EL VIAJE EN BUS
Es el tercer día desde mi llegada, pero suena la alarma del móvil a las 6 de la mañana, y gateo sonámbulo para ir a trabajar. Hago embutido de mochila, y una vez desayunado y cafeinado a las 6'30 a.m., hago el checaut y pido un taxi para las 6'45.
Tras pagarle al taxista 150 kunas, 20 Є, me abre las puertas del taxi y me apeo a las 7'10 en la Bus Station (Autobusni Kolodvor) de Dubrovnik en el puerto de Gruz. Pido un billete a Mostar. Me pregunta que si en el bus de las 8 con Autotrans, le digo que sí, y me pide y le doy 117 kunas, 17 Є, o sea, 3 Є menos que la carrera de 4 kms del taxi que acabo de dejar, por los 140 kms que hay de Dubrovnik a Mostar. Eso sí, al billete hay que sumarle 8 kunas más, 1 Є, por depositar la mochila en el maletero.
El bus semivacío arranca puntual, y tras una hora de circulación por los fiordos adriáticos, aparece el 1r paso fronterizo, el croata de Zaton Doli, donde no se hacen trámites, ni se baja, ni asoma el pasaporte. Diez minutos después entramos en Neum, único pueblo costero que tiene Bosnia en su trocito de salida al mar, pero que parte el territorio croata en dos. El bus hace un break de un cuarto de hora en una restoran de carretera, y despega para llegar al 2º puesto fronterizo, el bosnio de Klek-Neum, 15 minutos después, en el que un policía sube al bus, revisa en 5 minutos los documentos de los pasajeros, y baja. Desde ese punto, una carretera secundaria de entorno rural, y tras unos 25 minutos, llegamos al 3r Border Crossing, el bosnio de Doljani. Aquí la cosa se pone seria, y el autobús aparca parando motores, para que el copiloto recoja pasaportes o carnets, y se marche al control. Una media hora despúes, regresa con todos en la mano, y nos los devuelve mientras el conductor pisa el acelerador.
Me dedico a ver el paisaje y a escribir notas, pero no puedo evitar observar al paisano de mi misma fila, al otro lado del pasillo, quien durante el trayecto se trinca entera trago a trago, una botella de vino, descorchada nada más salir de Dubrovnik.
En media hora, el autobús hace parada en la estación de la Lourdes bosnia, el pueblo mariano de Medjugorje, donde tropas de creyentes peregrinan para ver aparecer a la virgen que, segun testimonian tres lugareñ@s, les visita puntualmente a diario desde 1981. Del fenómeno se hizo eco en nuestro país el parapsicoperiodista Iker Jimenez, dedicándole un capítulo de "Cuarto Milenio" en el 2010.
Unos cuantos kilómetros secundarios de paleoalquitrán después, entramos triunfalmente en Mostar a las 11’24 minutos, y aunque el paisano del tinto continua dirección Sarajevo, quedándome sin saber si bajará del bus de pie o de cabeza, al observarle por el rabillo del ojo antes de bajar, veo que se halla en estado de éxtasis místico, lo que me explico intuyendo una fervorosa fe del hombre, quien seguro que tras la parada de Medjugorje, tan cerca del helipuerto de la Virgen, se sumiría en una devota embriaguez.
EL DIA EN MOSTAR
El hotel está en un callejón de la misma avenida Marsala Tita, que la busestation, por lo que solo he de orientarme para tomar el sentido correcto. Unos pocos edificios devastados después, llego al Shangri-La, que no es ningún paraiso en la tierra, pero sí un hotel con encanto de agradables dueños, que me dan una bienvenida acogedora y una magnífica habitación. Trueco el equipaje por un mapa, y a unos 50 metros tras bajar el callejón hasta la avenida y cruzar, comienzo el recorrido al llegar a los escalones que bajan al bazar, al lado de la
MEZQUITA CEJVAN CEHAJA
la más antigua de Mostar, y con la particularidad de ser la única de la ciudad con el minarete a la izquierda de la entrada. Con una madrasa, escuela islámica, está ubicada al lado de un pequeño parque, y sobre la ciudad vieja, muy cerca de la Tara tower. En frente, en la otra acera de Marsala Tital, el esqueleto de otro gran bloque lleno de impactos y con un cartel de peligro, no pasar. Mientras le hago un par de fotos, un paisano pasa a mi lado y me dice algo, de lo que solo llego a entender claramente una palabra: Ustacha, la organización paramilitar ultranacionalista croata, aliada de los alemanes durante la II Guerra Mundial, y de terrorífico recuerdo.
Ya en el bazar, cien pasos más allá de las escaleras, se refleja en el Neretva, el Puente viejo de Mostar, “Stari Most”, al cual puenteo, no lanzándome si no cruzándolo, y continuando recto hasta llegar al
BULEVAR DE LA REVOLUCIÓN,
la avenida cuyo calzada se convirtió en el escalofríante muro invisible que separaba a croatas en el Oeste de los bosniacos musulmanes en el Este, y donde los vecinos se mataban a tiros desde una a otra acera, tras convertirse en la primera línea del frente de la contienda. Resulta imposible, pero sería como imaginar disparándose a los vecinos de una acera y otra de la Gran Via de Barcelona o Madrid.
Cruzando al otro lado, toda la esquina del Bulevar está ocupada por la Iglesia de San Pedro y San Pablo, y detrás, el Monasterio franciscano, cuyo campanario, además de hacer de referencia de situación, es el punto más alto de la ciudad con sus 107 metros.
Giro por el bulevar hacia el norte, en paralelo al río Neretva, dirigiéndome hacia la Spanski Trg, la Plaza de España. Sucesivamente, caminando por la acera croata, un hospital, y a una acera y otra de la avenida de denso tráfico, un rosario de edificios en ruinas llenos de impactos. La llegada a la Plaza de España, la indica el viejo
GYMNASIUM DE MOSTAR
Este notorio edificio morisco de colo ocre, construido entre 1897 y 1902 durante el imperio austrohúngaro, para acoger un gran centro educativo que diera cabida a profesores y alumnos de todas las confesiones, se convirtió en la escuela más reputada en Bosnia Herzegovina durante el periodo “yugoslavo”, acogiendo a 2000 estudiantes.
Muy dañado por los bombardeos y la artillería durante la guerra de los 90, ya que se encontraba en la mismísima línea del frente, al terminar la guerra en noviembre del 95, se habilitó una sola planta para dar clases a estudiantes croatas, y no fue si no hasta el 2004 cuando regresaron al Gymnasium estudiantes bosnios, año en el que comenzó la restauración del edificio, finalizada en el 2009.
En la actualidad es un ejemplo de la situación en Mostar; la escuela de secundaria de Mostar funciona con dos programas de estudios separados, y en dos lenguas diferentes, croata y bosnio, con solo alguna actividad no lectiva y el recreo, conjunto, entre el aproximadamente 60% de alumnos bosnios y el 40% de croatas.
Doy una vuelta por la zona de la Plaza España, antiguamente Plaza Hit, por los almacenes del mismo nombre que se ubicaban allí, y además del memorial por los 21 soldados muertos en Bosnia durante el conflicto, sobrecoge sin ni siquiera conocer su historia, un alto edificio en forma de rombo que se encuentra en una esquina. El esqueleto es la
SNIPER TOWER (Torre de los francotiradores)
anteriormente un banco, fue tomado durante la contienda para hacer tiro al blanco sobre cualquier bosnio que apareciera en el visor del rifle, fuera en coche, en el salón de su vivienda, o corriendo.
Vuelvo otra vez al este musulmán, hacia el cauce del río, y a la altura de otro esqueleto, el del antiguo hotel Neretva, cruzo el río y regreso hacia la ciudad vieja por la calle
Brace Fejica, o Fejiceva como la llaman alli. Más moderna, está repleta de corrillos de chavales, y de terrazas de cafes igualmente abarrotados de gente joven, hasta que repentinamente, todo el bullicio y el suelo de la calle, desaparecen, dejando paso a entrañas urbanas, vallas, obreros, maquinaria y un monton de polvo. Camino pegado a la pared, y al llegar a una pequeña plaza con un recogido mercado techado, entro en un pequeña colmado y compro una cerveza. La plaza es agradable y como casi no llegan los turistas, me tomo la Ozujsko en la misma plaza, viendo el mercado agrícola con sus tarros de miel, a unos ancianos conversando en la terraza del bar de la esquina, el río entre las colinas, y más alla el puente viejo y las torres.
Retomo el camino por la misma calle pasando por la casa otomana Biscevic primero, y entrando luego por un pequeño arco, a la placita con la fuente de la Koski Mehmed-Pasha, que también tiene unas pocas tiendas de souvenirs. Entrar a la pequeña mezquita son 5 euros y yo no entro, pero quizás tiene una de las mejores vistas posibles del puente desde los jardines traseros, y de los tejados de Mostar desde el minarete, cuya subida, está incluida en la entrada.
Más adelante, paro a comer algo en una restoran de comida rápida, y me pido el socorrido Cevapcici bosnio, a saber, pan de pita, salchichas de carne picada, y un poco de arroz y cebolla, y una cola, porque en el garito no sirven alcohol. No me había fijado en el de enfrente, mostrando unos grandes carteles anuncio de cervezas, y vacío, y pienso que para comer un Cevapcici no hace falta romperse los sesos, porque no es que necesite mucha elaboración.
Tomo un te, pago 5 euros y me despido, y me rodean las tiendas por todos lados. En una de ellas, da igual porque venden lo mismo al mismo precio, decido comprar unos regalos para la vuelta, cuatro bolígrafos hechos con casquillos de bala, que están a la venta en todas las tiendas. Es un regalo patético, pero me convenzo de que es útil y kitch, y pienso que puedo vender el simbolismo de mejor letras que balas.
Una multitud se agolpa en el puente, expectantes a un clavadista que hace estiramientos en la parte exterior de las barandillas. Mira a uno y otro lado otro observando las cámaras y los móviles, y un compinche con una gorra, vocea como el vendedor de un mercado. Avisan de que habrá salto cuando se reunan 5 euros, pero un espectador tras otro, espera que sea el de al lado y no él, el que contribuya al espectáculo. Finalmente, llega el momento, y el saltador se balancea y se deja caer hacia el Neretva. En el momento del impacto, un estallido de gotas de agua, exclamaciones y aplausos. Estos sacan partido al turismo, pero esta actividad se lleva realizando desde hace cientos de años, y en la actualidad, hay una competición anual internacional.
Cruzo de nuevo, y giro primero hacia la carretera va en paralelo al río, y luego por un sendero que desciende directamente a una pequeña playa. Es el punto estratégico para capturar la imagen por excelencia del Stari Most. Al nivel del agua y a unos cien metros, el reflejo del puente en el río es perfecto. Planos abiertos o planos más cerrados, con torres o encuadrado solo el puente. Los aficionados a la fotografía se agachan, se estiran, se acercan, o se alejan.
Se hace de noche, pateo hasta que me canso, y el callejón del hotel, oscuro como la boca del lobo y bajo la sombra del edificio en ruinas, resulta inquietante. Además, no se donde se pisa. Linterna obligatoria. Veo al Barça ganar sin brillo al City de Pepe Hucha tomándome una cerveza, pero apago el partido por aburrimiento, y me largo al duplex de Morfeo.
MOSTAR
-Mostar toma su nombre de los Mostari, los guardianes del puente viejo o Stari Most,
que vivian en las dos torres que se pueden ver a ambos lados del Neretva. Los Mostari, cobraban un "peaje" o derecho de paso a soldados, viajeros, o comerciantes, que querían cruzarlo.
-Una aldea de 20 casas en las dos orillas del Neretva, se hizo mayor con la llegada de los otomanos en 1500. En 1878, fue ocupada por el Imperio Austro-húngaro. En 1918 con la desaparición del Imperio tras la I Guerra mundial, pasa a formar parte primero del Reino de Serbios, Croatas y Eslovenos, y posteriormente a Yugoslavia. En 1992, Bosnia proclama su independencia de Yugoslavia, y estalla la guerra.
-En la actualidad, Mostar con 65 mil habitantes, unos pocos más de 100 mil en el area metropolitana, es la capital de Herzegovina, que como todo el resto del país tras el fin de la guerra, es un rompecabezas político dividido en dos "estados", la Republica Federal de Bosnia y Herzegovina, de bosniacos y croatas, y la República Srpska, de aplastante mayoría étnica serbia y religión ortodoxa.
-A poco más de 120 kms de Sarajevo, dista 50 kms de Neum, único pueblo costero de Bosnia; unos 170 de Split, y unos 130 de Dubrovnik.
-La ciudad se encuentra en el valle del Río Neretva, y bajo los auspicios del Monte Velez. Los veranos son cálidos y los inviernos templados, pero hay lluvias todo el año. La temperatura media es de 15º. Las mínimas de 2º se dan en Enero y las máximas de 32º en Julio. El mes mas seco es Julio y el de las lluvias es Diciembre.
-Mostar está dividida en dos zonas, la oeste moderna croata y la este histórica bosniaca. En el 2012, mientras se celebraban elecciones municipales en toda Bosnia, en Mostar no se pudieron celebrar, por la presentación de un recurso por una de las partes, amparándose en el Estatuto de Mostar, que rige la ciudad tras los acuerdos del fin de la guerra. Hay dos idiomas oficiales, bosnio y croata, educación separada, compañías de agua y eléctricas distintas, y muchos de sus habitantes no traspasan la línea divisoria. En medio, apenas 4 mil serbios.
La frontera, es la calzada del Bulevar de la Revolución. A veces esta división queda reflejada en la colinas, con grandes "mensajes" en ambos lados: "Tito te queremos" o la antigua bandera bosnia en el este, o el escudo de armas croata en el oeste.
RECORRIDO POR MOSTAR
EL PUENTE -STARI MOST-. Año 1566
El puente de piedra del que toma el nombre la ciudad, encargo de Suleyman el Magnífico, fue inaugurado en el año 1566 tras 9 años de trabajo. Su destrucción en 1993 tuvo muchos objetivos pero sobre todo simbolizó la división de la ciudad. Está situado entre las torres de los Mostari, la Torre Tara y la Hercegusa en una orilla, y la Halebija en la otra. El "nuevo" reconstruido puente, fue inaugurado en el 2004. Desde 1968, se celebra cada julio, una competición, actualmente internacional de los seculares y tradicionales SALTOS DESDE EL PUENTE.
CEMENTERIO PARTISANO. Año 1965
En la parte oeste de la ciudad, fue construido en memoria de los partisanos muertos durante la II Guerra Mundial. Tiene 661 tumbas.
CASAS OTOMANAS. Siglos XVI-XIX
Los otomanos utilizaban un patrón urbanístico de separar la ciudad en dos zonas, una llamada Carsija (el mercado), y otra llamada Mahala, que era la zona residencial. En la actualidad quedan tres viviendas bien conservadas de la época otomana. Las viviendas/residencias tienes altos muros, jardines con fuentes, y conserva objetos domésticos de uso diario, alfombras, libros, ...
Bišćević (Bišćevića ulica b.b). Abierto cada día de 8 a 20.
Kajtaz (Gaše Ilića b.b.). Abierto cada día de 10 a 16.
Muslibegović (Osmana Đikića 41) Abierto cada día de 10 a 18.
EL BAZAR. Siglo XVI
Una de las partes más antiguas de Mostar, -contaba con unos 500 talleres en la época turca-, se extiende a lo largo de una estrecha e histórica calle empedrada paralela al río, que haciendo una curva, cruza el puente viejo. La calle y el mercado se llaman Kujundziluk. Ahora claro la mayoría son tiendas de souvenirs, cafes y restaurantes, junto con algunas pequeñas tiendas sueltas de objetos militares, bordados, etc.
MAS PUENTES.
-El puente torcido o Kriva Cuprija. Año 1558. Construido 8 años antes que su famoso hermano, por ser una miniatura idéntica se supone que su construcción sobre el arroyo Radobolja, afluente del Neretva, fue una prueba previa. Se llega por el camino que baja a la famosa playita de las fotos bajo el puente viejo.
-El puente Lucki. Año 1913. Austro-húngaro. 72 metros para cruzar el Neretva, al sur y con perfectas vistas del Puente viejo.
IMPERIO AUSTRO-HÚNGARO
Aparte de la escuela Gymnasium de Mostar en la Plaza España, ya descrito anteriormente, hay unos cuantos edificios reseñables mas de la época austro-húngara.
-Palacio Metropolitano. Año 1908. Contruido por el Obispado de la iglesia ortodoxa en estilo Neo barroco, es un edificio que da la nota en la parte otomana. Aparte de su arquitectura, ofrece bonitas vistas de la ciudad vieja.
-Piscina-spa de la ciudad. Gradska Banja. Año 1914. Al lado del derruido hotel Neretva, se llega en linea recta hacia el río desde la Plaza de España. Restaurado, ahora está abierto al público como gimnasio y piscina cubierta.
-Obispado. Año 1906. este edificio de líneas rectas neorenacentistas, está en Balinovac en la parte oeste croata de la ciudad. Se llega siguiendo por la avenida de la iglesia católica y el monasterio franciscano.
TORRES
-Torre del reloj o Sahat Kula. Año 1630. de 15 metros de alto esta torre cuadrada al lado del Museo de Herzegovina en la parte vieja, fue restaurada en 1999.
-Torre Tara y Torre Halebija. Estas torres de base semicircular, flanquean el puente viejo. La Tara, fue usada por los otomanos como depósito de munición, y la Halebija, como prisión en la parte inferior y cuartel y torre de vigía en la superior.
-Torre Hercegusa. en el mismo lado, se encuentra detrás de la torre Tara, es de la primera mitad del siglo XV.
Las torres se pueden visitar cada día menos el lunes, de 10 a 18 horas.
PLAZAS Y PARQUES
-Plaza de España. Situada en el Bulevar de la revolución, fue linea divisoria entre los contendientes en la guerra. En octubre del 95, el gobierno bosnio decidió dar el nombre a la plaza, en memoria de los soldados fallecidos durante la misión española.
-Plaza y Parque Musala. La principal plaza del este. Fue construida durante el imperio austro-húngaro. Está cerca del Hotel Neretva y el Spa de la ciudad. Con agradables sitios donde tomarse un café, y cerca de la Escuela de música, tiene un pequeño pero encantador parque con una bonita y antigua fuente.
-Plaza Rondo o Plaza de la nobleza croata. Durante la urbanización hecha por los austro-húngaros, es la principal plaza del oeste. Los alrededores del distrito son geniales para el paseo, por sus calles flanqueadas de plataneros y limas. El CC Rondo, es uno de los centros comerciales más grandes de Mostar.
-Parque de la ciudad. Doblando por la esquina del Gymnasium en la Plaza de España, y dirección la Plaza Rondo, está el parque más grande la ciudad, llamado Zrinjevac. Como curiosidad de este parque, en el se puede encontrar una estatua a tamaño real de Bruce Lee, la primera en el mundo dedicada al famoso maestro de las artes marciales.
TEMPLOS
-Mezquita Aga Vucjakovic Nesuh. Siglo XVI. debajo de la torre del reloj, y al lado del bazar y el puente viejo, posee tres cúpulas.
-Koski Mehmed Pasha mezquita. Siglo XVII. Sobre el río Neretva, se entra por un arco de la calle a una romántica placita con una fuente. La entrada con subida al minarete cuesta 5 euros. Las vistas son muy panorámicas.
-Mezquita Hadzi-Kurtova o Tabacica. Siglos XVI-XVII. En la orilla derecha, parte oeste del Neretva, a 100 metros del puente viejo, en dirección al arenal de las fotos. Muy visitada, se llama Tabacica por el barrrio antiguo de curtidores (tabaci).
-Mezquita Karadjoz-Bey. Siglo XVI. Con su fuente de abluciones, la escuela coránica (madrasa), biblioteca, y comedor público, es considerada la mezquita más antigua y bonita de Herzegovina. Durante la guerra fue totalmente destruida, pero reconstruida, ya se puede visitar. Detras suyo, está el cementerio musulman mas antiguo de Mostar. Está en la calle Brace Fejica, o Fejiceva, que es la paralela más cercano al Neretva por la parte otomana del este.
-Iglesia San Pedsro y San Pablo y Monasterio Franciscano. Año 1866. El complejo adosado en una esquina del Bulevar llegando desde el puente viejo, fue totalmente reconstruido en el año 2000. Su orgullo es la biblioteca con 50 mil volúmenes antiguos, y el campanario franciscano se erige visible como uno de los puntos más altos de la ciudad.
-La sinagoga. Siglo XX. en el distrito de Brankovac a 100 metros del puente viejo. Dañada en la II Guerra mundial, desde 1952 es un teatro de marionetas.
-Iglesia Ortodoxa serbia. Sobre la avenida Marsala Tita, es un templo sagrado para los cristianos ortodoxos de los Balcanes. Se reconstruyó tras la guerra gracias a un filántropo británico.
ALREDEDORES DE MOSTAR
CASCADAS DE KRAVICE
A unos 40 kms de Mostar, se encuentran estas cascadas, una de las atracciones naturales mas bonitas de la región. Las aguas del río Trebizat, caen desde una altura de unos 30 metros, formando un anfiteatro natural de 150 metros de ancho. Muy popular en verano, se hacen deportes acuáticos, y excursiones en canoa.
BLAGAJ. RIO BUNA. VRELO BUNE.
Toda una auténcia postal a 12 kms de Mostar, cerca del pueblo de Blagaj, son estas aguas del río Buna que vuelven a surgir a la superficie (resurgencia) del subsuelo, en este caso de la boca de 15 metros de ancho de una gruta. Esta resurgencia es considerada la más grande de Europa. La postal es completada con el monasterio derviche Terjica, que se ubica en la orilla sobre esta maravilla natural.
POCITELJ
Un excelentemente conservado pueblo bosnio de 1383, que se encuentra a 35 kms de Mostar, con excelentes vistas del río Neretva. Muy pintoresco, este pueblo de empedradas calles, fue en su momento centro administrativo y de gobierno del condado.
MEDJUGORJE
A 25 kms de Mostar, se convirtió en un lugar de peregrinaje por las apariciones de la Virgen a jóvenes lugareños en el año 1981.
STOLAC
Bajo protección de la UNESCO, si se circula de camino a Trebinje, o se regresa hacia Neum, en la costa, se puede hacer una parada en este bonito pueblo, con el interés añadido de una fortaleza del siglo XV, un cementerio medieval otomano, un asentamiento ilirio, y las cuevas de Badanjsko, con pinturas y escenas de caza prehistóricas.
INFORMACION
ESTACION DE TREN
En la Avenida Marsala Tita, al lado de la estación de autobuses del este. El panorámico trayecto hasta Sarajevo es de unas 2 horas y media, y hasta Ploce en la costa croata, una hora y media, pero a día de hoy Noviembre 2016, .... el servicio está suspendido por obras "hasta nuevo aviso". La página web de los ferrocarriles bosnios, parece que lleva unos años sin actualización, así que la evito.
ESTACION DE BUS
La estación Este en la Avenida Marsala Tita.
La estación Oeste en la calle Vukovarska.
Hay lineas a la mayoría de ciudades de Bosnia, y a Split, Zagrev y Dubrovnik en Croacia.
web: www.autobusni-kolodvor.com/ ...table.aspx
MONEDA
La moneda oficial es el Marco, que se divide en pfennings. El cambio es de 1'95 marcos por euro. Yo cambié algo en Mostar en una oficina de cambio pasado el puente viejo en dirección al Bulevar.
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