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Hoy vamos a disfrutar de nuestra última jornada en París. Nos levantamos sin prisas y desayunamos al aire libre disfrutando de una buena temperatura que promete un día soleado.
Tras el trayecto habitual en coche, tomamos la línea 1 de metro y Vicennes que nos lleva directamente hasta una zona que no conocíamos de la Ciudad de la Luz, en nuestra anterior estancia nos fuimos con el gusanillo de no poder visitar La Defense por falta de tiempo. En este segundo viaje a París, aunque el objetivo era pasarlo bien (como siempre) y que los peques conociesen lo mas "clásico" de la ciudad, teníamos como pequeño objetivo saldar esta cuenta pendiente y hoy es el día.
La Défense es un moderno barrio de negocios situado al oeste de París, como prolongación del “axe historique” (eje histórico) que comienza en el Louvre y prosigue por la plaza de la Concordia, la avenida de los Campos Elíseos, el Arco de Triunfo, y hasta el puente de Neuilly y el Arco de La Défense o Grande Arche.
Se compone esencialmente de rascacielos de oficinas, conectados por una inmensa explanada peatonal (Le Parvis) de 31 hectáreas. Los jardines colgantes y sesenta obras de arte hacen de él un verdadero museo al aire libre.
Nos encantó La Defense, los espacios abiertos los modernos y enormes rascacielos, las obras de arte y, sobre todo, la gente que se nota que no está de vacaciones, todo son prisas, carreras, teléfonos móviles y trajes, exceptuando pequeños grupos de turistas que, como nosotros, han acudido al corazón financiero de París.
Ahora nos volvemos al París tradicional, seguramente os habrá llamado la atención de que todavía no nos hemos acercado al icono mas conocido de París, hacia allí nos vamos ahora, para lo que tenemos que coger la línea 1 de metro hasta Charles de Gaulle - Etoile y cambiar allí a la línea 6 hasta Trocadero.
Como ya había comentado, no subimos a la torre porque no conseguimos las entradas a tiempo.
Después de cumplir con la Torre Eiffel, nos acercamos a una "creperie" cercana para comernos unos fabulosos creppes y comenzar la tarde con proteínas encima, que todavía no hemos terminado por hoy.
Con el depósito lleno nos a través del Champ de Mars, nos dirigimos hacia el Hotel de les Invalides, en donde está la tumba de Napoleón, no hemos entrado, pues ya habiamos visitado la tumba y no le vimos nada especial aparte del espectacular tamaño del sarcófago (y eso que Napoleón era pequeñito
). El edificio en sí si que es espectacular y los jardines de delante son muy apropiados para hacer un descansillo.
Una vez cumplido con el emperador, cruzamos la gran esplanada de los Inválidos y nos dirigimos hacia el puente más bonito que cruza el Sena, el Pont Alexandre III.
Nos detenemos un buen rato en el precioso puente, observando los barcos ir y venir por el río y a la gente caminando por las orillas del Sena. Seguimos el camino por la Avda. Winston Churcill para poder disfrutar de las fachadas del Grand y el Petit Palais.
Estamos en los Campos Elíseos, hemos terminado la jornada. De nuevo cansados nos volvemos al camping, mañana abandonaremos París.
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