Comenzamos el día temprano con desayuno en el hotel, estaba incluido en el precio y era tipo buffet (tostadas, cereales, yogur, fruta, huevos revueltos...).
Cogemos las maletas y nos vamos caminando a la oficina de Avis donde teníamos reservado el coche de alquiler. El paseo con la maleta a cuestas es de unos 15 minutos, pero valió la pena porque fuimos por el puerto.
Teníamos reservado un coche pequeño tipo Yaris o similar, y nos ofrecen cambiarlo por un VW Golf así que aceptamos sin problemas. Nos entendemos como buenamente podemos y nos dicen de ampliar el seguro para eliminar la franquicia en caso de accidente, digo que no lo quiero y nos dan la llave. No nos acompañaron al coche, así que yo hice fotos del coche entero por si acaso tuviese después algún problema de algún arañazo.
Nos vamos y cogemos carretera no sin antes dar dos vueltas para salir de Oslo (google maps a veces tiene retardo jajaja). Habíamos elegido una ruta 20 minutos más larga, pero con una carretera más bonita porque un buen trozo del camino lo hacías al borde de un lago.
Paramos en algún pueblo para comprar algo de comida para un segundo desayuno y continuar a Lillehammer.
Al final la carretera elegida fue genial porque al llegar a Lillehammer la ves desde enfrente y las vistas son muy bonitas. Suele hacerse algo de cola para entrar en la ciudad. Nuestro único objetivo de parar aquí era subir a la pista de salto utilizada en los JJOO de invierno de 1994. El coche se deja justo al lado y puedes subir a lo más alto por las escaleras o en teleférico. Nosotros los hicimos a patita (maaaaaaadre mía) y luego arriba tocó sesión de fotos, cogimos un día soleadísimo.
Antes de irnos de Lillehammer pasamos por la Iglesia y visitamos el cementerio (los cementerios son muy bonitos y los tienen en los jardines de las iglesias). Como no teníamos hambre aún decidimos seguir nuestro camino y ya pararíamos en otro sitio para comer.
Llegamos hasta un pueblo que se llama Otta, creo que desde que salimos de Lillehammer no encontramos nada que tuviera más de 20 casas así que paramos. Comimos en una especie de cafetería-restaurante que estaba abierta y pedimos carne de ciervo y una pizza (ya eran las 5 de la tarde) y después hicimos otra compra para las noches en el camping.
Viendo la hora que era sabía que nos retrasaríamos en nuestra llegada al camping, así que envié un email para avisar la hora aproximada de llegada y me contestaron que si problema, que me dejaban la llave debajo del felpudo.
El tramo de carretera desde aquí hasta el camping no podría ser más bonito: había nieve! en las montañas de los alrededores pero había y eso a un canario le encanta


Al llegar al camping nos quedamos encantados, vistas al fiordo desde la terracita y desde la ventana del interior de la cabaña. Además podías coger el kayak y dar un paseo... Vimos la puesta de sol y cenamos para descansar, que el día siguiente era la gran excusión

PD: espero poder editar el diario para incluir algunas fotos