Tren a Takayama. Qué maravilla estos trenes, su velocidad y confort son alucinantes. Fuimos vía Toyama. Muy bonito el paisaje desde el tren, otoñal y con brumas. Al llegar cogimos un plano del sitio en el punto de información que se encuentra nada más salir de la estación, y rumbo al ryokan Oyado Koto No Yume , muy bonito por dentro, y todo atenciones. Reservamos el onsen privado para las 6 de la tarde, cena a las 7, y salimos hacia las paradas de autobús para ir a Shirakawago.
Llevábamos reservado el bus de ida de las 12.20 desde España porque vimos en su web que en algunos ponía que ya no había asientos disponibles. El de vuelta lo dejamos abierto y recomiendo ir con tiempo a hacer cola si es de los que no admiten reserva. Fuimos 10 min antes de la hora de salida y fuimos los últimos en entrar, los de detrás de la fila se quedaron en tierra.
Shirakawago, una pasada el pueblecito, con sus campos de arroz entre las peculiares casitas. Primero subimos al mirador, preciosas vistas, y luego ya paseíto por el pueblo, entrando en alguna casa. En principio en algo más de 2 horas te da tiempo, también depende lo que te entretengas con las fotos, compritas, comer…Nosotros pillamos unos pinchos de croqueta que vendían, muy ricos.


*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
A la vuelta teníamos el tiempo justo para subir al onsen privado, una gozada. Primero debes limpiarte fuera sobre un taburete con un barreño y luego ya entras limpito al agua calentita. Después teníamos 10 min para vestirnos y bajar a la supercena degustación. La yucata de hombre son 30 segundos pero el kimono no es tan simple, me dijeron en recepción que subiría alguien a ayudarme…así que yo allí en ropa interior esperando hasta que subió una señoruca que sólo hablaba japonés y me dio unos meneos para apretarme bien el traje, jaja. Ya entendí por qué andan de esa manera, con los pies junticos…no hay mucha libertad de movimiento!! la verdad que fue muy divertido, y la cena espectacular, y lo digo yo que soy algo reacia a las novedades gastronómicas…
Dormir en futón pues bueno, no está mal pero yo prefiero la cama... La habitación era preciosa, eso sí.