sacó juguetes...fenomenal.
En las inmediaciones del hotel se aparca perfectamente pero nosotros preferimos dejarlo dentro.
Con 42 graditos a las 18:00 de la tarde, nos pusimos rumbo a LE SENTIER DE OCRES, está en la Avenue de la Burliere en Roussillon, y tengo que decir que nos costó un poco encontrarlo. Se trata de un sendero ocre, recomendable para quienes no son de la provincia de León y nunca hayan visitado las famosas Médulas. Así que para que os hagáis una idea os diré que son una miniatura de las mismas. Mi marido es de allí y las hemos visitado en alguna ocasión, con lo cual no nos impresionó demasiado.
En cualquier caso, la visita es recomendable, transcurre por senderos que durante mucho trayecto están cubiertos por el bosque, así que se agradece con esos calores.
Hay dos rutas,una de 30 minutos y otra de 60. Nosotros elegimos la corta porque a las 19:30 cerraban y nosotros vamos despacito con Hugo. Nada de carros (os dejan dejarlos en la garita de la taquilla) y nada de ropa blanca...fue con lo que más disfrutó mi pequeño...volviéndose naranja
A la salida hay una fuente donde podréis refrescaros y volver a vuestro color original...os dejo alguna foto:Como ya sabéis se trata de una abadía cisterciense, habitada por monjes; sencilla, austera , y construída en base a sus preceptos (ora et labora).
Como curiosidad decir que esta parte de la Abadía que sale en la foto puede dar lugar a engaño, ya que lo que se ve al fondo no es el cuerpo principal de la iglesia, tal y como parece, sino el dormitorio de los monjes.
Junto con la Abadía de Silvacane y Le Thoronet forman las 3 hermanas provenzales, aunque nosotros solo visitamos ésta.
Aunque el interior de la Abadía es visitable nosotros no lo hicimos, nuestro pequeño no calla ni dormido, así que seríamos visitantes non-gratos. Tiene también una gran tienda de recuerdos. Por cierto, me parece que el parking fue gratuíto.
Llegaba el momento de buscar nuestro hotel, descargar, refrescarnos y descansar un poco. Elegimos el hotel Le Relais du Luberon, en Coustellet-Maubec, muy cerca de Gordes. Habitación triple, apartada del resto, justo al lado del parking, 85 euros. A parte parking y desayuno, que por cierto fue sensacional. El dueño súper atento, nos explicó un montón de rutas y zonas a visitar, se quedó jugando con Hugo mientras descargábamos, le sacó juguetes...fenomenal.
En las inmediaciones del hotel se aparca perfectamente pero nosotros preferimos dejarlo dentro.
Con 42 graditos a las 18:00 de la tarde, nos pusimos rumbo a LE SENTIER DE OCRES, está en la Avenue de la Burliere en Roussillon, y tengo que decir que nos costó un poco encontrarlo. Se trata de un sendero ocre, recomendable para quienes no son de la provincia de León y nunca hayan visitado las famosas Médulas. Así que para que os hagáis una idea os diré que son una miniatura de las mismas. Mi marido es de allí y las hemos visitado en alguna ocasión, con lo cual no nos impresionó demasiado.
En cualquier caso, la visita es recomendable, transcurre por senderos que durante mucho trayecto están cubiertos por el bosque, así que se agradece con esos calores.
Hay dos rutas,una de 30 minutos y otra de 60. Nosotros elegimos la corta porque a las 19:30 cerraban y nosotros vamos despacito con Hugo. Nada de carros (os dejan dejarlos en la garita de la taquilla) y nada de ropa blanca...fue con lo que más disfrutó mi pequeño...volviéndose naranja
Si os parece bonito, de nuevo os recomiendo que visitéis Las Médulas, es esto pero a gran escala.
Después de empaparnos en la fuente dimos un paseo por Roussillón, muy recomendable también:
El parking fue 2 euros todo el día, y aunque nosotros solo estuvimos unas horas no tuvimos otra opción. La entrada al sendero ocre: 5 euros cada adulto.
Ya al anochecer nos dirigimos a nuestro hotel y cenamos en un estupendo italiano que había al lado y que nos recomendó el dueño del hotel, La Dolce Vita se llamaba y nos encantó.
El día ya no daba para más, además estábamos agotados.