Hola a todxs.
Tocaba salir de viaje para noviembre-diciembre. Como llevamos muchos años viajando (más de 100 países) y cada vez van quedando menos opciones, en nuestra mente estaban 3 posibles destinos: Camboya-Vietnam, Namibia-Botswana y el sur de Chile-Argentina.
Al no poder reservar hasta octubre, los precios de los vuelos a Asia se habían disparado (además de la subida de carburantes, las aerolíneas han tenido que alargar hasta 4 horas sus rutas por la invasión rusa) y si hasta hace poco volar a Bangkok con KLM o similar, costaba unos 500€ ida y vuelta, ahora no hay nada por menos de 900€, a lo que hay que sumar los vuelos internos a Pnom Penh y Hanoi. Esperaremos a que bajen los precios para visitar Angkor.
Por su parte, vimos que las cataratas Victoria suelen estar casi secas hacia final de año y que la Isla de Pascua seguía cerrada a los vuelos desde el continente.
¿Dónde encontrar un destino de cierto interés, con garantía de buen clima en pleno invierno y asequible en precio?
Pues viendo el mapa, optamos por los países árabes y en concreto por Arabia Saudí, que está concediendo visados para turistas desde 2019 y por tanto, ejercía cierta atracción por ser un país todavía bastante desconocido.
Ya decididos, empezamos a buscar información sobre el país, encontrando que hay muy poca en internet. Ni la web de la embajada (que por cierto, no contesta a los correos) ni “visitsaudi.com” dan suficientes datos para preparar bien el viaje, así que recurrimos, una vez más a “Los Viajeros” (aprovecho para agradecer los diarios y comentarios sobre este país que he podido leer y que me han ayudado mucho), consiguiendo tener algunas ideas más claras de lo que nos esperaba.
No entramos en el tema de derechos humanos ni de prohibiciones, entendiendo que cada país es como es y no lo vamos a cambiar nosotros en unas semanas. Por ejemplo, recordemos que en USA sigue habiendo pena de muerte, no se respetan los derechos de los inmigrantes sudamericanos y se asesina impunemente a miles de ciudadanos cada año y no por ello, dejamos de viajar hasta allí.
Así que planificamos un periplo por casi todo el país con un total de 19 días, 17 noches de alojamiento y casi 6.000 km de recorrido.
Nuestra forma de viajar, siempre que sea posible, es totalmente por libre: reservamos vuelos a una ciudad, recogemos un coche, emprendemos un viaje más o menos circular donde vamos parando en los hitos marcados (una, dos o tres noches cada vez) hasta volver a la ciudad de origen donde devolvemos el coche y volamos de regreso a España.
Además, al estar todavía en pandemia (entiendo que muchísimxs de vosotrxs ya no la tiene en cuenta en absoluto) buscamos aquellos países donde los números ofrecidos por sus gobiernos (que sin duda pueden ser falsos, como ocurre en España) sean bajos en fallecidos y contagiados, y donde todavía haya ciertas medidas de seguridad sanitaria contra el COVID.
En el caso de Arabia, aunque ya no había que utilizar la aplicación “tawakkalna” ni acreditar PCR (solo certificado de vacunación), sigue estando la pegatina de “mascarilla obligatoria” en la entrada de muchos lugares cerrados (hoteles, transportes, restaurantes, comercios, museos…), aunque luego vimos que casi nadie la usa. Comparando los 35M de habitantes de Arabia con los 47M de España, los datos publicados resultaban, a priori, relativamente tranquilizadores: menos de 9.500 muertos en total contra los más de 160.000 en España, 800.000 contagiados contra los casi 34M de España y 240 muertos por millón contra los más de 2.600 fallecidos en España.
Todo eso en un territorio 4,5 veces más grande que la península ibérica y, excepto en las grandes ciudades, casi despoblado, es decir, con escaso riesgo de contagio (recordemos además que el 98% de las mujeres, lamentablemente para su dignidad y libertad, llevan la boca y nariz tapadas por la abaya).

Sumemos que nos desplazaríamos en nuestro propio vehículo (donde podríamos ir sin mascarilla) y que reservaríamos alojamientos en apartamentos en vez de hoteles (algo muy común en este país), en los que, si fuera el caso, podríamos realizar comidas con un riesgo mínimo.
Insisto, la pandemia perdura por todo el planeta (en España sigue falleciendo un mínimo de 300 personas a la semana por COVID) y aunque sea con tales limitaciones, queremos seguir viajando y conociendo nuevos lugares. Hasta que el Dr. Enjuanes consiga su vacuna (auténtica vacuna inmunizadora, no como las que nos están aplicando ahora), intentaremos seguir viajando pero protegiendo nuestra salud por encima de todo, ya que hasta la fecha, no nos hemos contagiado todavía.