¡Es Navidad!
Nos levantamos sobre las 9.00, desayunamos y nos dirigimos a la estación, esta vez en tuktuk, no estoy yo para más caminatas de media hora con la mochila a cuestas. Compramos los billetes a Nanu Oya, la estación de Nuwara Eliya, y nos preparamos para otras cuatro horas de viaje...de pie, ¡cómo no!
Llegamos a la estación de Nanu Oya y nos encontramos con un paisaje totalmente distinto a lo que habíamos visto hasta ahora, todo montañas.
En Nanu Oya hay multitud de transportes dispuestos a cubrir los 9 kilómetros que separan la estación de Nuwara Eliya; nosotros nos juntamos con unos chicos ucranianos y cogimos una van por 200 rupias la pareja. Nuestro alojamiento en este caso fue Lassana Villa, en lo alto de una montaña, a 10 minutos andando del centro. Estaba muy bien, el dueño era muy amable y la única pega era la falta de algún calefactor o similar.
Eran ya las 17.00 horas y no habíamos comido nada desde el desyauno así que nos dirigimos al Grand Hotel; habíamos leído en la Lonely que ofrecían cada día el "high tea" y allí que nos fuimos a probarlo. Nos costó 1.200 rupias a cada uno pero mereció la pena, el hotel es muy bonito y estaba decorado de Navidad, sonaban villancicos...y la comida estaba rica

Tras tomar el té nos dimos una vuelta por Nuwara Eliya; hay como dos zonas muy diferenciadas: una muy turística con hoteles y demás y otra más local, por la que merece la pena darse una vuelta. Cenamos en Milano Restaurant, en la zona local, comida típica srilankesa a muy buen precio. Nos fuimos pronto al hostel ya que queríamos cerrar con el dueño el alquiler de una moto para el día siguiente y, además, hacía bastante fresco.