Con pocas horas de sueño nos despertamos nuestro primer día en Sri Lanka, cansados pero con ganas de ponernos en marcha. Nuestro hotel estaba en Katunayake, muy cerca del aeropuerto; tras desayunar, nos dirigimos a la estación de autobuses para ir a Colombo, donde tendríamos que coger un tren que nos llevara a Anuradhapura.
Hay dos tipos de buses que van desde la zona del aeropuerto a Colombo: los que van por la autopista nueva y los que no. Hay que coger, sin duda, los que van por la autopista, ya que son muchísimo más rápidos. En unos 50 minutos estábamos en la estación de autobuses de Colombo, a unos 5 minutos andando de la estación de tren. Eran las 11.40 y nuestro tren salía a las 11.50 así que corrimos para comprar los billetes y nos montamos en el tren en el que, por supuesto, no había un sitio libre. Fuimos las cuatro horas y media de trayecto de pie, sentados en el suelo, en las mochilas...a cambio, nos divertimos mucho charlando con nuestros compañeros de viaje y descubriendo a la gente de Sri Lanka. Finalmente, sobre las 16 horas llegamos a Anuradhapura.
En la estación hay un montón de tuktuk y coches para recibir a los viajeros y llevarles a sus alojamientos. Como vimos en maps.me que estaba un poco retirado, cogimos un coche para que nos acercara a Andorra Tourist Rest, donde pasaríamos una noche. Está un poco apartado del centro pero lo compensa con estas vistas desde la habitación.
Como solo eran las 17 horas cogimos unas bicis que había en el hostel para acercarnos al pueblo, cambiar algo de dinero y dar una vuelta. Quedamos en volver sobre las 20.30 para nuestro primer rice and curry. Anuradhapura nos sorprendió porque no vimos ningún turista, éramos los únicos...el pueblo en sí no tiene mucho interés, la gente va allí por las ruinas, con una noche o dos es suficiente.
Tras dar una vuelta, cambiar dinero y probar las Lion
Nos fuimos prontito a dormir que al día siguiente queríamos ver Anuradhapura, Mihintale y teníamos que llegar a Sigiriya...¡menudo día nos esperaba!


