Fuentes: wikipedia y Lonely Planet
Ginebra (en francés, Genève) es una ciudad y comuna suiza ubicada cerca de la frontera con Francia. Es la segunda ciudad más poblada de Suiza después de Zúrich, así como la tercera ciudad más grande del país. Se encuentra situada a la salida del río Ródano hacia el lago Leman (también llamado Lago Ginebra). Ubicación de Ginebra en Suiza:
Se trata de una ciudad con fama de elegante y cosmopolita, considerada centro financiero y mundial de la diplomacia debido a la presencia de numerosas organizaciones internacionales, entre ellas la sede de muchos de los organismos de las Naciones Unidas y la Cruz Roja. De hecho, Ginebra es la ciudad que alberga el mayor número de organizaciones internacionales (gubernamentales y no gubernamentales) del mundo, más de 200. Es también el lugar donde se firmaron los Convenios de Ginebra, que principalmente se refieren al tratamiento, en situaciones bélicas, de los no combatientes y los prisioneros de guerra.
Como decíamos, es un centro financiero mundial muy importante y cuenta con una alta calidad de vida, pero también es una de las ciudades más caras de Europa y del mundo en general (actualmente en sexta posición en el ranking de ciudades más caras del mundo según The Economist).
En mi humilde opinión, lo mejor de Ginebra es su entorno y espectacular ubicación: situada a orillas del descomunal Lago Leman (el lago más grande de Europa), esta cosmopolita ciudad se encuentra a un corto trayecto de varios lugares con mucho encanto, donde las viñas trepan por las colinas con el majestuoso Mont Blanc en la orilla de enfrente.
Si no se visitan museos, la ciudad como tal puede recorrerse en un día - día y medio, con lo cual es muy aconsejable combinarla con alguna excursión a un pueblecito cercano, como por ejemplo Nyon o Gruyeres (éste último ya algo más lejos). Es ideal una excursión que combine Nyon + Yvoire, al otro lado del lago, ya perteneciente a territorio francés.
Aquí os dejo algunos datos prácticos a tener en cuenta de cara a preparar la visita, aunque podéis encontrar esta información en cualquier guía o en internet:
Moneda y dinero
La moneda es el franco suizo, abreviado CHF. Nosotros no llegamos a manejar CHF porque lo pagamos todo con tarjeta sin ningún problema.
En muchos sitios también aceptan euros, pero os aplicarán un cambio 1:1 muy conveniente (para ellos), ya que actualmente 1 euro= 1’15 CHF, así que saldréis perdiendo (por ejemplo, si una cerveza vale 4 francos suizos, que serían unos 3’5 euros, también os aceptarán 4 euros si no lleváis CHF). El cambio, además, os lo devolverán en CHF, con lo cual es bastante desfavorable (por lo menos de momento, con el cambio actual). Encima de burros, apaleaos, ya lo dice la cultura popular…
Nosotros pagamos casi todo con la tarjeta BNEXT, que aplica el cambio oficial de Visa y te devuelve las comisiones (tan solo hubo un sitio donde no me la aceptaron y pagamos con otra).
Idiomas
Ahora me refiero a toda la zona, incluyendo Lausanne y Nyon: básicamente, el idioma es el francés. Encontramos más gente que hablaba español (eran inmigrantes o hijos de inmigrantes, supongo) que inglés. En el hotel de Ginebra sí que hablaban inglés perfectamente, y una de las chicas también castellano. Me sorprendió bastante que en una zona con tanta fama de cosmopolita no hubiera un manejo más fluido y universal del inglés, pero en nuestra experiencia así fue.
Además, y esto ya es solo apreciación personal, la gente que únicamente hablaba francés me resultó bastante rancia, eran secos y poco agradables . Supongo que habrá de todo, eso sí, y quizá tuvimos mala suerte y pillamos solo a los que estaban muy amargados con sus vidas.
Visados
Los ciudadanos de la UE no necesitan visado para entrar y permanecer hasta 90 días en Suiza. De hecho, no es necesario ni el pasaporte, con llevar el DNI es suficiente (aunque yo me llevé ambos, por si acaso)
Hora local
Hora central Europea, GMT/UTC + 1h. Igual que en España.
Webs de interés
- Turismo suizo: www.myswitzerland.com
- Noticias y actualidad: www.swissinfo.ch
- Gente, cultura, costumbres y entorno: Swiss World, www.swissworld.org
-Los hilos sobre Ginebra en el foro: Ginebra: Visita, restaurantes, transporte- Suiza
- Diarios de Suiza: www.losviajeros.com/ ...p?sw=Suiza
Cuándo ir
Dependiendo de lo que se quiera hacer, cada época puede ser buena:
-Primavera y principios de otoño son estaciones perfectas para conocer esta región, las temperaturas son bastante agradables y en otoño las distintas tonalidades de las hojas de los árboles son una maravilla. Se suponía que en octubre debería haber llovido bastante e incluso nevar, pero no nos cayó ni una gota.
- Invierno: ideal si se va con intención de esquiar en la cercana zona de los Alpes de Vaud.
- Verano: puede ser agradable para hacer caminatas y bañarse en el lago, pero también es temporada alta y los precios suben.
Nadando en el lago en pleno octubre (no soy yo )
Algo de historia
Sin ánimo de resultar un peñazo insoportable, aquí os dejo unas pinceladas sobre la historia de la región, aunque ya sabéis que soy de ciencias, rubia oscura y con mechas, así que, por favor, no me pidáis demasiado (confieso que he tenido que copiar de la lonely planet… ). Esto es lo que yo he entendido, que no tiene por qué coincidir con la realidad:
Pues parece ser que, ya en tiempos de los romanos, esta zona estaba muy cotizada (igual iban faltos de vacas, o algo): las tropas de Julio Cesar ya habrían penetrado en lo que es la Suiza suroccidental actual, o sea que la cosa viene de largo, los banqueros no fueron los primeros ni mucho menos (a ver qué se han pensado... ).
Durante siglos convivieron de forma pacífica las tribus celtas con los romanos, había muy buen rollito y tal. Pero en el siglo IV se jodió la tranquilidad: ya tuvieron que venir las tribus germánicas a liarla parda y echar a los pobres romanos. Bueno, más o menos como está pasando ahora en toda Europa en general con la Merkel y compañía, que se lo quieren quedar todo (la historia es cíclica, siempre se repite, ya me lo decía mi madre).
Luego por abajo llegaron los gabachos (en aquellos tiempos, llamados borgoñeses cristianizados hasta que alguien acuñó el acertado término “gabacho”) y empezaron a escampar el uso del franchute a diestro y siniestro hasta día de hoy, en que si no pronuncias la palabra “baguette” con un perfecto acento parisino te miran con cara de asco y como si hablaras en chino .
La siguiente etapa fue la Edad Media, con líos varios de los duques de Saboya (tranquilos, no pienso caer en la rima fácil), la revolución francesa, un ególatra llamado Napoleón y todos esos rollos, que es que no podían estar los suizos tranquilos con su lago y sus vacas ni un solo segundo marcado por sus precisos relojes suizos… Todo bastante cansino, entiendo que el abuelo y Heidi se quedasen en las montañas y no bajasen nunca a la ciudad, animalicos. Finalmente se originó la llamada Confederación Helvética, que es como una asociación de vecinos, pero a lo bestia y con suizos, así se recuperó un poco la tranquilidad. Solo había seis vecinos o cantones, uno de ellos Vaud, la zona que nos ocupa. Administrador no sé si había o se lo montaban ellos como podían, para ahorrar.
Y llegamos ya a la segunda mitad del siglo XIX, con su desarrollo industrial y la prosperidad de los suizos, que, aunque durante las dos guerras mundiales no sacaron tanta pasta como les hubiera gustado, acabaron forradísimos con sus bancos, relojes y chocolate.
En cuanto a la ciudad de Ginebra: parece ser que fue bastante importante en el siglo XVI, cuando un iluminado llamado Juan Calvino quiso montar allí su chiringuito y convertir la ciudad en la “Roma protestante” (ya sabéis como le gusta a la gente copiar, también dicen que Bangkok es la Venecia de Asia, en fin). Por lo que cuentan, el tío debía ser bastante brasas y les comió la olla a los pobres ginebrinos de tal forma que, con tal de que se callara de una vez, estos dijeron “sí a todo” y él pudo campar a sus anchas .
En 1798 los gabachos intentaron conquistar la ciudad, pero fueron expulsados en 1814 y Ginebra se incorporó a la Confederación Helvética. La industria relojera, la banca y el comercio prosperaron, es de entender, en algún sitio tenían que guardar sus ahorros los honrados (o no tan honrados) ciudadanos, igual que ahora. Luego un ricachón con remordimientos de conciencia fundó la Cruz Roja y Ginebra empezó a crearse fama de ciudad internacional. Desde allí, la Liga de las Naciones, que es como la liga de la justicia, pero con políticos en vez de superhéroes, luchó por la paz mundial y al final se creó la ONU (que nadie sabe exactamente qué es ni qué hacen, pero allí están, calentando silla, por eso han puesto un monumento en la puerta que lo representa ).
Actualidad: hay muchos relojes y tiendas pijas, y un chorro de agua descomunal que sale del lago y es el emblema de la ciudad (a mí me recuerda a mi abuela haciendo gárgaras ). También hay banqueros, una especie de vampiros terroríficos que te sacan hasta la última gota de sangre y lo que se tercie, pero dan mucho más miedo (los vampiros, al menos, lo hacen por necesidad, lo de los banqueros ya es más bien vicio… ).