Como el resto de los días, el desperator sonó al amanecer. Desayunamos, recogimos las mochilas y pusimos rumbo a nuestro siguiente destino: el santuario de rinocerontes de Ziwa. La reserva, de 7000 hectáreas, está gestionada por la Fundación Rhino de Uganda (Rhino Fund Uganda) y la Autoridad de la Vida Silvestre de Uganda (Uganda Wildlife Authority). Es el único lugar de Uganda en el que puedes ver rinocerontes blancos en libertad. Yo, personalmente, cuando estábamos preparando el viaje, tenía dudas sobre si introducir este destino en el itinerario, hoy, después de haberlo visitado, no lo incluíría en la ruta, pero tampoco quiero adelantar el relato.
Nuevamente, para este día tocaba unas horas de road trip. Como siempre, el trayecto discurría entre poblados de forma prácticamente continua. No dejas de ver gente en ningún momento. Es algo que me ha asombrado de Uganda, pensaba que habría zonas de carretera deshabitadas... pero estaba equivocada, la presencia de gente en la carretera es una constante.
Después de unas horas de coche llegamos a una barrera que estaba en construcción. Como era de esperar, un trabajador se acercó a vendernos la entrada al santuario: 25 $ por persona. Aquí empezaba la sangrada del viaje....
Nuevamente, para este día tocaba unas horas de road trip. Como siempre, el trayecto discurría entre poblados de forma prácticamente continua. No dejas de ver gente en ningún momento. Es algo que me ha asombrado de Uganda, pensaba que habría zonas de carretera deshabitadas... pero estaba equivocada, la presencia de gente en la carretera es una constante.
Después de unas horas de coche llegamos a una barrera que estaba en construcción. Como era de esperar, un trabajador se acercó a vendernos la entrada al santuario: 25 $ por persona. Aquí empezaba la sangrada del viaje....
Decidimos pasar una noche en la reserva, ya que a parte del tracking de rinocerontes, también ofertan excusiones para ver a un ave, cuanto menos peculiar, el picozapato, y suele haber mayor probabilidad de verla en las primeras horas de la mañana. Desgraciadamente, por esa zona no había ningún otro alojamiento más económico.... Así que nos tocó quedarnos allí y pagar 70 $ por habitación doble con desayuno. Las fotos que salen en su web están muy bien hechas y retocadas....El sitio era bastante "cutre" y nada proporcionado con lo que te cobran .
Nada más llegar a la zona del restaurante y de las habitaciones puedes ver los gruesos barrotes de las vallas que hay por allí y señales de advertencia de peligro. Son una pequeña pista de que ciertos animales no andan lejos...
Nada más llegar a la zona del restaurante y de las habitaciones puedes ver los gruesos barrotes de las vallas que hay por allí y señales de advertencia de peligro. Son una pequeña pista de que ciertos animales no andan lejos...
Y nuevamente, otro desembolso para hacer el rino track, otros 25 $ por persona. Suma y sigue... No entiendo como te cobran la entrada a la reserva, 25 $, en la que no puedes hacer absolutamente nada sin contratar una actividad a parte. Llegamos al mediodía, y nos vimos un poco, "enjaulados", ya que queríamos dar un paseo por la zona, y por motivos de seguridad no nos dejaron. Así que nada, a esperar a la hora del rino track.
Cuando llegó la hora, nos dejaron unas botas amarillas como las del Capitán Pescanova y fuimos con un ranger en nuestro coche hasta un punto muy cercano (estaría a menos de 1 km del restaurante), la verdad es que habría preferido ir andando. Nos bajamos del 4x4 creyendo que comenzaba el " rhino track"....ja-ja-ja . No exagero, como mucho, nos desplazamos 30 metros desde el coche.... Y ahí estaban los rinocerontes, pastando junto a las vacas esas de cuernos grandes típicas de Uganda .
Por una parte, intento quedarme con lo positivo, el gran trabajo que realizan allí. En la actualidad son 32 los ejemplares que habitan en la reserva, la mayoría han nacido y se han criado en la misma. Además, según nos contaron, dentro de unos tres años tienen intención de reintroducir varios de ellos en el parque nacional de Kidepo, al norte del país. Pero por otro lado, a parte del dineral que dejamos allí, pues no sé cómo explicarlo, pero ver rinocerontes pastando con vacas....como que no....no me pareció muy diferente de ir a Cabárceno (sin menospreciar a Cabárceno, que conste). Haber tenido la oportunidad de ver previamente rinocerontes en libertad en parques nacionales como Etosha, Nakuru y Kruger tampoco contribuía a mejorar la sensación vivida en Ziwa. Habría preferido no ir.
Por una parte, intento quedarme con lo positivo, el gran trabajo que realizan allí. En la actualidad son 32 los ejemplares que habitan en la reserva, la mayoría han nacido y se han criado en la misma. Además, según nos contaron, dentro de unos tres años tienen intención de reintroducir varios de ellos en el parque nacional de Kidepo, al norte del país. Pero por otro lado, a parte del dineral que dejamos allí, pues no sé cómo explicarlo, pero ver rinocerontes pastando con vacas....como que no....no me pareció muy diferente de ir a Cabárceno (sin menospreciar a Cabárceno, que conste). Haber tenido la oportunidad de ver previamente rinocerontes en libertad en parques nacionales como Etosha, Nakuru y Kruger tampoco contribuía a mejorar la sensación vivida en Ziwa. Habría preferido no ir.
Volviendo al momento rinoceronte, pues nada, allí estuvimos viéndolos a una corta distancia y siguiéndolos cuando se movían. Después de un largo rato, apareció el cuidador de los mismos, al que nos dijeron que había que darle propina.... Y me pregunto, ¿quién se queda con todo el dinero que hemos pagado? Te quedas con una sensación muy mala, te piden dinero por todas partes... Y al final, acabas completamente "escamada" .
Por la noche, creo que todos nos fuimos a la cama con una sensación agridulce. ¡Venga, a dormir! Mañana será otro día.
Por la noche, creo que todos nos fuimos a la cama con una sensación agridulce. ¡Venga, a dormir! Mañana será otro día.
Al día siguiente me desperté sobre las 5 de la mañana, aún faltaba media hora para que sonara el despertador y una hora para que amaneciera. Hoy probaríamos suerte con el picozapato. Mientras me desperezaba tumbada en la cama empecé a escuchar ciertos ruidos, como respiraciones fuertes . Abrí la puerta y ¡¡¡¡me quedé boquiabierta!!!! Tenía delante de mi, a tres metros,¡¡¡¡ a seis moles roncando!!!! Una de las familias de rinocerontes se había venido a dormir junto a nuestras habitaciones . Me pegué a la pared para ir hasta la habitación contigua, donde dormían Aitor y Fran y les toqué la puerta, ¡esto tenían que verlo!. Abrieron la puerta algo asustados, más que nada por la hora que era, supongo que pensarían que nos pasaba algo...Y les señalé lo que teníamos al lado. Ver sus caras de asombro y emoción fue increíble, son unos bicheros empedernidos como la que escribe estas letras. Y ahí nos quedamos los tres, pegaditos a la pared y esperando a que saliera el sol para poder hacer alguna foto en condiciones. Cuando ya empezaba a haber algo de luz, el rino dominante se levantó, y acto seguido el resto también, a los pocos minutos, se marcharon
Sin duda alguna, fue el mejor momento del tiempo que estuvimos en Ziwa. Y pensar que el día anterior habíamos pagado 25 $ por persona para verlos.... Está claro que están más que acostumbrados a pasarse por allí...
Después de nuestro momentazo con los rinocerontes, fuimos a la excursión del picozapato. Otros 25 $ por persona. En un principio, nos habían dicho que iríamos en canoa, pero el ranger comentó que era mejor ir andando.... Charis nos acercó hasta el punto que el ranger le indicó, y nada más aparcar, ahí delante teníamos un picozapato . Llegamos a "malpensar" y bromeamos diciendo que lo tenían atado...Pero no era así. Dimos un paseo de unas dos horas y vimos otros dos más. Nuevamente, ataviados con nuestra botas del Capitán Pescanova. Fue una mañana muy agradable, la verdad.
A la vuelta, desayunamos en el restaurante, ya que el régimen era alojamiento más desayuno (qué menos, con el dineral que nos dejamos en Ziwa, nos tenían que haber dado un masaje también ). Recogimos las mochilas y al coche. Siguiente destino: Entebbe.