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Se nos acaba lo bueno. El 12 de julio el Costa Pacíica atraca en el puerto de Bergen para realizar la última escala del crucero, antes de llegar a Kiel el día 14. Nosotros ya habíamos estado en Bergen en otro crucero. Es lo que tiene que sea parada prácticamente obligatoria en casi todas las rutas del norte de Europa. La otra vez fuera en el año 2014 y nos quedáramos con el gusanillo de volver porque entonces nos hiciera algo de mal tiempo, que nos emborronó el recorrido tan bonito que teníamos.
Bergen es una escala que se ajusta a ti. Me explico. Sea el tipo de crucerista que seas tendrás un plan a medida. Las escalas siempre suelen ser largas aquí (la nuestra era de 8 a 18) y se atraca muy cerca del centro de la ciudad. Así que si lo que te gusta es ir de relax, no tienes problema porque tienes el famoso mercado de pescado a cinco minutos del puerto, pasando además por delante por las casas típicas del puerto (pon Bryggen en internet y te harás una idea). Estas son comercios, así que si lo tuyo es de ir de tienda en tienda te lo pasarás en grande.
Si eres un crucerista "medio", a este plan puedes añadirle la subida al monte Floyen. Hay dos vías: funicalar o andando. El paseo a pie es precioso, tanto el de subida/bajada como el qur hay por arriba. Un bosque inmenso que te traslada a una atmósfera mística. Arriba también hay lagos y hay infinidad de caminos, pero ahí cada cual que piense qué es lo mejor que se adapta a sus inquietudes.
Para el los cruceristas que les gusta moverse, como es nuestro caso, tienen un recorrido precioso que va por dos de las siete montañas que rodean Bergen. Vas del mencionado Floyen al Urlinken, o viceversa. Lo que hicimos nosotros en el 2014 es ir andando por la ciudad (pasando por los puntos más interesantes) hasta la falda del urlinken, subir en telesférico, y caminar por las cumbres hasta llegar al Floyen. Pasas por numerosos lagos y hay una espectacular que además tiene una cascada. Es brutal, pero tuvimos la mala suerte de que en zonas había mucha niebla. Luego llegamos al Floyen, con claros, disfrutamos de sus vistas, y bajamos andando hasta el barco.
El plan que dubujamos esta vez era diferente. Nos enteramos que había una vía de ascenso a pie en el Urlinken y a por ella nos lanzamos. A las ocho menos cinco estábamos en la calle, prácticamente solos, y fuimos directos a comenzar la ascensión, que va siguiendo un río que cae en cascada. A medida que íbamos subiendo, nos disgustaba ver que cada vez había más niebla, aunque no llovía. Por la senda nos sorprendió encontrarnos con "carriles de bici" exageradamente empinados. Lo primero que pensamos es que "hay que estar muy loco" para tirarse por ahí hacia abajo, pero se ve que a los noruegos les gustan las emociones fuertes. Finalmente llegamos a la cumbre del Urlinken, y dada la nieble que había, del estilo de la otra vez, optamos por bajar en telesférico y disfrutar de la escala con calma. Con niebla ya habíamos hecho el recorrido hasta el Floyen. Nosotros repetiríamos solo si esta vez estuviera despejado....
Una vez abajo, callejeamos y disfrutamos del mercado del pescado. Compramos el queso marrón (se llama así) típico de estas latitudes y demás productos exóticos. En el barco nos avisaron de que no se podía comprar carne de ballena porque está prohibida en Alemania y allí te la podían requisar. Yo tampoco estaba interesada en ella, pero si alguno lo tiene en mente que lo tenga en cuenta.
Finalmente subimos al barco, que era lo que nos quedaba por disfrutar de este crucero. Al día siguiente era el tercer y último día de navegación y luego llegábamos a Kiel.
NOTA: El recorrido completo haciendo el Urlinken-Floyen para GPS
Recorrido de Bergen para GPS
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