Hoy nos movemos hacia Queen Elizabeth National Park (QENP). Se tarda aproximadamente 2:30 horas en llegar y como vamos tranquilos hemos querido acercarnos a una zona de cráteres que hay junto a Kibale.
Después de desayunar, tras pagar y despedirnos de los monos, hemos arrancado. Lo de los cráteres casi resulta la gracia del viaje. Ayer llovió muchísimo y durante la noche ha estado lloviendo. El camino que lleva al cráter ha resultado ser un barrizal espectacular. No nos hemos quedado atascados de milagro. Según íbamos subiendo el coche se defendía. Hemos llegado al primer cráter, una fotito y tras avanzar un poco el camino ha resultado ya intransitable. Puro barro con unos surcos que de meterse un lateral el coche se quedaba empanzado seguro. En una cuesta arriba he aprovechado un hueco para tratar de dar la vuelta mientras diez paisanos nos miraban fijamente y Belén me hacía señales desde fuera. Belén decía "vale vale vale!" para indicarme parar el coche y dos niños a su lado repetían "vale vale vale", se han entretenido con nosotros.

La bajada ha sido una locura, lo que subiendo era complicado bajando se me antojaba imposible. Las ruedas iban saturadas de barro y el culo del coche se giraba como si fuera hielo puro quedando el coche cruzado, para colmo las opciones si se me iba el coche eran encajarlo entre surcos y quedarnos atascados o despeñarnos pueblo abajo. No sé ni cómo lo he conseguido, porque encima cuando me pongo nervioso se me afloja la barriga y entre eso, que el coche me patinaba y que nos miraba medio pueblo he sudado la gota gorda. Al final es ir muy lento llevando el volante a la dirección a la que se va el culo para que el coche vaya bajando “recto”. Cuando hemos llegado al asfalto he podido respirar, me ha faltado bajar y besar el suelo. Descartando el resto de esa zona de cráteres Google me decía de ir a Queen Elizabeth atajando por un camino de tierra... una mierda pa Google, nos hemos comido media hora más de coche, pero hemos subido hasta Fort Portal para bajar a Queen Elizabeth por asfalto. Que peligro tiene Google.
Al final a las 11 estábamos en Queen Elizabeth tras cruzar la señal del ecuador y echar la foto de rigor. Queen Elizabeth es un parque que se divide como en 4 cuadrantes. Los noroeste paisajes, el noreste donde más vida hay, el sureste los chimpancés y en el suroeste Ishasha.

Hemos dedicado la maña a recorrer la parte noroeste. Tras pagar las tasas (40 euros al día por persona, ahí es nada) la carretera nos ha llevado por una zona muy chula, llena de cráteres con un paisaje de sabana de película, aunque en esta ocasión verde, pero sin barro. De fondo se ven las montañas Rwenzori que alcanzan los 5000 metros. Lo increíble es la cantidad de moscas que hay, yo juraría que son moscas tse tse porque buscando en internet son exactamente iguales. Nos hemos bajado un par de veces en los miradores y nos hemos tenido que embadurnar de relec porque te muerden, le hemos echado incluso insecticida al coche porque en un minuto se han metido diez.

De la zona de los cráteres hemos llegado a la península de Mweya, ahí hemos llegado a una especie de restaurante con unas vistas de lujo. Frente al rio Kazinga, donde a lo lejos bebían y se bañaban elefantes y búfalos. Nos hemos echado un par de cervezas y hemos pedido pasta con vegetales, nos han puesto un kilo y medio de pasta y con lo que han tardado a buen seguro está recién hervida.
Tras marear un buen rato ahí y después de echar fotos a unos facoceros que andaban sueltos hemos seguido el camino que va junto al rio. Al poco, en pleno camino tumbado, nos hemos encontrado un león. El pobre debería de haberse peleado porque llevaba una herida tremenda en el hocico reciente y le faltaba media oreja ensangrentada, además respiraba super deprisa, el pobre estaba hecho un cromo. Siguiendo el camino lo más destacable han sido los elefantes, un lagarto monitor, águilas y una pareja de leonas, en este caso con buen aspecto.


A las 17:00 estábamos ya en el alojamiento, QUENP Bush Lodge. Un sitio bastante chulo a la orilla del rio, con nuestra tienda con baño incluido y cena al aire libre. son 80 euros, pero están bien pagados. El aseo es al aire libre con una ducha de suelo de piedras. Muy cómodo. Lo único que por la noche no se puede salir porque pasan elefantes e hipopótamos, muestra de ello varias huellas alrededor de la tienda. A la zona donde se come hay que acercarse en coche y para volver al coche, ya de noche, nos ha tenido que acompañar un muchacho con una linterna.
Tras la cena poco más, A descansar, mañana hacemos la ruta por Kyambura con posibilidad de ver chimpancés de nuevo. Es curioso como aquí está tan cerca la sabana de la selva.