Hoy temíamos estar todo el día de viaje. Por lo que pude leer hay un bus que sale desde Sablayan, la localidad más cercana a Pandan Island, y que va hasta manila tomando el ferry. El problema de ese bus es que pone que tarda entre 10 y 12 horas… vale que valdrá cuatro duros pero no me quiero ni imaginar 12 horas metido en un bus que para cada 10 minutos.
La alternativa ha sido transfer privado desde Pandan Island a Abra de Ilog, coger el ferry y transfer privado desde Batangas a Manila. El transfer desde Pandan al ferry en Abra de Ilog lo ha gestionado el resort. Nos ha clavado 70 euros, eso si a las 9 estábamos cogiendo nuestro ferry. Un trayecto que en bus duró 3 horas lo hemos hecho en una hora y media. Transfer desde el ferry de Batangas hasta Manila lo gestionamos con Dennis de Anilao. Nos ha costado otros 70 euros pero el lado bueno es que nos ha recogido del ferry a las 11 y en dos horas estábamos en Manila. No me podía imaginar que llegaríamos a Manila antes de la 1 de la tarde.
Hemos ido al hotel, totalmente recomendable y a 10 minutos andando de la terminal internacional del aeropuerto.Nos hemos duchado y, tras descargarnos la aplicación de GRAB, hemos llamado a un taxi. Ya que teníamos toda la tarde libre hemos aprovechado para recorrer un poco de Manila. Hemos ido directos a intramuros. La verdad que es curioso. Tiene un toque muy español, contrasta mucho encontrarse esta arquitectura en un país del sudeste. Su iglesias, la catedral, la plaza, las estatuas de Felipe II y Carlos IV… Un paseo muy agradable la verdad.
Tras recorrer intramuros hemos vuelto a pillar un grab para que nos llevara al área de Asian Mall. Es una zona con un centro comercial al lado del paseo marítimo con muchísima vida. El centro comercial pues para comprar algún recuerdo de última hora está bien pero es más interesante el ambiente en donde hay atracciones e incluso nos hemos podido subir a la noria para ver Manila desde lo alto ya de noche. El ambiente en el paseo marítimo esta muy bien, al ser sábado está lleno de gente local cenando, paseando y jóvenes sentados en el paseo marítimo. Tras cenar algo hemos dado por finalizado el viaje.
Nuevamente hemos llamado a un GRAB y para el hotel con muy buen sabor de boca y con la alegría de haber podido recorrer algo de la capital, cosa que no esperábamos.
La alternativa ha sido transfer privado desde Pandan Island a Abra de Ilog, coger el ferry y transfer privado desde Batangas a Manila. El transfer desde Pandan al ferry en Abra de Ilog lo ha gestionado el resort. Nos ha clavado 70 euros, eso si a las 9 estábamos cogiendo nuestro ferry. Un trayecto que en bus duró 3 horas lo hemos hecho en una hora y media. Transfer desde el ferry de Batangas hasta Manila lo gestionamos con Dennis de Anilao. Nos ha costado otros 70 euros pero el lado bueno es que nos ha recogido del ferry a las 11 y en dos horas estábamos en Manila. No me podía imaginar que llegaríamos a Manila antes de la 1 de la tarde.
Hemos ido al hotel, totalmente recomendable y a 10 minutos andando de la terminal internacional del aeropuerto.Nos hemos duchado y, tras descargarnos la aplicación de GRAB, hemos llamado a un taxi. Ya que teníamos toda la tarde libre hemos aprovechado para recorrer un poco de Manila. Hemos ido directos a intramuros. La verdad que es curioso. Tiene un toque muy español, contrasta mucho encontrarse esta arquitectura en un país del sudeste. Su iglesias, la catedral, la plaza, las estatuas de Felipe II y Carlos IV… Un paseo muy agradable la verdad.
Tras recorrer intramuros hemos vuelto a pillar un grab para que nos llevara al área de Asian Mall. Es una zona con un centro comercial al lado del paseo marítimo con muchísima vida. El centro comercial pues para comprar algún recuerdo de última hora está bien pero es más interesante el ambiente en donde hay atracciones e incluso nos hemos podido subir a la noria para ver Manila desde lo alto ya de noche. El ambiente en el paseo marítimo esta muy bien, al ser sábado está lleno de gente local cenando, paseando y jóvenes sentados en el paseo marítimo. Tras cenar algo hemos dado por finalizado el viaje.
Nuevamente hemos llamado a un GRAB y para el hotel con muy buen sabor de boca y con la alegría de haber podido recorrer algo de la capital, cosa que no esperábamos.