22 de Noviembre. Hoy me levanto antes de que suene el despertador, supongo que es la emoción de la excursión de hoy, toca visitar Nara. Lo primero reviso el tiempo y estoy de suerte, hoy toca un día soleado perfecto para pasear por los parques Nara. Preparo la mochila para el día, desayuno aleatorio en el 7/11 y a la calle. Como me he levantado pronto decido ir caminando hasta la estación de Namba, tengo tiempo de sobras y así veo la ciudad que cada vez me está gustando más.
Enfilo una avenida enorme que según veo me llevará directo a la estación de tren. Casi al llegar al puente que cruza el canal cercano al Dotonbori me encuentro con un edificio enorme que en su fachada tiene un rocódromo, me quedo a cuadros durante unos instantes, tiene que ser una experiencia escalar a esa altura.
Aun con el rocódromo dándome vueltas por la cabeza llego a la estación de Namba, compro el billete para Nara y al tren. El viaje transcurre sin problemas hasta la estación de Kintetsu Nara, que como era la última del trayecto no hay peligro de saltarse la estación. Salgo del tren y respiro el fresco aire de la mañana en Nara, el del tiempo no se ha equivocado y hace un día magnifico para pasear.
Llegar hasta la zona del complejo de templos y parque de Nara no tiene perdida desde la estación, es seguir el linea recta. Al llegar me encuentro una pareja de japonesas entregando mapas y haciendo encuestas, otra más ya llevo una cada día!
La primera parada del día es la puerta de acceso al complejo, la Naidaimon que se alza majestuosa en medio del camino. Me llevo el primero de muchos momentos de quedarme sin habla del día, sencillamente magnífica. Me adentro en el parque atravesando la puerta y no me queda mas que maravillarme del paisaje, los colores del otoño inundan todo el lugar y se respira un ambiente tranquilo a pesar de ya empiezo a ver grupos numerosos de turistas.
Tengo suerte y parece que los grupos grandes tiene que esperar un poco para entrar y van por otra cola, así que saco mi entrada y accedo al templo. ESPECTACULAR. Salir de la puerta que da acceso y entrar al patio y ver la gigantesca estructura del Todaiji es toda una experiencia, y pensar que tal y como descubrí después era una reconstrucción que antes era más grande. Se me ponen los pelos de punta al recordarlo. Tras maravillarme con el exterior toca explorar el interior y este no se queda a la zaga, el enorme buda preside el centro del templo y flanqueado por varias estatuas de madera y maquetas de como era el Todaiji en la antigüedad hace que el conjunto de la visita merezca mucho la pena. Paseo por el interior, hago las fotos de rigor y salgo a fuera. Allí me demoro unos minutos para observarlo bien antes de irme, sin palabras.
Tras recuperarme del impacto del Todaiji salgo por una de las puertas laterales, reviso un poco el mapa para ver donde ir. A la derecha tengo un pequeño grupo de templos y luego un camino que recomiendan seguir para llegar al Nigatsu-do, pues nada si lo recomiendan allí que voy. El trayecto es muy agradable, hay varios templos y cuando enfilo el camino me maravillo al ver que esta flanqueado por arboles con las hojas de un rojo intenso, cada vez estoy mas contento de haber venido en otoño. Sigo mi camino y me veo rodeado de un grupo de niños que me observan y cuchichean entre ellos, creo que se piensan que soy norteamericano por lo que llego a entender. El camino es precioso, con árboles a cada lado, pequeñas casas tradicionales y una calle empedrada que te hace sentir como en una película de samuráis, rodeado de niños con gorros amarillos...xd.
Llego al Nigatsu-do y me esperan unas escaleras de madera que me llevan a la plataforma elevada donde descansa el templo, tiene unas buenas vistas del parque y unas tallas preciosas. Sigo explorando la zona circundante que esta llena de templos y de rincones preciosos, me pierdo un rato por el lugar sin un rumbo fijo intentando llegar a cada lugar que me parece interesante, y son muchos. Miro el reloj y veo que ya llevo un buen rato deambulando por el lugar, a este paso se me hace de noche aquí.
El siguiente lugar que quería visitar es el templo Kasuga-taisha, miro mi mapa y veo que me he de dirigir hacia mi derecha (siempre teniendo como referencia el Todaiji a mi espalda), aunque la verdad no es difícil encontrar el camino ya que está bien señalizado. Con una sonrisa en la cara, el día no podría ir mejor, me encamino hacia el templo disfrutando del paisaje. Sigo por una calle donde veo varias tiendas de regalos y una gran explanada donde hay montón de pirañas con cuernos también conocidos como ciervos. Que hambre que traen esos bichos, no saquéis nada de comer en su cercanía y ojo con los mapas, avisados estáis.
Al final de la calle bajo unas escaleras y cruzando un puente llego a un rincón sacado de una postal. Una pequeña casa de te, con mesitas en el exterior toda rodeada de un manto de hojas rojas, naranjas y amarillas. Un sitio preciosos para descansar un rato y hacer un segundo desayuno aleatorio. Una vez satisfechas mis necesidades alimentarias sigo en pos el Kasuga-taisha, el templo y sus alrededores una vez más magníficos pero esta vez con el añadido de estar rodeado de árboles enormes. Una vez más me pierdo por el lugar buscando lugares y caminando simplemente por el placer de caminar por un lugar tan mágico.
Después de un rato largo dando vueltas me dirijo dirección al Kofukuji, para ello sigo un camino bastante ancho que atraviesa el parque hasta el lugar. Al llegar allí paseo por la zona haciendo fotos y me paro a descansar un rato.
Ya es medio día y toca buscar un sitio donde comer, miro Google maps y pruebo a ver que me recomienda. Veo que hay una hamburguesería que recomiendan mucho y está cerca de la estación, Sakura burguer se llama. Leo que ahúman el beicon de manera artesanal, me han convencido! La verdad es que es un sitio muy guay, es pequeño, las hamburguesas son de buen tamaño y muy gustosas y hacen una ensalada con beicon que está de vicio. Un éxito el Sakura Burguer.
Con la panza llena me planteo que hacer, tengo la opción de ir a un templo que está en un pueblo más al sur de Nara pero veo que es un poco complicado llegar por el tema de horario y transbordos, y como no he venido a Japón a estresarme decido volver a Osaka.
Una vez en la estación de Namba me dirijo al hotel, allí descanso un rato y planeo que hacer esta noche y mañana. Como mañana me he de levantar muy pronto para ir a Koya San decido ir a comprar ya los billetes de tren y así ya lo tengo listo y de paso me doy una vuelta por el Dotonbori y ceno por la zona. Dicho y hecho, me preparo y salgo en dirección a la estación de metro más cercana.
Nuevamente en la estación de Namba pregunto en la oficina de turismo y allí me indican que puedo comprar un pack con todos los billetes que necesito para Koya San. Perfecto! Sin ningún problema me hago con los billetes de tren, bus y funicular mas un mapa de la zona y varios boletos de descuento para los templos del lugar.
Ahora toca pasear por el Dotonbori y cenar. Saliendo de la estación me adentro en las callejuelas que rodean el canal. Me pierdo por callejones que parecen salir de una película clásica de artes marciales made in Hong Kong, para luego dar a una calle con elegantes restaurantes y con un silencio que contrasta con la siguiente calle llena de bulliciosos puestos de comida. Es todo tan variado que extrañamente conjunta perfectamente y para rematar la zona peatonal alrededor del canal es un hervidero de puestos de comida, gente, luces y vida. Mientras me paseo voy picando en varios sitios de comida, takoyakis for the win!
Paso un rato largo sentado en un banco del canal observando a la gente pasar, hablar, comer,... es maravilloso el ritmo y el ambiente de esta ciudad, cada vez me tiene mas enamorado. Me quedaría horas en el lugar pero veo que se hace tarde y mañana toca madrugar así que decido volver al hotel. Esta vez vuelvo caminando, me apetece pasearme por la ciudad de noche.
Llego al hotel, toca repasar no dejarse nada para el día siguiente y a dormir que mañana nos toca excursión por la montaña. Koya San allí voy!
Visitas del día
Nara. Imprescindible si o si. Se puede llegar fácil desde Kioto o de Osaka o buscar un sitio para pasar la noche allí que tiene que ser muy bonito también En serio, si vais a Japón no os podéis perder Nara, pasear por sus parques, templos, descansar en un banco y relajarse, perderse por los senderos, etc. Es un lugar precioso y con el color del otoño roza la magia. En cuanto a que ver, yo diría que el Todaiji es el imprescindible, el resto de templos son bonitos pero lo verdaderamente espectacular es el lugar en si.
Dotonbori. Otro imprescindible si estáis en Osaka. El barrio es pura vida, callejuelas llenas de restaurantes, templos ocultos, gente, luz, bullicio, silencio, es toda una experiencia pasearse sin rumbo fijo, simplemente explorarlo.
Trayectos del día
Pongo los sitios que menciono en la etapa pero el parque de Nara tiene tantos rincones que es imposible ponerlo todo. De Dotonbori no pongo trayecto porque al final es entrar en la calle principal e ir explorando.
1- Todaiji
2- Nigatsu-do
3- Kasuga-taisha
4- Kofuku-ji
5-Sakura Burguer