Amaneció otro día espectacular, no nos creíamos la suerte que estábamos teniendo. No sabíamos que aquí se iba a acabar… Pero no adelantemos acontecimientos. A las 9 menos cuarto teníamos que estar en la casetilla de McCarthy River Tours & Outfitters para hacer nuestro tour por el Root Glacier, y de nuevo fuimos dando un paseo ya que el primer shuttle no pasaba por el footbridge hasta las 9. El cupón del toursaver te da derecho a 2x1 en esta actividad así que sale muy bien de precio ($50 por persona), pero en teoría hay que hacerlo a las 13:00, aunque a nosotros nos dejaron hacerlo a las 9:00 y encima iríamos solos, con lo cual era un tour privado a mitad de precio. Llegamos a la caseta, firmamos todos los papeles (esos tan típicos americanos que dicen que si te despeñas o te come un oso la culpa es toda tuya y ellos no quieren saber nada) y después de un pequeño malentendido (el guía pensaba que habíamos quedado en Kennecott y estaba allí esperándonos, así que tuvimos que esperar a que volviera a McCarthy) nos probamos los crampones y nos montamos en el coche destartalado del guía para ir a Kennecott, desde donde sale el camino que te lleva al glaciar. Nuestro guía era un chaval muy jovencito que acababa de llegar a Alaska, y era su primer verano allí; supongo que es lo que tienen los 2x1… Era un chaval muy majo que estaba pensando irse a España al terminar la temporada en Alaska, y no hacía más que decir que era una señal que le hubiéramos tocado ese día. Esto es una constante en muchas de las actividades que hicimos en Alaska: gente que va a currar allí en verano, a hacer de guías de rafting, de ice climbing, en los hikes, a pilotar avionetas… y luego pasan el invierno trabajando en el lower 48, muchos de ellos como monitores de esquí o snowboard, o se van más al sur a seguir haciendo rafting… Pero este chico quería conocer mundo y estaba obsesionado con España, y aprovechó para hacernos mil preguntas.
Trail hacia el Root glacier
Entre llegar a Kennecott en el coche y luego el trail hasta donde empieza el hielo tardamos unos 90 minutos. Es un trail normalito, de unas 2 millas, que luego continúa otras 2 millas más hasta los antiguos cables de las vagonetas que iban hasta la Erie Mine. El camino es llano y transcurre paralelo a la morrena del glaciar Kennicott, al que luego se une el Root, que “desemboca” en el primero. Es zona de osos y hay que tener cuidado, hacer ruido y saber cómo reaccionar si te encuentras uno: ante todo, no salir corriendo; mantener la calma y una postura erguida; hablarle con voz tranquila y autoritaria; agruparse para parecer más grandes y amenazantes… todas estas cosas te las dicen mil y una vez durante el viaje, pero ponerlas en práctica es otro tema. En este viaje no nos encontramos con ningún oso por sorpresa, pero nos pasó hace años en Sequoia National Park y el susto que te llevas no se olvida.
Root glacier
Cuando llegamos al hielo nos pusimos los crampones y empezamos a andar. No era la primera vez que hacíamos algo parecido (ya habíamos caminado sobre un glaciar con crampones en Nueva Zelanda) pero igualmente nos encantó la experiencia. Hacía tan buen día que incluso nos quedamos en manga corta un rato!! Creo que este fue uno de los 2 ó 3 días de todo el viaje que estuvimos en manga corta Vimos lagos azules, cascadas, ríos de hielo, la Stairway Icefall al fondo (la cascada de hielo más alta fuera del Himalaya, que ya habíamos visto desde el aire el día anterior)… incluso llenamos las botellas de agua en una pequeña cascada, y aunque parezca una tontería, estaba buenísima.
Había algún que otro grupo de gente, con y sin guía: este glaciar es relativamente seguro, ya que no tiene crevasses y sólo hay que tener algo de cuidado con los moulins, y se puede visitar por libre. De hecho, en Kennecott puedes alquilar crampones, aunque vimos gente que iba simplemente con botas de trekking y bastones. Yo creo que si no tenéis el descuento del toursaver, o si simplemente queréis ahorrar un poco, se puede hacer por libre perfectamente porque no tiene pérdida, siempre que vaya uno con cuidado y use el sentido común.
Root glacier
Lo bueno de ir en un tour casi privado es que no teníamos horarios y podíamos hacer más o menos lo que quisiéramos. Nuestro guía nos dijo que mucha de la gente que hace el tour es gente mayor que no se maneja bien con los crampones, o que después de las 2 millas de trail para llegar al hielo están ya cansados, y que hacen 15 minutos sobre el glaciar y se dan la vuelta. Nosotros nos hubiéramos tirado todo el día allí, pero teníamos que volver a una hora razonable porque queríamos deshacer la McCarthy Road y llegar a dormir a Glennallen. El problema con la caravana nos obligaba a dormir en camping para poder ducharnos en condiciones después de casi tres días (además queríamos probar si también fugaba cuando nos conectábamos a toma de agua en lugar de tirar del depósito), y no había muchos campings con conexiones y duchas entre Chitina (que estaba demasiado cerca y queríamos avanzar más) y Paxson (que estaba demasiado lejos y no íbamos a llegar). Como sabíamos que la McCarthy iban a ser más de tres horas no podíamos entretenernos mucho en el glaciar tampoco, así que estuvimos dos horas y nos dimos la vuelta.
Root glacier con la Stairway Icefall de fondo
Muy satisfechos con la actividad, desanduvimos el trail hasta Kennecott y desde allí nuestro guía nos llevó en coche de vuelta a McCarthy. Le pedimos que nos dejara en el footbridge para ganar algo de tiempo y allí nos despedimos de él, deseándole buena suerte en sus futuras aventuras por España. En el camping vimos a nuestro ya colega Jim una vez más, y hablamos un rato con él antes de ponernos en camino y dejar atrás McCarthy, una zona que nos había enamorado y que a mí personalmente fue de lo que más me gustó de todo el viaje.
McCarthy Road
El camino de vuelta por la McCarthy Road fue un poco mejor que la ida, primero porque hacía mejor tiempo y segundo porque ya conocíamos un poco la carretera y sabíamos qué esperar. Incluso vimos un enorme búho, precioso. Pudimos disfrutar del Gilahina Trestle (milla 29), un puente de caballete de madera por donde pasaba la vía de tren, construido en 1911 en sólo 11 días en pleno invierno; el Kuskulana Bridge (milla 17), un puente con suelo de madera de un sólo carril construido durante el invierno de 1910 para salvar la garganta del río del mismo nombre; infinidad de lagos; y el enorme valle del río Chitina (milla 5), un ejemplo muy bueno de braided river, que es la forma trenzada tan característica que tienen los río que discurren por lechos glaciares.
Gilahina Trestle
Kuskulana Bridge
McCarthhy Road
Chitina River
A las 6 de la tarde, 3 horas y media después de salir, llegamos a Chitina. En el camino nos había llovido a ratos (el buen tiempo no dura eternamente en Alaska) pero todavía asomaba el sol. La vuelta había sido menos pesada que la ida, pero nos cruzamos con muchos más coches, lo que hace que tengas que ir reduciendo la velocidad cada poco tiempo. Durante el camino notamos un mal olor tremendo en la caravana, y nos dimos cuenta que venía del baño. Yo creo que con los baches aquello se revuelve a base de bien (tened en cuenta que no habíamos vaciado depósitos en casi tres días) y hace que empiece a oler mal. Tenedlo en cuenta.
En unos 50 minutos llegamos al cruce con la Richardson Hwy, y una hora más tarde, después de volver a parar en el Willow Lake Viewpoint (milla V87.7) para ver las montañas que no pudimos ver unos días antes, llegamos al camping en el que nos habíamos propuesto hacer noche (Northern Nights, en Glennallen). Me pareció muy caro ($44 por una plaza con luz y agua) pero necesitábamos una ducha con urgencia. Nuestros temores se confirmaron y comprobamos que si conectábamos la toma de agua a la caravana seguíamos teniendo la fuga, así que seguiríamos sin agua corriente. Habíamos decidido esperar a llegar a Cantwell al día siguiente para llamar a la empresa de alquiler desde allí una ver recorrida la Denali Hwy. Al día siguiente recorreríamos la mítica carretera, también sin asfaltar, que dicen que es la más escénica del estado. Lo que no sabíamos era que se iba a convertir en el gran chasco del viaje…
Wrangell Mountains desde Willow Lake Viewpoint