Hoy no queremos madrugar, ya que vendrán días en los que habrá que hacerlo por “obligación”, por lo que sobre las 9 salimos del apartamento dirección Gijón a donde llegaremos en aprox. 1h15min.
Aunque la idea inicial era aparcar en el parking gratuito del estadio El Molinón 43°32'07.8"N 5°38'08.4"W, se nos ocurrió la idea de aparcar el coche en el parking del Mirador de la Providencia 43°33'12.8"N 5°37'05.9"W y ya dejarlo allí todo el día.
Supone andar muchísimo más, pero dado el día espectacular que hacía y la bonita ruta por todo el litoral hasta llegar a la playa de S. Lorenzo, mereció la pena.
Bajo mi punto de vista, lo que es el monumento del mirador en sí, es más feo que un frigorífico por detrás, aunque obviamente cada uno tendrá su opinión, en lo que creo que todo el mundo coincidirá es en las magníficas vistas que desde él se ven, desde las distintas alturas que tiene.
Aunque la idea inicial era aparcar en el parking gratuito del estadio El Molinón 43°32'07.8"N 5°38'08.4"W, se nos ocurrió la idea de aparcar el coche en el parking del Mirador de la Providencia 43°33'12.8"N 5°37'05.9"W y ya dejarlo allí todo el día.
Supone andar muchísimo más, pero dado el día espectacular que hacía y la bonita ruta por todo el litoral hasta llegar a la playa de S. Lorenzo, mereció la pena.
Bajo mi punto de vista, lo que es el monumento del mirador en sí, es más feo que un frigorífico por detrás, aunque obviamente cada uno tendrá su opinión, en lo que creo que todo el mundo coincidirá es en las magníficas vistas que desde él se ven, desde las distintas alturas que tiene.

El entorno está cuidadísimo, con multitud de caminos para perderte observando el impresionante paisaje.

Seguimos bajando por el litoral en dirección Gijón, encontrándonos a lo largo del recorrido el Mirador de Peñarrubia, La Torre de Enfilamiento Marítimo, Los Mármoles, El monumento a la madre del Emigrante, El Reloj de Sol, hasta llegar a la Playa de San Lorenzo a través de un entretenido paseo, en el que te recreas la vista constantemente.




En el recorrido, se puede tardar lo que se quiera dependiendo de lo embobado que te quedes o de lo “fotógrafo” que seas.
En nuestro caso, sin prisa ninguna y parando para disfrutar lo que nos apeteció, llegamos a tomar el aperitivo en plena Plaza Mayor de Gijón a la 1, por lo que tardamos como dos horas y media.
El recorrido es de 6 Km. es decir,si apenas te pararas lo harías en una hora y poco más. Nosotros “gastamos” la mañana, pero nos compensó muchísimo.
Una vez en la Plaza Mayor, aperitivo en el Restaurante La Galana, en unas mesas altas en el exterior, donde se estaba para quedarse allí a vivir y nos hicimos una botellica de sidra para aquello de la hidratación, acompañada con unas tapitas de cabrales (bastante minimalista por cierto...presentación tipo "master chef"
)
Lo único malo, es que nos tocó posiblemente el camarero más brasas del Principado, le faltó agarrar un taburete y sentarse con nosotros, pero en fin…suerte que sólo fue el aperitivo.
El recorrido es de 6 Km. es decir,si apenas te pararas lo harías en una hora y poco más. Nosotros “gastamos” la mañana, pero nos compensó muchísimo.
Una vez en la Plaza Mayor, aperitivo en el Restaurante La Galana, en unas mesas altas en el exterior, donde se estaba para quedarse allí a vivir y nos hicimos una botellica de sidra para aquello de la hidratación, acompañada con unas tapitas de cabrales (bastante minimalista por cierto...presentación tipo "master chef"

Lo único malo, es que nos tocó posiblemente el camarero más brasas del Principado, le faltó agarrar un taburete y sentarse con nosotros, pero en fin…suerte que sólo fue el aperitivo.

Acto seguido, nos dirigimos a un modesto restaurante que nos habían recomendado, Sidrerías El Mallu, donde nos llamó la atención que a pesar de ser lunes y no estar en el cogollo turístico, estaba lleno.
Buena distancia de seguridad y limpieza. Tremendos menús compuestos de entrante, primero, segundo, postre, café y bebida por 10 Eur.
Lo más barato que vimos en todo el viaje.
Viendo al pasar por las mesas los platos servidos, no nos atrevimos a pedir el menú y eso que yo soy de comer…así que pedimos dos raciones, que nos costaron acabar entre los dos.
Un revuelto de oricios con gambas (valdría para 3 comensales con seguridad) y unos excelentes chipirones afogaos los cuales no se acababan nunca, siempre seguían saliendo del fondo, hasta el punto que llegué a pensar que se estaban reproduciendo dentro de la marmita…
Buena distancia de seguridad y limpieza. Tremendos menús compuestos de entrante, primero, segundo, postre, café y bebida por 10 Eur.



Viendo al pasar por las mesas los platos servidos, no nos atrevimos a pedir el menú y eso que yo soy de comer…así que pedimos dos raciones, que nos costaron acabar entre los dos.
Un revuelto de oricios con gambas (valdría para 3 comensales con seguridad) y unos excelentes chipirones afogaos los cuales no se acababan nunca, siempre seguían saliendo del fondo, hasta el punto que llegué a pensar que se estaban reproduciendo dentro de la marmita…

Después de comer, un Guruwalk…el guía pues como se dice en el argot taurino (con perdón) hizo una faena de aliño, es decir ni mal ni bien, lo justito para salir más o menos airoso del trance.




Como ya las zapatillas echaban humo, y el coche estaba en el mirador que estuvimos en la mañana, es decir bastante lejos, pues un taxi y asunto zanjado…no hay que hacer rabiar a la ciática
Regreso al apartamento, una cervecilla al aire libre en el jardín, algo de fruta y a dormir.