En el día de hoy teníamos pensado un par de rutas senderistas de las que hay por la zona. Como la previsión del tiempo era que sobre las dos de la tarde empezara a llover decidimos hacer por la mañana la que teníamos planificada por la tarde ya que era la ruta de El pinar de Lillo, para la cual hay que pedir permiso a medio ambiente con al menos 15 días de antelación e indicando qué día tienes pensado ir. Como nos fue concedido y solo puedes, en principio, hacerla el día concedido, decidimos adelantarla a la mañana.
El pinar de Lillo es uno de los poquísimos pinares autóctonos que existen en España y por eso la declaración de zona de reserva. Desde Riaño se llega tras 40 minutos en coche llegando hasta el puerto de Tarna y luego al de la Señales, en la puerta del Parque Natural Redes, y llendo dirección Cofiñal. Pasado un puente sobre el río Porma dejamos el coche y nos adentramos en la ruta.
La ruta es semicircular y no tiene dificultad alguna. Son algo más de 6,5 kms y el desnivel positivo acumulado son unos 180 metros. Todo pista salvo en ciertos puntos, pero no hay pérdida posible. Aún así llevaba el track descargado por si las moscas.
El camino empieza en ligero ascenso, con el arroyo del pinar a la izquierda. Todo sombra y moscas. Al kilómetro hay un cruce y vamos por la izquierda cruzando un puente y es cruzado el mismo cuando nos encontramos con los pinos silvestres de gran tamaño que hacen de esta zona un sitio especial. Aquí los pinos crecen altos sobre una verde pradera y el camino se difumina en ella y se nivela. Al final de la pradera hay un fuerte giro a la derecha y empezamos de nuevo a subir junto a robles, hayas, serbales y por supuesto pinos.
Puente que cruzamos. Pinar autóctono
Llegamos a otra pradera y estamos en el punto más alto de la ruta. Se trata de la vega Cimera. De nuevo giro a la derecha y empieza el descenso. En esta parte los helechos se suman a la flora dado que vamos por la zona de umbría. El descenso no tiene pérdida y una vez llegamos de nuevo a la encrucijada del puente seguimos por el mismo camino por el cual comenzamos. Es al final cuando nos encontramos con el único grupo de excursionistas del día. En total 2 horas y 15 minutos de una ruta sencilla, bonita, pero tampoco espectacular.
Llegando al punto más elevado de la ruta. Zona de helechos
Volvemos a Riaño para comer. Empieza a nublarse y comiendo comienza a llover. Nos tomamos un cafelico, vamos a wildwatching para confirmar que mañana no vamos al final en vista del tiempo y a preguntarle por zonas donde podemos ver rebecos u otros animales desde el coche. Nos dicen que por hoz de Portilla de la Reina. Vamos para allá mirando y nada y, a lo tonto, llegamos hasta el Puerto de San Glorio, en la frontera con Cantabria. Por aquí no llueve aunque sí está nublado. Pensamos qué hacer y nos arriesgamos a realizar la ruta circular del Puerto de San Glorio PR-LE 24 partiendo desde el mismo puerto. Son casi las 18:30 y la ruta son unos 8 kms. Empezamos llendo por la Vega de la Tarna y nos dirigimos hasta el Portillo del Boquerón. Estamos parando demasiado porque es que esta zona y con el cielo es espectacular.
Vega de Tarna. Hacia Portillo del Boquerón
Cruzamos un riachuelo y una alambrada y cogemos una senda que con algo de pendiente nos mete de lleno en el valle del Naranco y a una pista de buen ancho. Desde aquí apretamos el paso porque el cielo está cada vez más negro.
Por la senda bajando al valle. Ya en la pista dentro del valle.
Vamos comiendo kms, con la sierra de Orpiñas y sus hermosos picos de más de 2000 metros y llegamos casi hasta Lláneves de la Reina, donde empieza a chispear. Decidimos que mi mujer se queda en el pueblo y que los algo más de 3 kms de subida que quedan hasta donde está el coche los hago yo a paso ligero y luego la recojo con el vehículo.
Esta es la parte más fea de la ruta. Primero subes por una especie de pista cortafuegos que está literalmente plagado de mierdas de vaca en su primera parte y luego se supone que tienes que coger un senderillo y te introduces en el bosque, pero no doy con el sendero y decido seguir por el cortafuegos que al fin y al cabo te lleva al puerto. Por lo menos las cuatro gotas que nos han caído se han quedado en eso y llego hasta el coche fundido del ritmo al que he ido.
Pista "cortafuegos"
Recojo a la señora que se me estaba congelando y para Riaño. Por el camino, en un prado al lado de la carretera veo un gato montés. Paramos, lo tenemos literalmente a 15 metros del coche, pero maldita mi estampa que las cámaras las tenemos en el maletero. Aún así salimos haciendo el menor ruido posible para cogerlas pero se cosca de nuestra presencia y sale por piernas. Bueno, al menos lo hemos visto claramente. Llegamos a Riaño a las 9 de la noche y tras la duchita y la cena nos acostamos viendo unos episodios de Dark.
El pinar de Lillo es uno de los poquísimos pinares autóctonos que existen en España y por eso la declaración de zona de reserva. Desde Riaño se llega tras 40 minutos en coche llegando hasta el puerto de Tarna y luego al de la Señales, en la puerta del Parque Natural Redes, y llendo dirección Cofiñal. Pasado un puente sobre el río Porma dejamos el coche y nos adentramos en la ruta.
La ruta es semicircular y no tiene dificultad alguna. Son algo más de 6,5 kms y el desnivel positivo acumulado son unos 180 metros. Todo pista salvo en ciertos puntos, pero no hay pérdida posible. Aún así llevaba el track descargado por si las moscas.
El camino empieza en ligero ascenso, con el arroyo del pinar a la izquierda. Todo sombra y moscas. Al kilómetro hay un cruce y vamos por la izquierda cruzando un puente y es cruzado el mismo cuando nos encontramos con los pinos silvestres de gran tamaño que hacen de esta zona un sitio especial. Aquí los pinos crecen altos sobre una verde pradera y el camino se difumina en ella y se nivela. Al final de la pradera hay un fuerte giro a la derecha y empezamos de nuevo a subir junto a robles, hayas, serbales y por supuesto pinos.
Puente que cruzamos. Pinar autóctono
Llegamos a otra pradera y estamos en el punto más alto de la ruta. Se trata de la vega Cimera. De nuevo giro a la derecha y empieza el descenso. En esta parte los helechos se suman a la flora dado que vamos por la zona de umbría. El descenso no tiene pérdida y una vez llegamos de nuevo a la encrucijada del puente seguimos por el mismo camino por el cual comenzamos. Es al final cuando nos encontramos con el único grupo de excursionistas del día. En total 2 horas y 15 minutos de una ruta sencilla, bonita, pero tampoco espectacular.
Llegando al punto más elevado de la ruta. Zona de helechos
Volvemos a Riaño para comer. Empieza a nublarse y comiendo comienza a llover. Nos tomamos un cafelico, vamos a wildwatching para confirmar que mañana no vamos al final en vista del tiempo y a preguntarle por zonas donde podemos ver rebecos u otros animales desde el coche. Nos dicen que por hoz de Portilla de la Reina. Vamos para allá mirando y nada y, a lo tonto, llegamos hasta el Puerto de San Glorio, en la frontera con Cantabria. Por aquí no llueve aunque sí está nublado. Pensamos qué hacer y nos arriesgamos a realizar la ruta circular del Puerto de San Glorio PR-LE 24 partiendo desde el mismo puerto. Son casi las 18:30 y la ruta son unos 8 kms. Empezamos llendo por la Vega de la Tarna y nos dirigimos hasta el Portillo del Boquerón. Estamos parando demasiado porque es que esta zona y con el cielo es espectacular.
Vega de Tarna. Hacia Portillo del Boquerón
Cruzamos un riachuelo y una alambrada y cogemos una senda que con algo de pendiente nos mete de lleno en el valle del Naranco y a una pista de buen ancho. Desde aquí apretamos el paso porque el cielo está cada vez más negro.
Por la senda bajando al valle. Ya en la pista dentro del valle.
Vamos comiendo kms, con la sierra de Orpiñas y sus hermosos picos de más de 2000 metros y llegamos casi hasta Lláneves de la Reina, donde empieza a chispear. Decidimos que mi mujer se queda en el pueblo y que los algo más de 3 kms de subida que quedan hasta donde está el coche los hago yo a paso ligero y luego la recojo con el vehículo.
Esta es la parte más fea de la ruta. Primero subes por una especie de pista cortafuegos que está literalmente plagado de mierdas de vaca en su primera parte y luego se supone que tienes que coger un senderillo y te introduces en el bosque, pero no doy con el sendero y decido seguir por el cortafuegos que al fin y al cabo te lleva al puerto. Por lo menos las cuatro gotas que nos han caído se han quedado en eso y llego hasta el coche fundido del ritmo al que he ido.
Pista "cortafuegos"
Recojo a la señora que se me estaba congelando y para Riaño. Por el camino, en un prado al lado de la carretera veo un gato montés. Paramos, lo tenemos literalmente a 15 metros del coche, pero maldita mi estampa que las cámaras las tenemos en el maletero. Aún así salimos haciendo el menor ruido posible para cogerlas pero se cosca de nuestra presencia y sale por piernas. Bueno, al menos lo hemos visto claramente. Llegamos a Riaño a las 9 de la noche y tras la duchita y la cena nos acostamos viendo unos episodios de Dark.