El día de hoy vamos a visitar lo más esperado en el eje, el valle del Cocora y ¡sus palmas de cera de gran tamaño!
Para poder verlo bien y sin tanta gente, unos españoles que conocimos ayer en la finca del café, nos dijeron que madrugáramos para poder disfrutarlo. Ellos nos comentaron que habían ido a las 7 de la mañana para ahí, pero nos parecía un madrugón excesivo... y mas estando de vacaciones.
A las 6:30 suena el despertador y bajamos a desayunar sobre las 7, ya que nuestra idea es coger el Willy que nos lleve al valle sobre las 7:30. Lo malo es que el desayuno tardan un poco en prepararlo y nos lo tenemos que llevar take away.
Conseguimos cumplir los horarios y sobre las 8 y 20 ya estamos en el valle, así que vamos directos a la zona de las palmas de cera. Ha sido un acierto ya que no tenemos casi gente y podemos disfrutar de esas vistas con más tranquilidad.

Nuestra idea principal era hacer la ruta larga, pasando por la casa de los colibrís, pero no estamos muy allá y cambiamos sobre la marcha, así que llegamos hasta el punto más alto y una vez ahí, hacemos una pequeña parada para descansar, hacer unas cuantas fotos y disfrutar de las palmas.

Una vez recuperados, volvemos por el mismo camino que hemos subido, así podemos parar en el primer mirador a hacernos fotos en las alas y en la mano. Donde a esta hora ya hay una fila bastante larga, pero después de esperar unos 10-15 minutos ya estamos dispuestos a poder pasar al mirador.

De esta forma pasamos una mañana muy interesante y tampoco se nos ha hecho muy tarde, ya que hemos terminado sobre las 12:20. Es lo bueno de poder madrugar y ver cosas desde tan temprano, que luego te da tiempo a aprovechar el resto del día.
Regresamos en Willy a Salento y vamos directos a comer, a Quindu, un sitio que habíamos mirado y que está muy rico.

Son todavía las 14:45 y hasta las 16 no tenemos que estar en la plaza para coger el Willy que nos lleve a Filandia, así que decidimos dar un paseo hasta el hotel y así descansar un poco en la habitación, y también nos duchábamos después de la caminata de la mañana.

Una vez ya arreglados y recuperados, cogemos el Willy para Filandia. Durante el camino el chófer nos dice si hemos sacado ticket para volver. Le decimos que no, y nos comenta que el coche de las 19 está completo, así que la solución que nos plantea es coger un Willy express entre los 6 turistas que estamos sin billete, que sale un pelín más caro, pero tendremos más tiempo en el pueblo.
Una vez en Filandia, damos una vuelta por el lugar, nos llama la atención que es similar a Salento, pero con con más gente y las casas un poco más decoradas.

Lo primero que hacemos es visitar los miradores, así como hacernos unas cuantas fotos en las muchas puertas y balcones que vemos.
Mientras vamos dando un paseo, comienzan a caer unas gotillas, así que nos resguardamos en un bar a tomar una cerveza y un zumo de mango.
Una vez deja de llover, y como todavía tenemos tiempo para recoger nuestro Willy Express, damos una pequeña vuelta y hacemos alguna que otra compra y a las 19:25 ya estamos de vuelta en la plaza central para coger el coche.
Sobre las 20h llegamos a Salento de nuevo y vamos directos a cenar.
El día se ha hecho largo y a las 21:30 ya estamos en el hotel.
Gastos del día:
Willys al valle del Cocora: 9000 (2,04)
Entradas al valle del Cocora: 30000 (6,81)
Willy de vuelta a Salento: 9000 (2,04)
Comida en Quindu: invitación
Willy a Filandia: 16000 (3,36)
Café en Filandia: 19800 (4,37)
Willy de vuelta a Filandia: 26000 (5,90)
Cena en Cacharrito: invitación