Sábado 4 de marzo y comienza lo desconocido.
Aunque para D. este viaje es una primera experiencia total, los demás ya es la cuarta vez que viajamos a USA; así que ya hemos visto muchos sitios y ahora los estamos reviviendo, ampliando o incluso algunos visto por primera vez.
Pero hoy comienza una parte del viaje que hasta ahora nunca había sido explorada por ninguno de nosotros. Aunque terminaremos llegando al Gran Cañón, no vamos directamente sino dando un pequeño rodeo por zonas no tan turísticas.
El día ha comenzado pronto, muy pronto. No eran ni las seis de la mañana cuando nos levantamos para poder ver el amanecer en Monument Valley. Es como la segunda parte del espectáculo de ayer. La intención es verlo desde la terraza, pero hace un frío que pela ahí fuera. Hay que abrigarse bien y aún así no se puede estar mucho tiempo fuera. Mucho mejor desde la comodidad de la habitación a través del ventanal.
Poco a poco la claridad va ganando terreno y el cielo comienza a cubrirse de tonos dorados y anaranjados, preludio de la salida del astro rey. A las 6:08AM todavía no puede más que marcase la silueta de las mesas sobre el horizonte.
Finalmente el sol hace acto de presencia una vez más. Situaciones tan cotidianas como el amanecer, en ciertos lugares parece que tienen "algo" especial. Al igual que ayer, tomo una serie de fotografías que malamente combino en un brevísimo timelapse.
Como hoy vamos a cubrir bastantes kilómetros, aprovecharemos el madrugón del amanecer para salir cuanto antes. Pero lo primero es llenar el estómago, gracias a la generosidad del hotel The View, que nos obsequia con una desayuno gratuito.
En general, en este hotel el desayuno se cobra aparte de la habitación, pero hay una "temporada baja" en la que está incluido en el precio. Suele ser desde mediados de enero a principios de marzo. En teoría desde el día uno ya deberían cobrarlo, pero parece que han alargado la oferta hasta el fin de semana. Suponemos que cuando es de pago será mucho más abundante y variado, pero hoy no está nada mal, muy rico y sobre todo con las vistas sobre MV que tiene el comedor.
Pretendíamos salir cuanto antes y habíamos marcado como horario a cumplir ver el amanecer, desayunar entre las 6AM y las 7:30AM, y salir ya directos hacia el sur. Pero una cosa es proponer y otra muy distinta cumplir. Entre el éxtasis del amanecer, lo bueno del desayuno y dónde se desayunaba, vueltas por aquí y por allá... la cosa se fue de madre rápidamente. Las dos horas de camino que supuestamente teníamos hasta el primer punto del día se nos pasaron en el hotel. Primero pasamos por la tienda para aprovechar el descuento de 20$ que hacen a los clientes por el pago de la entrada al parque navajo. Ahí ya se te va un rato. Después al salir aún hicimos alguna foto más desde el mirador del Visitor Center y además decidimos ir un poco hacia atrás para hacernos la foto en Forrest Gump Point. El cielo se ha cubierto parcialmente y le ha quitado un poco de brillo a la postal. Desde primera hora de la mañana se llena de turistas que se meten en el medio de la carretera para hacerse la foto... algo que también hicimos nosotros...
De vuelta de nuevo en Monument valley, seguimos hacia el sur por la 163. Llegados a Kayenta, casi atropello unas cabras, giro al este por la 160 y giro de nuevo al sur por la 191 camino de Chinle. En Many Farms, AZ paramos a estirar las piernas, comprar un café y echar gasolina. Total, que llegamos a Chinle pasadas las doce. Es el pueblo base para recorrer el Monumento Nacional Canyon de Chelly. Realmente el monumento son dos cañones paralelos, al norte el Canyon del Muerto y al sur el Canyon de Chelly. Aunque no llegan ni de lejos a las dimensiones del Grand Canyon, su característica principal es que sus paredes son totalmente verticales y su fondo plano. Además de la características geológicas, el Canyon de Chelly está trufado de antiguos asentamientos indios, de los cuales aún se conservan algunas ruinas.
Desde Chinle parten dos carreteras, una al norte de Canyon del Muerto, que tiene continuidad más allá del monumento, y otra al sur de Canyon de Chelly, sin salida. Las haremos en este orden.
Las doce y media, con tres horas de retraso, llegamos al primer mirador del Canyon del Muerto: Antelope House Overlook. Estamos a unos 2000m sobre el mar y hace bastante fresco, con un poco de viento. En zonas de sombra y orientadas al norte todavía hay restos de nieve.
Pequeños arroyos van formando sucesivos cortes en la roca, muy verticales, y dejando en el fondo un pequeño valle donde parece que se ha establecido alguna granja. Aunque no se aprecia bien, los dos valles de la izquierda se han unido por detrás, dejando la roca aislada conocida como la Fortaleza Navajo.
Siguiendo por el North Rim, llegamos al siguiente mirador : Mummy Cave Overlook. Aquí el cañón es más ancho y profundo y en un lateral, al pie de las rocas se pueden observar los restos de un poblado antiguo.
Prácticamente pegado, el tercer y ultimo mirador de esta parte: Massacre Cave Overlook.
Como se ve, todos son nombres muy evocadores, y de significado bastante obvio...
No hay ninguna carretera, ni trail (al menos oficialmente) que recorra el cañón por el fondo, y suponemos que tendrá que ver con los indios y su reserva.
Volvemos atrás casi hasta Chinle para recorrer la parte sur, el propio Canyon de Chelly. Es bastante más grande que el del muerto, y dispone de siete miradores, aunque al final se empezaban a hacer un poco repetitivos. El primero es Tunnel Overlook. Está al lado de la carretera y tiene unas escaleras que terminan en una pasarela mirador bastante cutre. Las vistas tampoco son nada del otro mundo, así que seguimos rápido al siguiente.
Tsegi Overlook también está pegado a la carretera y se aprecia mejor las dimensiones del cañón. El río que lo forma tiene más caudal y en sus orillas se distinguen pequeñas explotaciones agrarias y ganaderas. Justo al lado está Junction Overlook, que es el punto donde los dos cañones (Del Muerto y De Chelly) se unen.
Más adelante te desvías a la izquierda para llegar a White House Overlook. El nombre le viene de una construcción indígena realizada con adobe muy claro en la base del cañón. Hay un trail, de hecho es el único del parque, que permite bajar al fondo y llegar hasta dicha casa. Nuestra intención inicial era realizar dicho trail para comer abajo (no, no hay ningún McDonalds abajo ), pero viendo el trayecto, la pendiente y que ya vamos muy retrasados decidimos dejarlo para otra ocasión, si se tercia.
En Sliding House overlook, se puede ver otra casa en la base de las rocas, en un punto aparentemente de difícil acceso, en la que destacan los cortes casi verticales que han sufrido las paredes del cañón. Prácticamente parecen de mantequilla.
Ya al final de la carretera, pero no por ello menos importante, está el plato fuerte del monumento: Spider Rock Overlook. En este punto el cañón se muestra imponente: amplio, majestuoso, con mucha variedad de tonalidades en los colores; y la vegetación le añade un toque verde que destaca sobre el ocre de la roca. Ya si además lo aderezas con un poco de nieve asomando entre los arbustos y piedras, el resultado es espectacular.
Y como no, la protagonista principal en este marco incomparable es la propia Spider Rock. Un monolito de 244 metros que se alza imponente en el fondo del cañón. Su nombre parece que viene de una leyenda de los indios Navajos que creían que la mujer araña había construido allí su casa. Vamos la guarida de Spiderwoman... En este lugar se rodaron escenas de la película Poltergeist II.
Son las tres de la tarde y teóricamente hemos rematado con las visitas de hoy. Pero eso no quiere decir que se haya acabado el día. Nos queda un largo trayecto hacia el sureste. Prácticamente son cuatro horas de camino hasta Grants, en Nuevo México. Además tenemos una parada obligada en el Walmart de Gallup (estaba petado de gente)
Así que llegamos al destino ya al final de la tarde, a un nuevo hotel para pasar la noche. En principio pensábamos dormir en Gallup, pero después vimos una oferta en Grants y aprovechamos que estaba a una hora más adelante y sería bueno para adelantar tiempo que podríamos necesitar al día siguiente.
El hotel: Sands motel, en Grants. Una habitación para cuatro con desayuno por 42.87€. Si, poco más de diez euros por persona... A ver qué nos encontramos.
Cuando llegamos y vimos el cartel de neón típico de la ruta 66 pensamos que podría estar chulo, pero...
... después la habitación hacía honor a los diez euros. Olía bastante a rancio y todo era así como viejo, con la moqueta raída y el baño sencillamente asquerosillo, con cerco en lavabo y bañera incluido. Todo esto y que la puerta del baño no cerrase bien porque chocaba con el marco, fue determinante para dos cosas: primera que fue el único hotel en el que no nos duchamos ninguno de los cuatro. Y segundo que decidimos salir a toda prisa de la habitación a tomar algo con tal de no estar allí hasta la hora de cenar.
Al menos las sábanas, que no las colchas, parecían estar limpias.
El de recepción nos recomendó el Outlaws, muy cerca en la calle principal. Que a las siete de la tarde saliesen por la puerta al tiempo que entrábamos tres borrachos ya daba una idea. Las pintas a 3$ hacía el resto.
La primera ronda de budweiser, pero la siguiente ya pedimos una de cada al camarero para hacer una cata. Después vino otra ronda, y otra, y otra, nos pusimos a jugar al billar, llegaron unas de una despedida de soltera, había una parte del bar que era discoteca y empezó la música, D. se empezó a obsesionar con que no habíamos cenado, allí ya empezaban a pasar cosas raras... total que ni cenamos, nos fuimos para la cutrehabitación a las tantas, y para entonces ya nos daba igual como estuviese todo...
En fin, que mejor no entrar en detalles. El día comenzó bien y terminó mejor de lo esperado.