Recién levantados nos fuimos a desayunar. El desayuno era bastante pobre, unas tostadas con mermeladas y chocolate para untar. Pero si os digo la verdad, yo con ese pan y ese chocolate, me hice unas rebanadas a lo "nutella" que me pusieron contenta pronto.
Bajamos a recepción a hacer el check out y nos llevaron al aeropuerto junto con los dos chicos de la noche anterior. Resulta que justo a partir de ese mismo día Air Asia cambiaba la terminal desde donde salían sus vuelos y el conductor no tenía mucha idea por donde ir. Nos tuvo dando vueltas y vueltas por las autopistas de al lado del aeropuerto durante más de media hora. Los pobres chicos ya se pensaban que perderían el vuelo!! Pero al final llegamos todos a tiempo. Hicimos el check in en Air Asia y a las 10 nos fuimos rumbo a Jogyakarta.
Había leído que la mayoría de las aerolíneas en Indonesia están en la lista negra de la UE pero que Air Asia era la mejor y no estaba en esa lista. Pues bien, mi experiencia en vuelos internos fue que precisamente este fué el peor. Más que nada ocurrió porque era un vuelo de 1h que acabó siendo de hora y media porque nos tuvieron media hora dando vueltas por congestión en el aeropuerto de Yogya. Sé que esto no tiene nada que ver con la aerolínea, pero en el transcurso de ir haciendo tiempo el avión fue dando bajones de golpe de esos que te da una sensación en la barriga que hay gente que les gusta mucho y otros que odian... Roger es de los que les gusta mucho, yo soy de los del segundo grupo; así que lo pasé un poco mal.
Finalmente llegamos a Yogya, recogimos las maletas y nos dispusimos a ir a nuestro hotel. Habíamos leído que mucha gente iba a la ventanilla oficial de taxis del aeropuerto, dónde les decías el hotel y te daban un ticket con un precio ya establecido que pagabas al momento. Nos dijeron 80K rupias y nos pareció algo acorde a lo esperado así que aceptamos ya que queríamos llegar pronto al hotel a dejar nuestras mochilas y empezar a callejear!
El hotel es el Neo Awana + Yogyakarta. Nos salió a 49€ dos noches sin desayuno y con piscina exterior. Aunque en los alrededores no había gran cosa, está a menos de 10 minutos andando de Pramitorawan y a unos 15 min del Tamansari, con lo que no estaba mal localizado. Nos trataron como reyes la verdad, lo recomiendo.
Como era viernes y el Kraton (palacio del Sultán) cerraba a las 12, nos fuimos caminando al Tamansari (castillo del agua). La entrada nos costó 15K. Opinión personal: bueno, no tenía mucho, pero vimos la mezquita subterránea que tantas ganas tenía de ver (aunque estaba bastante masificada y con miles de niños correteando por todos lados). Había una pareja de novios intentando hacerse el fotoreportaje de boda...creo que aún están esperando a que la gente se aparte. Es algo de lo que no te tiene que saber mal prescindir si vas con el tiempo justo, pero que está bien para pasar un rato libre.
Taman Sari y Mezquita subterránea
Como los próximos dos días íbamos a ir a Borobudur y Prambanan, sabíamos que nos quedaríamos sin ver el Kraton a no ser que fuéramos a primera hora, pero hemos leído en varios blogs que tampoco valía mucho la pena así que lo desestimamos. Si váis, tened en cuenta que normalmente de 10 a 12 todos los días hacen un "ritual" diferente, donde tocan música y bailan.
Tras esto nos pusimos a buscar un sitio donde comer. Pensaba que habría más sitios tipo restaurante o warung para comer..pero no vimos mucho...no sé si es que nos metimos por zonas poco turísticas o que pero estaba todo muy muerto. Finalmente vimos un puestecito local que llevaba una mujer que no hablaba ni papa de inglés. Nos señalaba un carrito con varios platos que tenía ahí y nos preguntaba con señas que qué queríamos. La verdad es que recién llegados al país no teníamos ni idea de qué era cada cosa (tenía todo pinta muy extraña). Al final la mujer nos puso en un platito un poco lo que le dio la gana jajaja. A mi lo que más me gustó fueron unos noodles son salsa de soja así dulzona... Roger le dio por comerse ansiosamente una especie de pollo que tenía muchísima especie roja... yo lo probé un poco con la lengua y casi muero pero el decía que le gustaba mucho. Total... no os imagináis lo mucho que llego a sufrir después; no podía parar de beber agua y después en la barriga no es que le sentara muy bien jaja. Ya le dije que era un animal y no podía ponerse a comer así nada más llegar, sin nada de entreno!!! Nos costó 42K los 2. Al principio pensamos que se habría equivocado al cobrarnos...nos parecía muy poco comer los dos por menos de 3 euros..pero luego vimos que no, que era muy normal y hubo algún día que comimos hasta por menos.
Después dimos una pequeña vuelta por el barrio pero decidimos irnos pronto a la piscina del hotel, ya que a las 6 cerraba y queríamos amortizarla un poco. Luego contratamos para que nos vinieran a hacer un masaje completo con exfoliación en la habitación. Por ser estudiantes nos costaba 100K cada uno y duraba 75min...aunque en verdad duró una hora. Estuvo muy bien... pero fue un poco raro porque las chicas que nos lo hacían eran como vergonzosillas y no paraban de reir. Él lo pidio de fuerza medium...yo lo pedí soft y a veces me apretaba que no veas, así que yo creo que hizo lo que quiso.
Tras una ducha para quitarnos toda la exfoliación de encima nos fuimos a ver la calle Prawirotaman. Nos gustó el ambientillo, así con puestecitos de cenar y tomar algo con música en directo. Nos fuimos al restaurante VIA VIA ya que leímos en muchos blogs que estaba muy bien. Nos gustó mucho. Probamos el Nasi Goreng típico de Indonesia para estrenarnos. Roger empezó con una de sus muchas Bintangs durante el viaje y yo opté por los famosos zumos naturales . Al final nos pedimos hasta postre. Tuvimos que esperar un poco para entrar a comer ya que o llevabas reserva o había cola. Pero no fueron más de 20 minutos. Había música en directo y el ambiente estuvo muy bien. El precio fueron 178K (unos 12€).
Calle Prawirotaman
Luego dimos una vuelta donde aprovechamos para ver los precios de Losari Tours. Fué más que nada por curiosidad porque ya habíamos decidido ir a los templos por nuestra propia cuenta y no hacer el tour de los volcanes. A día de hoy puedo decir que los precios estaban muy bien (y sin negociar) con lo que visto cómo fue ir por nuestra propia cuenta no habría descartado ir con agencia.
Finalmente nos quedamos a tomar algo en un bar con música reggae en directo. Estaba a petar pero un hombre holandés que estaba con una indonesia nos invitó a sentarnos a su lado. Era una pareja muy curiosa. La mujer indonesia nos empezó a hacer muchas preguntas sobre si habíamos tenido problemas para entrar al país. Al parecer a los holandeses que acompañaban al hombre no les habían dejado entrar alegando que necesitaban un visado especial, que sino únicamente podían estar un día. Le dijimos que eso era muy raro, que de hecho los españoles y las habitantes de la mayoría de países de la UE no necesitan visado para entrar a Indonesia desde hace un par de años... Así que a saber... Durante el viaje también escuchamos a algunos españoles diciéndoles que aunque no se tenía que pagar visado debían pagar 10 euros por pasaporte en concepto de tasas de entrada... Yo creo que hay gente que debe tener mala suerte y tocarles algún funcionario piratilla, porque sino no lo entiendo...
El garito con el concierto reggae
Después de un rato nos tuvimos que ir corriendo al hotel porque a Roger su banana split parace ser que lo transformaron en un banana splash vaya, que sumado a la experiencia de picante del mediodía empezó el viaje a tope!!!
Aquí, por primera vez, sufrimos las consecuencias de los rezos a toda leche por los altavoces a las 4 de la madrugada. Durante el día los habíamos oído varias veces, pero bueno, es pasable. Eso sí, el de las 4 de la madrugada, por mucho que hayas leído que pasa, no te lo esperas. Estás durmiendo tranquilamente y pam... rezos a todo volumen como si estuvieran dentro de tu habitación. Me daban ganas de matar a alguien . Además que no es eso que sean 10 minutos y ya está...no no, había días que se tiraban una hora entera rezando! Yo soy de sueño muy fácil y denso y algunos días no me llegué a despertar, pero Roger, que es un delfinito durmiendo, los odió mucho jajaja