Día 12. de las cascadas
Este día lo dedicamos a ir visitando varias cascadas a lo largo de la ruta en coche a Norheimsund.
La primera parada es en el hotel Stalheim para ver la cascada que está a sus pies. Hacemos un pequeño recorrido de 20 minutos para llegar al fondo de la cascada.
Cascada Stalheimfossen
La segunda cascada está situada al lado de la carretera, la Tvindefossen.
Cascada Tvindefossen
Para la siguiente cascada, la Voringsfossen, hay que desviarse algo de nuestra ruta y cruzar el Hardangerfjord por un puente colgante (y también pagar 150 NOK de peaje). El viaje merece la pena porque esta cascada es la más espectacular de las tres, ya no sólo por la cascada en sí (que en realidad son dos) sino por el valle en la que está, rodeada de precipicios a los que puedes acceder justo hasta el borde.
Voringsfossen
En la parte superior de la cascada han estrenado este año una serie de pasarelas que facilitan la visión desde varios ángulos.
Al regresar tenemos dos opciones: atravesar de nuevo el puente colgante y pagar otra vez el peaje o seguir por la orilla sur del fiordo.
Fiordo de Hardanger
Elegimos esta última, que supone que tendremos que coger dos ferris. Al final el viaje sale más caro que por el puente pero nos da la oportunidad de recorrer esta orilla llena de granjas y árboles frutales, principalmente ciruelos y manzanos. Paramos en un puesto de los muchos que hay en el borde de la carretera y cogemos sidra dulce y manzanas. Es muy curioso, los puestos no están atendidos. Simplemente coges lo que quieras y dejas el dinero correspondiente en una cajita.
Llegamos al camping Oddland de Norheimsund ya bastante tarde. Allí nos espera una cabaña con sensacionales vistas al fiordo. Será nuestra última cabaña del viaje, porque a partir de aquí dormiremos en apartamentos en entornos más urbanos.
Cabaña en el Oddland camping en Norheimsund
Vista desde la cabaña