Para ir a Corón hay que pegarse el madrugón. Se coge un ferri que sale a las 6 pero te hacen estar en el puerto a las 5 porque para organizar aquello esta gente necesita su tiempo. Al menos el ferry ha salido puntual eso sí.
La noche ha sido buena y al ir descansados no hemos dormido mucho durante el trayecto. El amanecer navegando por Palawan es un punto. La travesía ha durado 4 horas con la suerte de pillar el mar en calma que ha hecho el viaje suave. Durante el recorrido merece la pena subir a cubierta porque se va pasando por pequeñas islas en las que todas tienen su playita idílica. Llegando a Corón es cuando más bonito se pone el paisaje y es que la isla de Corón se presenta con unos pináculos enormes del estilo de El Nido.
Al llegar al puerto hemos bajado y directamente nos han inundado con publicidad de miles de tours. Hemos pillado un triciclo por 2,5€ al alojamiento. A mí me ha parecido buen precio porque nos pedían casi 4€. Más tarde nos diría el del alojamiento que el precio es incluso más bajo...
Al llegar en el alojamiento nos han puesto una fanta y nos han indicado donde alquilar una motillo para movernos esta tarde. El alojamiento esta de lujo. Aquilah Homestay, parece casi europeo.
Tras alquilar la moto hemos ido para el pueblo a comer. Nuevamente noodles con vegetales acompañados de un coco por uno 6€ entre los dos.
El pueblo de Corón aun siendo turístico se ve más vida ajena al turismo. Muchos escolares y filipinos en los bares. Atravesando el pueblo por una carretera de mala muerte se llega a Maquinit. Desde ahí se coge un caminito que te lleva por una zona de costa llena de basura y perros sarnosos en donde la gente hace su vida. Vamos por aquí porque la del alojamiento nos ha dicho que aquí se alquilan kayaks porque si no... Increíblemente llegamos a una especie de hostal a la orilla de la playa de basura donde hay bastantes alojamientos y te alquilan un kayak. La gracia de alquilar un kayak aquí es que es el punto más cercano a la reserva marina de "7 Pecados". Es una serie de siete islotes juntos alrededor de los que han hecho un espacio "protegido" y que son un contraste enorme con la costa llena de basura que acabamos de pasar.
Hoy el viento soplaba y nos ha costado llegar. Al principio hemos intentado amarrar el kayak en una boya y tirarnos pero viendo las probabilidades de volcar hemos continuado hasta una mini casita flotante donde están los guardas y en donde se hace pie y puedes dejar el kayak amarrado. El snorkel ha sido una sorpresa, hay un montón de coral en buenas condiciones, aunque también parches de coral muerto. Muchos peces tropicales y estrellas. Hemos ido de isla en isla hasta que llegando a la última hemos entrado en una corriente en la que nos hemos visto rodeados en segundos de miles de medusillas. Al principio nos picaba un poco el cuerpo pero al poco ha sido como latigazos por el cuerpo picores muchísimo más intensos que los de ayer en el Nido. Hemos nadado volviendo atrás que ni Mikel Phelps. Una vez fuera de la corriente hemos parado en una zona sin coral para comprobar que iba lleno de sarpullidos. Las medusitas están solo en el chorro de corriente las tías. Al menos el picor se ha calmado rápido aunque el sarpullido ha durado más.
Después de la carrera de natación hemos vuelto, huyendo de corrientes, hasta donde teníamos el kayak. Tras marear un rato para secarnos hemos puesto rumbo a devolver el kayak. Esta vez el viento prácticamente nos ha devuelto a costa sin esfuerzo.
Ya en costa hemos probado a acercarnos a un par de playas cutres y finalmente hemos ido a ver el atardecer mientras cenábamos unos noodles con vegetales en un barecillo con una terraza chula llamado Levines. Ya de noche vuelta al alojamiento y, tras devolver la moto, hemos quedado con el chico que nos ha organizado el tour en barco por Corón los próximos dos días.
Poco más, día de traslado pero bien aprovechado. La experiencia de las medusas difícilmente se nos olvidará. Mira que lo hemos pasado mal pero en el fondo nos hemos reído un rato de lo apurados que nos hemos visto rodeados de medusas.
La noche ha sido buena y al ir descansados no hemos dormido mucho durante el trayecto. El amanecer navegando por Palawan es un punto. La travesía ha durado 4 horas con la suerte de pillar el mar en calma que ha hecho el viaje suave. Durante el recorrido merece la pena subir a cubierta porque se va pasando por pequeñas islas en las que todas tienen su playita idílica. Llegando a Corón es cuando más bonito se pone el paisaje y es que la isla de Corón se presenta con unos pináculos enormes del estilo de El Nido.
Al llegar al puerto hemos bajado y directamente nos han inundado con publicidad de miles de tours. Hemos pillado un triciclo por 2,5€ al alojamiento. A mí me ha parecido buen precio porque nos pedían casi 4€. Más tarde nos diría el del alojamiento que el precio es incluso más bajo...
Al llegar en el alojamiento nos han puesto una fanta y nos han indicado donde alquilar una motillo para movernos esta tarde. El alojamiento esta de lujo. Aquilah Homestay, parece casi europeo.
Tras alquilar la moto hemos ido para el pueblo a comer. Nuevamente noodles con vegetales acompañados de un coco por uno 6€ entre los dos.
El pueblo de Corón aun siendo turístico se ve más vida ajena al turismo. Muchos escolares y filipinos en los bares. Atravesando el pueblo por una carretera de mala muerte se llega a Maquinit. Desde ahí se coge un caminito que te lleva por una zona de costa llena de basura y perros sarnosos en donde la gente hace su vida. Vamos por aquí porque la del alojamiento nos ha dicho que aquí se alquilan kayaks porque si no... Increíblemente llegamos a una especie de hostal a la orilla de la playa de basura donde hay bastantes alojamientos y te alquilan un kayak. La gracia de alquilar un kayak aquí es que es el punto más cercano a la reserva marina de "7 Pecados". Es una serie de siete islotes juntos alrededor de los que han hecho un espacio "protegido" y que son un contraste enorme con la costa llena de basura que acabamos de pasar.
Hoy el viento soplaba y nos ha costado llegar. Al principio hemos intentado amarrar el kayak en una boya y tirarnos pero viendo las probabilidades de volcar hemos continuado hasta una mini casita flotante donde están los guardas y en donde se hace pie y puedes dejar el kayak amarrado. El snorkel ha sido una sorpresa, hay un montón de coral en buenas condiciones, aunque también parches de coral muerto. Muchos peces tropicales y estrellas. Hemos ido de isla en isla hasta que llegando a la última hemos entrado en una corriente en la que nos hemos visto rodeados en segundos de miles de medusillas. Al principio nos picaba un poco el cuerpo pero al poco ha sido como latigazos por el cuerpo picores muchísimo más intensos que los de ayer en el Nido. Hemos nadado volviendo atrás que ni Mikel Phelps. Una vez fuera de la corriente hemos parado en una zona sin coral para comprobar que iba lleno de sarpullidos. Las medusitas están solo en el chorro de corriente las tías. Al menos el picor se ha calmado rápido aunque el sarpullido ha durado más.
Después de la carrera de natación hemos vuelto, huyendo de corrientes, hasta donde teníamos el kayak. Tras marear un rato para secarnos hemos puesto rumbo a devolver el kayak. Esta vez el viento prácticamente nos ha devuelto a costa sin esfuerzo.
Ya en costa hemos probado a acercarnos a un par de playas cutres y finalmente hemos ido a ver el atardecer mientras cenábamos unos noodles con vegetales en un barecillo con una terraza chula llamado Levines. Ya de noche vuelta al alojamiento y, tras devolver la moto, hemos quedado con el chico que nos ha organizado el tour en barco por Corón los próximos dos días.
Poco más, día de traslado pero bien aprovechado. La experiencia de las medusas difícilmente se nos olvidará. Mira que lo hemos pasado mal pero en el fondo nos hemos reído un rato de lo apurados que nos hemos visto rodeados de medusas.