

Para hacer tiempo hasta que nos vengan a recoger para realizar la excursión programada salimos a recorrer los alrededores del hotel. Vuelve a hacer un día radiante y en vez de ir hacia la playa nos dirigimos hacia la trasera del hotel, calle sin asfaltar y salpicada de viviendas familiares.
Los monos aulladores, las iguanas y las mariposas no dejaban de estar presentes, y todo con el escenario de una vegetación frondosa y muy variada.
A las 9 ya estábamos dispuestos para iniciar nuestra excursión de snorkel y caminata por el parque nacional y que esta vez era a cargo de Cahuita Tour.
Puntuales nos recogieron en el hotel para llevarnos a las oficinas que tienen en el pueblo de Cahuita donde nos repartieron por idioma y así solo nos tendría que dar explicaciones en español. Nuestro guía fue Rodolfo y Ofo como quería que le llamáramos.
Primeramente nos dirigimos al puerto para coger la barca y realizar la actividad de snorkel, pero previamente te pasan por la entrada del parque que aunque es gratuito se mantiene por las aportaciones de los visitantes, así que por un donativo de 2000 colones (menos de 4 euros) te ponen una pulserita y se supone que ya les has ayudado.
Una vez en la zona del arrecife todos al agua y Ofo se encargaba de ir enseñándonos los tipos de peces e ir buscando donde se podría localizar algún ejemplar especial. Tuvimos suerte y hasta pudimos nadar por encima de un tiburón. Vuelta a subir a la barca para tirarnos en otro punto diferente y continuar observando la vida marina.
Una vez terminada la actividad de snorkel nos dirigieron a Punta Cahuita desde donde se comenzaba la caminata, unos 3 km, hasta la entrada del parque, pero previamente nos tenían preparado un tentempié a base de frutas y así nos daban tiempo a cambiarnos la ropa y zapatos para comenzar la marcha.
Ya desde ese momento nos podíamos imaginar lo que el parque nos podía ofrecer, aún sin haber iniciado el camino ya observamos 2 serpientes oropel amarillas y un perezoso. De hecho nos indicaron que para cambiarnos no nos metiéramos entre el follaje ya que nos podíamos llevar un disgusto.
El camino, acompañados de Ofo fue de lo más interesante, conocía las costumbres los usos medicinales de las plantas, los animales que nos íbamos encontrando, los mejores puntos para inmortalizar con nuestras cámaras.
De regreso a Cahuita nos acompañaron al restaurante donde íbamos a comer ya que esa comida se encontraba incluida en la excursión y aquí pudimos degustar el casado típico del Caribe ya que lo elaboran con leche de coco.
Una vez terminada la excursión nos llevaron de vuelta a nuestros respectivos hoteles.
El resto de la tarde lo aprovechamos para disfrutar de la playa y pasear por su orilla.
De nuevo decidimos cenar en el restaurante del hotel ya que durante la excursión comprobamos que todos los hoteles tenían medidas de seguridad extra lo que no hacía que nos diera mucha confianza para hacer excursiones nocturnas.