DIA 9: HVITSERKUR A HUSAVIK ✏️ Diarios de Viajes de Islandia

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-08 septiembre 2020-

Amanece con estas maravillosas vistas!


Los días previos habíamos estado mirando el clima en la zona de Husavik, ya que la idea era ver ese día las ballenas.
Y un par de días antes y viendo que el tiempo seria mas o menos benévolo, compramos en la web, ya que por las restricciones del covid solo podía ir el 50% de ocupación y no queríamos quedarnos sin sitio.
Por lo que ese día teníamos un buen tramo de carretera hasta llegar a nuestro destino, y además, haríamos una parada en una cascada que nos recomendaron unos chicos por Instagram y que no teníamos apuntada.
Y la verdad es que fue todo un acierto
Las vistas desde el parking eran impresionantes, y la cascada una preciosidad.
Reykjafoss.


Nos hubiéramos quedado allí mas tiempo.
Hacia un dia precioso y no había nadie. Además, por allí cerca hay unas pozas de agua calentita. Pero a las 12:30h teníamos hora para volver a ver las ballenas.
Así que carretera y manta y a no perder ni un solo segundo, que el gps decía que llegaríamos sobre las 12.

Y al llegar a Husavik…


Tocaba cambiar todo el planning, algo a lo que estábamos muy acostumbrados en nuestros viajes... Siempre pasa algo!

Y esta es otra de las ventajas de ir en camper o caravana. Que mañana podíamos volver sin ningún problema

Así que decidimos rezar a todo los dioses vikingos para que al día siguiente hicieran buen tiempo, y nos fuimos a ahogar las penas.


Y aquí viene una de las tantas meteduras de pata por culpa de mi ansia con la pizza…
Vimos unos chicos que tenían una pizza con una pinta deliciosa.
Y yo estoy obsesionada con las pizzas, así que pedimos una cada uno.
La chica nos dijo si queríamos una pequeña o grande. Y viendo los precios, que para ser Islandia no eran nada caros, mi mente ansiosa de pizza pensó, “Por este precio la pequeña será una mini pizza, pues pedimos la grande”
La chicha nos miró un poco extraña, pero apuntó y se fue.
Y a los 5 minutos…


Suerte que en el bar éramos 4 gatos, pero los 4 nos miraban y se reían…
Ya podía habernos avisado la vikinga!!
Por si queréis ir, el restaurante es GAMLI BAUKUR, y las pizzas rondaban los 14-15€ cada una.

Así que ya sabéis lo que tocó para merendar, cenar y casi para desayunar al día siguiente. En casa no tiramos na´.

Por un momento pensamos en una siesta y más después de tremendo atracón.
Pero que siesta ni que siesta???
Estábamos en Islandia y había mucho por ver.

Detifoss, allá vamos!!

Nada más llegar y al bajar de la furgoneta, se puso a nevar. En serio. Estaba nevando!!



Que hacemos? Nos vamos o nos quedamos?
Nos quedamos!!

Y eso que dicen que quien no arriesga no gana? Pues triunfazo!!


El clima en Islandia tiene sus cosas malas, pero también las tiene buenas, y mucho.

Y ya que estábamos allí empapados y congelados, pues vamos a ver Selfoss aprovechando que sale el sol. No?


De repente se empieza a poner negro. Pero negro negro. Y fuimos corriendo a la camper.
Y oooootra vez, nos volvió a pillar una nevada! Clima de locos!!

Con lo que más alucinamos fue con los islandeses. Estaban allí trabajando en la ampliación del parking, y como si nada. Y nosotros corriendo como locos para meternos en la furgoneta y ponernos ropa seca.

Y así fuimos un buen rato por las maravillosas carreteras de Islandia…



Y en poco más de media hora llegamos al siguiente destino.

Ásbyrgi. Un precioso cañón con forma de herradura y paredes de hasta 100m a sus lados.
El camino hasta llegar al final del cañón es una pasada, pero una vez aparcas, y empiezas a caminar adentrándote aún más, te quedas sin palabras.

Llegamos a un lago con unas paredes enormes, desde donde caía una finita cascada. Todo verde y sin gente.
El silencio, el paisaje, el reflejo en el agua, los pájaros. Era como estar en una película de ciencia ficción. En cualquier momento podría aparecer un hada y me lo creería, al igual que si apareciera un dinosaurio…





Y con esto dábamos por terminado otro día en esta preciosa isla. Vuelta a Husavik donde dormiríamos en el parking del puerto.
Que suerte que no hubiera nada de turismo. Sí que muchas cosas estaban cerradas, pero podíamos dormir donde queríamos sin problema y sin molestar ni ser molestados .

Buenas noches y a desear suerte para poder ver las ballenas al día siguiente

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