Aprovechamos para descansar bien y desayunar con calma, hoy es nuestro último día de vacaciones y va a ser tranquilo.
Teníamos que hacer algunas compras y nos vamos en metro al centro comercial AFI Controceni, uno de los mas grandes de la ciudad, es un espacio igual que otros muchos que hoy en día encuentras en cualquier ciudad del mundo, si nada especial, pero útil por tener un buen número de tiendas.
Una vez acabamos las compras, regresamos y continuamos paseando por Lipscani, los antiguos edificios son de una arquitectura impresionante.




Uno de mis edificios favoritos de la zona es un pequeño monasterio, el de Stavropoleos, es un remanso de paz en medio de una ciudad.



Continuamos nuestra visita caminando por la ciudad llegando hasta Plaza Unirii, no estaba en nuestros planes visitar el edificio del parlamento, por lo que nos limitamos verlo desde lejos, regresamos a nuestro hotel
Para cenar habíamos reservado en Caru´cu bere, unos de los clásicos de la ciudad y en el que habíamos cenado en nuestra primera visita a la ciudad unos cuantos años antes, el edificio es muy bonito, su interior todo en madera y con vidrieras bien merece una visita, cosa diferente es la comida, hoy se ha convertido en un sitio un tanto caza turistas, la comida mediocre, el personal seco y desagradable y los precios mas elevados de lo que normal en Rumanía; mi opinión, bonito para tomarse una cerveza y conocerlo, pero para cenar mejor cualquier otro sitio de los muchos que hay en la zona.
Preparamos maletas, que mañana regresamos a casa.