El 25-5-15 desde Nüremberg nos fuimos en tren a pasar el día en este pueblo también de cuento, uno de los que más me gusto de este viaje, aunque es difícil decidirse.
El pueblo conserva mucho de su pasado medieval como varias puertas de entrada al casco antiguo


Conserva una muralla con techo por donde se puede caminar y las siempre presentes callecitas empedradas.

Las casas no todas son de entramado de madera, pero todas, pintadas de distintos colores, tienen techos a dos aguas de tejas rojas.

La plaza principal del pueblo, la del Ayuntamiento, estaba repletísima de gente, todo estaba muy animado ese día y por suerte el clima esta vez estuvo de nuestro lado, no abrimos el paraguas para nada.

Pegado al Ayuntamiento está el edificio que llaman Taberna de los concejales que se caracteriza por tener 3 relojes en su frente.
