Volvimos en bus hasta el centro de la ciudad, pasamos por la Puerta de Brandeburgo muy parecida a la de Berlín pero más chica.

Ahí comienza la calle peatonal y comercial de la ciudad, me compre unas zapatillas que parecían hechas de badana, blancas re-blanditas y tiradas de precio, lástima que después engorde y no me entraron más. Un centro comercial muy lindo con bares y restaurantes, recuerdo que almorzamos en una de las calles que la cortan y nos tomamos un capuchino en esa calle casi pegadas a la Puerta de Brandeburgo, las cosas que me vienen a la memoria!!!
Pasando la Puerta de Nauen se llega al barrio holandés, muy pintoresco. Las casas de ladrillo rojo muy al estilo holandés, con tiendas de diseño bastante estrafalarias para mi gusto.

Fuimos a la Catedral, muy sencilla por dentro que tiene una amplia plaza con obelisco.


Los edificios que rodean la Catedral también se ven muy bonitos, confieso que no tengo idea de que funcionaba en ellos.

Frente a la Catedral hay un Palacio al cual entramos sólo a su patio, todo el conjunto se veía precioso desde ese patio.
.

En resumen me encanto Potsdam, volvería sin lugar a dudas.