Ayer 6 de Junio de 2019 salimos de Barcelona dirección Nueva York, donde hicimos noche y esta madrugada hemos volado a Denver, capital de Colorado, para recoger la auto-caravana que teníamos reservada para los próximos 15 días con la compañía CruiseAmerica.
La intención era recoger la auto a mediodía, ir de compras al primer Walmart que nos pillara de paso y empezar a hacer kilómetros dirección a las Badlands, de donde nos separaban 400 millas. Si todo iba bien, queríamos hacer noche después de pasar Cheyenne.
Pero ya se sabe que los viajes están llenos de imprevistos, algunos buenos y otros no tanto, pero que en definitiva son la salsa de un viaje, ¿no? Pues esta vez nos toco uno de los no tan buenos: A mediodía estábamos en CruiseAmerica. Teníamos reservada una auto-caravana de tres plazas, con una antigüedad máxima de tres años... ¿o serían tres lustros? La auto-caravana estaba sucia, era vieja, alguna puerta de los armarios completamente rota... un desastre. De entrada conseguimos que nos cambiaran el kit de cocina por uno nuevo, y resignados por tener un vehículo en unas condiciones tan cutres, íbamos a arrancar cuando... sorpresa! nos damos cuenta que la luna delantera estaba rota casi de punta a punta! La raja estaba justo debajo de los limpiaparabrisas, por lo que no la vimos al hacer la revisión del vehículo y los daños que te marcan.
Aquí empezó una gran discusión con el encargado. Yo, con mi pobre inglés, diciéndole que nos tenían que cambiar el vehículo, que este no estaba en condiciones para circular, que con cualquier bote de la carretera se podía romper la luna y que era un peligro. Primera respuesta: si se rompe la luna, llamad a asistencia en carretera! La discusión va subiendo de tono y al final el encargado de Cruise America nos dice que es nuestro problema ya que habíamos firmado el comprobante de daños del vehículo sin ninguna indicación de la luna rota, por lo tanto no se hacen responsables. ¡No nos lo podíamos creer, aun no habíamos ni arrancado el motor y nos hacia responsables de la luna rota!!! Al final solo conseguimos que marcara la luna rota en el comprobante de daños...Al menos no nos la harían pagar a la vuelta!

En los siguientes días descubriríamos otras maravillas de la auto-caravana: La nevera solo funcionaba cuando estábamos enchufados a la red eléctrica o con el generador, pero no con el gas o circulando. La válvula de las aguas negras no se podía cerrar, con lo cual se vaciaban al quitar la tapa sin tiempo de conectar la manguera de desagüe. El deposito de las aguas limpias perdía agua, a veces por el exterior de la auto y a veces por el interior...
En fin, una maravilla, pero a pesar de todo, ya os avanzo que el viaje fue fantástico y que a pesar de Cruise America lo pasamos muy bien!
Mañana, madrugón y millas por un tubo, empieza el viaje de verdad!
