El día es perfecto, así que madrugón de los buenos, de los de las 6 de la mañana, que es viernes y hoy habrá tráfico seguro, y este año, entre las obras, el turismo nacional y vísperas de agosto auguramos carreteras cargaditas, y no nos equivocamos, no. Se nota que los ayuntamientos tienen sus presupuestos sin tocar y parece que todos se han puesto de acuerdo para que sus habitantes sepan donde van sus impuestos, porque las obras en calles y plazas para la mejora del adoquinado, entre otras cosas, han sido un clásico tanto en Alemania como en Suiza.
Lo dicho, caravanas a pesar de las horas para llegar a Tasch, furgo al parking, tren hasta los topes que sube a ZERMATT y una vez allí, dispersión de la gente. Nosotros cruzamos el pueblo por su arteria principal en algo más de media hora porque con Hugo vamos despacio. Cruzamos el puente y por suerte, en las taquillas del MATTERHORN GLACIER PARADISE no hay apenas cola.
La excursión de hoy supone un reto para nosotros, y más concretamente para Hugo. Tras nuestra nefasta experiencia en GLACIER 3000 hace unos años, debido al mal de altura, este año nos hemos propuesto intentar superarlo. Llevamos ya 10 días subiendo a altitudes importantes, aclimatando su pequeño cuerpo a las alturas, y queremos saber si lo hemos superado.
Así que afrontamos la excursión temerosos pero confiando en que todo irá bien. Hemos subido con mucho tiempo, parando en todas las estaciones, permaneciendo en ellas un ratito, bebiendo agua constantemente, y con cuidado, mucho cuidado.
Él se ha portado como lo que es, un luchador, acostumbrado hacer frente a las adversidades de la vida, y continuamente nos repetía que se encontraba bien, así que las dudas se fueron disipando y alcanzamos con éxito los 3.884m de altitud


Lo primero que experimentamos al salir del teleférico fue un frío gélido. Era increible cómo habíamos pasado de un verano de lo más caluroso en Zermatt al frío más horroroso. La verdad es que la excursión requiere ropa de esquí, guantes, gorros...y tanto, tanto...pues no llevábamos la verdad!
Desde la estación aún hay que subir un poquito más para llegar al mirador que hay en la parte superior y desde donde se obtiene una perspectiva diferente del majestuoso Cervino, no es el perfil más comercial pero es igualmente bonito.
El Matterhorn...como leí en un artículo una vez...el George Clooney de las montañas. Con 4 picos que apuntan a los 4 puntos cardinales le conceden más magia si cabe. Para nosotros ya sabéis que es nuestra musa particular.
Desde la terraza-mirador, se pueden contemplar hasta 38 cuatromiles, y su cercanía con Italia es tal que si elegís un día completamente despejado dicen que se ve hasta el Mediterráneo. Después de la sesión de fotos en el mirador, bajamos al glaciar. Allí hay donuts para tirarte por el snow tubbing, de manera gratuita además, pero a Hugo no le apetecía, suponía un esfuerzo físico extra.
Otra de las atracciones de Matterhorn Glacier es su Palacio de Hielo. Aquí fue donde más frío pasamos por no llevar guantes...fue horrible. Es muy bonito, es un recorrido de unos 30 o 40 minutos con diferentes esculturas de hielo e incluso un tobogán, desde el que te tiras con un cojín impermeable.
Estábamos helados así que decidimos emprender la bajada, el teleférico es de lo más acogedor, con asientos calefactables...una delicia.
Existe la opción de pagar 10chf.- más por persona y viajar en el Cristal Ryde...que además de que no tienes que esperar colas, está decorado con cristales swarosky y a los 3 minutos de iniciar el viaje el suelo se vuelve transparente por completo para poder apreciar el glaciar.
En la estación de Schwarzsee paramos a comer. Allí el Matterhorn recupera de nuevo su arista más conocida. Paseamos alrededor del lago, nos hicimos unas fotos en el photocall y continuamos bajando.
Ya de bajada y a la altura de Furi, donde no había gente vimos algunas marmotas, fue una experiencia súper divertida verlas tan tiesas. Así que estad atentos!!
Volvimos a cruzar Zermatt ya un poco cansados y mientras Hugo y yo esperamos el tren de bajada a Tasch, papá, para variar, baja corriendo...qué vicio!!
Regresamos a Beatenberg cuando comenzaba a anochecer...
La ruta de mañana es toda una incógnita...el tiempo se estropea...